La Corte Suprema de Brasil anunció el 27 de septiembre que la plataforma de redes sociales X, de propiedad de Elon Musk, debe pagar una multa adicional de USD 1.8 millones, además de USD 3.4 millones en penalizaciones existentes, antes de poder reanudar sus operaciones en el país.
La decisión, firmada por el juez Alexandre de Moraes y anunciada por la Corte Suprema de Brasil en un comunicado de prensa el día viernes, se emitió después de que X se volviera accesible brevemente en Brasil el 19 y 23 de septiembre, a pesar de una prohibición ordenada por la corte. La corte consideró la reactivación temporal de la plataforma, que involucró la migración de servicios a través de nuevos servidores, como un intento de eludir la suspensión.
En su última decisión, De Moraes enfatizó que X y su representante legal, Rachel de Oliveira Villa Nova Conceicao, deben cumplir con varias condiciones antes de que la plataforma pueda reanudar operaciones en Brasil. Estas incluyen el pago inmediato de la nueva multa, la prueba de pago de las multas anteriores y la liquidación de una multa de USD 55,000 impuesta al nuevo representante legal de la empresa.
El juez también declaró que los activos congelados de X y Starlink podrían usarse para cubrir las multas, pero solo si Starlink, también propiedad de Musk, acepta retirar su apelación pendiente contra la congelación de activos.
X no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La plataforma ha estado suspendida en Brasil desde mediados de agosto, tras negarse a bloquear ciertas cuentas de usuarios acusados de difundir desinformación y discursos de odio. Sin embargo, en las últimas semanas, X ha tomado medidas para cumplir con los requisitos de la corte, incluyendo el bloqueo de las cuentas en cuestión y la designación de un representante en Brasil.
El estancamiento legal en curso ha puesto de relieve debates más amplios sobre la gobernanza de las plataformas de redes sociales, la libertad de expresión y el papel del poder judicial en la regulación del contenido digital en Brasil, un mercado clave para X.
Algunos críticos, incluidos grupos de defensa, han expresado su preocupación de que la suspensión de X en Brasil refleja tendencias más amplias de censura. La Alianza para la Defensa de la Libertad Internacional (ADF) calificó el enfoque de Brasil como «una de las culturas de censura más opresivas del hemisferio occidental, que podría extenderse por Occidente».
«Los censores gubernamentales agresivos utilizarán cualquier herramienta a su disposición para sofocar el discurso, y como muestra Brasil, eso incluye multar a las personas por usar VPNs para acceder a plataformas no favorecidas», dijo Jeremy Tedesco, vicepresidente sénior de compromiso corporativo de la ADF, en una declaración enviada por correo electrónico a The Epoch Times anteriormente.
Con información de Owen Evans
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