La clase dominante quiere imponer poderes de emergencia similares a los del COVID para hacer frente al cambio climático, pero su objetivo final es controlar todos los aspectos de la vida de la sociedad, dijo Marc Morano, editor de Climate Depot.
«Su objetivo en todo momento ha sido hacernos evolucionar hacia algo parecido a lo que China estuvo siguiendo», dijo el Sr. Morano en una entrevista en el programa «Crossroads» de EpochTV.
A la clase dirigente le gustaba la declaración de emergencia del COVID-19 porque evitaba que la gente tomara las decisiones más importantes sobre sus vidas sin permitir siquiera «una pizca de democracia», explicó Morano.
El COVID-19, especialmente los bloqueos por COVID, «llevó al otrora libre Occidente a emular el gobierno de partido único en China», dijo el Sr. Morano, autor del libro «The Great Reset: Global Elites and the Permanent Lockdown» (El gran reseteo: Las élites mundiales y el bloqueo permanente).
Del mismo modo, la declaración de emergencia climática dará al establishment poderes de emergencia en general, lo que le permitirá controlar la sociedad estadounidense del mismo modo que el Partido Comunista Chino (PCCh) controla al pueblo chino, según el Sr. Morano.
«Está muy arraigado en nuestra psique política y en nuestra clase dirigente que deben ser una clase dirigente más dominante y contundente, dijo. «Les encantan las crisis, ya sea terrorismo, guerra, virus, clima… no van a dejarlas pasar».
Poderes de emergencia
John Kerry, enviado presidencial especial para el clima en la administración Biden, estableció un paralelismo entre el COVID-19 y el cambio climático, dijo el Sr. Morano.
En abril del 2020, el Sr. Kerry dijo en su artículo de opinión para The Boston Globe: «Se podrían sustituir fácilmente las palabras ‘cambio climático’ por ‘COVID-19’; es realmente la historia de dos pandemias aplazadas, negadas y distorsionadas».
Jamie Margolin, activista climática y fundadora de la organización Zero Hour, escribió para Teen Vogue: «La forma en que el mundo ha sido capaz de movilizarse y apagarse en un abrir y cerrar de ojos para responder adecuadamente al coronavirus es la prueba de que los líderes políticos realmente tienen la capacidad de hacer que se produzca un cambio rápido si así lo desean».
«La respuesta mundial al COVID-19 demostró que es posible un cambio rápido y la interrupción de la actividad habitual» para llevar a cabo una «transformación que detenga el cambio climático», afirmó Margolin.
Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, escribió en junio del 2020: «La pandemia representa una rara pero estrecha ventana de oportunidad para reflexionar, reimaginar y resetear nuestro mundo».
«Un aspecto positivo de la pandemia es que demostró lo rápido que podemos introducir cambios radicales en nuestro estilo de vida. Casi instantáneamente, la crisis obligó a empresas y particulares a abandonar prácticas que durante mucho tiempo se consideraron esenciales, desde viajar frecuentemente en avión hasta trabajar en una oficina», afirmó Schwab.
El establishment alaba el modelo chino
El Sr. Morano citó varios comentarios y declaraciones de funcionarios del gobierno, líderes empresariales, periodistas, académicos y activistas que durante años elogiaron el modelo de gobierno autoritario de partido único chino.
Está «documentado: las principales figuras lo dicen en voz alta», afirmó Morano.
Justin Trudeau dijo en 2013, dos años antes de asumir el cargo de primer ministro canadiense, que admiraba la dictadura básica de China.
El Sr. Trudeau, entonces líder del Partido Liberal, dijo en un evento de recaudación de fondos, según un informe de la CBC: «Hay un nivel de admiración que siento por China. Porque su dictadura básica les permite dar la vuelta a su economía en un abrir y cerrar de ojos».
La Secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, elogió los esfuerzos del régimen chino para contrarrestar el cambio climático en la conferencia anual SXSW celebrada en marzo.
China se mostró muy «sensible» al cambio climático y «de hecho invirtió mucho en sus soluciones para alcanzar sus objetivos», dijo Granholm en una entrevista en SXSW Studio.
«Así que esperamos que todos podamos aprender de lo que está haciendo China», dijo Granholm. «La cantidad de dinero que están invirtiendo en energía limpia es realmente alentadora».
Según un informe de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, en 2021 alrededor del 55 por ciento del consumo total de energía de China procedía del carbón y el 19 por ciento del petróleo y otros líquidos.
Ese mismo año, Estados Unidos consumió el 11 por ciento de la energía generada a partir del carbón, el 37 por ciento del petróleo y otros líquidos, el 32 por ciento del gas natural y el 21 por ciento de fuentes nucleares, renovables y otras, según el informe.
En años anteriores, «China diversificó sus suministros energéticos y sustituyó parte del uso de petróleo y carbón por combustibles de combustión más limpia», como el gas natural, según el informe. En 2021, el gas natural representaba el 9 por ciento del consumo energético total de China, mientras que las fuentes renovables, nucleares y de otro tipo representaban el 17 por ciento, según el informe.
China, sin embargo, aceleró la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón en 2022, según un informe de febrero del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) y el Global Energy Monitor.
«Se autorizó un total de 106 GW (gigavatios) de nuevos proyectos de centrales de carbón, el equivalente a dos grandes centrales de carbón por semana. La cantidad de capacidad permitida se cuadruplicó con creces con respecto a los 23 GW de 2021», señala el informe de CREA.
Las autoridades chinas tratan de justificar la expansión de la generación de energía a partir del carbón como «apoyo» a la integración de las energías renovables, que China también incrementó, según el informe de CREA. Pero esta justificación no se sostiene, ya que las nuevas centrales eléctricas de carbón están destinadas a satisfacer las demandas fundamentales de los consumidores, explica el informe.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, dijo a Forbes en 2017 que lo que el Gobierno chino estaba haciendo por el medio ambiente «se alineaba completamente con los valores de Apple».
«Están muy obsesionados con hacer lo correcto para evitar el cambio climático», explicó el Sr. Cook.
Durante una entrevista en noviembre del 2022 con CGTN, un canal de televisión estatal chino, Schwab dijo que China es «un modelo a seguir para muchos países» y expresó su respeto por los logros de China en los últimos 40 años.
Aunque cada país debe tomar «su propia decisión sobre qué sistema quiere adaptar», Schwab afirmó que «el modelo chino es sin duda un modelo muy atractivo para un buen número de países».
El columnista de opinión del New York Times, Thomas Friedman, elogió en 2009 el régimen unipartidista de China, calificando de «ilustrados» a sus dirigentes no elegidos.
Esfuerzo coordinado
Las Naciones Unidas, el Foro Económico Mundial, los gobiernos, las grandes empresas y los financiadores multimillonarios adoptaron la misma agenda sobre el cambio climático, según Morano.
Todos ellos asisten a las cumbres anuales de la ONU sobre el clima para coordinar su respuesta al cambio climático de modo que estén «en la misma página», dijo el Sr. Morano, añadiendo que él también asistió a estas conferencias.
Los países que se adhirieron a la convención de la ONU sobre el cambio climático se reúnen todos los años desde mediados de la década de 1990 en conferencias, también conocidas como COP (Conferencia de las Partes), para «medir el progreso y negociar respuestas multilaterales al cambio climático», dijo el sitio web de la ONU.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 2018 que «el cambio climático es el mayor desafío del siglo XXI, que amenaza la salud humana y el desarrollo», según el sitio web de la organización.
«Cuanto más retrasemos la acción, mayores serán los riesgos para la vida y la salud humanas», continuó la OMS.
En un documento publicado en marzo del 2020, Andrew Harmer, de la Universidad Queen Mary de Londres, y otros científicos europeos sostienen que la OMS debería tratar el cambio climático «del mismo modo que las amenazas globales de enfermedades específicas».
En 2021, una mujer canadiense fue diagnosticada de «cambio climático» por su médico, y probablemente fue el primer diagnóstico de esta causa, informó CTV News, una emisora canadiense.
En 2020, científicos australianos publicaron un artículo en The Lancet en el que afirmaban que la mortalidad relacionada con el calor está sustancialmente infradeclarada en Australia. «Los factores externos no biomédicos suelen omitirse en los certificados de defunción», señalaba el documento.
Los científicos reclamaron la modernización de los certificados de defunción para reflejar «los factores externos que contribuyen a la muerte», como las olas de calor y otros fenómenos medioambientales.
Según la Universidad de Harvard, el cambio climático puede crear condiciones favorables para la propagación de enfermedades infecciosas y aumentar el riesgo de pandemias.
Morano afirmó que existe «una connivencia de intereses entre todos estos grupos internacionales, el Foro Económico Mundial, las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud».
La OMS estuvo trabajando para instituir un tratado sobre pandemias y enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional, propuestas por la administración Biden en 2022. Estas medidas legales otorgarán al director de la OMS autoridad unilateral para declarar una emergencia de salud pública en cualquier país basándose en las pruebas que el director elija.
Dicha emergencia de salud pública también podría imponerse debido al cambio climático y podría incluir cierres globales instantáneos y otras restricciones, afirmó el Sr. Morano.
Muchas de estas personas, que abogan por los poderes de emergencia y el control férreo de la sociedad, creen realmente que las personas son «masas sin lavar» y que todos los aspectos de su vida deben estar regulados y dirigidos por expertos; de lo contrario, las masas «crearán desigualdad, racismo, destrucción medioambiental y una crisis climática», afirmó el Sr. Morano.
La clase dirigente cree que «está salvando el mundo», afirmó Morano. «Puede que no vean la crisis climática como algo real, pero lo ven como una sociedad más ordenada».
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