Una funcionaria del sindicato de policía de California ha sido acusada de importar fentanilo de la India, China y otros países para luego enviarlo por todo Estados Unidos desde su casa de San José.
Joanne Marian Segovia, de 64 años, directora ejecutiva de la Asociación de Agentes de Policía de San José, fue acusada el 27 de marzo de importar opioides sintéticos al país.
Según las autoridades, Segovia utilizó su computadora personal y la del trabajo para encargar miles de pastillas a su casa, que luego envió por todo Estados Unidos.
La Fiscalía del Distrito Norte de California informó en un comunicado de que Segovia fue detenida en el marco de una investigación en curso de Seguridad Nacional sobre una red que enviaba drogas al área de la Bahía de San Francisco desde el extranjero.
Los funcionarios alegan que Segovia tuvo al menos 61 envíos enviados a su casa entre octubre de 2015 y enero de 2023 desde países como China, Hong Kong, Hungría, India, Canadá y Singapur. Los envíos estaban etiquetados como cosas como «Favores de fiesta de boda», «Maquillaje de regalo» o «Chocolate y dulces».
«Según mi formación y experiencia, un número tan elevado de paquetes, procedentes de países extranjeros tan diversos y con etiquetas como éstas, suele ser indicativo de envíos de drogas ilícitas», escribió un agente especial no identificado en una declaración jurada sobre Segovia.
Presuntos envíos
Según la declaración jurada presentada por los fiscales federales, los agentes de Seguridad Nacional estaban investigando una red de contrabando de drogas desde finales de 2022 implicada en el envío de opioides desde la India a la bahía de San Francisco.
Los agentes encontraron cientos de paquetes destinados a ser enviados a 48 estados desde esta red. El nombre y la dirección de Segovia fueron encontrados en el teléfono de un operativo de la red con un mensaje para enviar «180 pastillas SOMA 500mg» a la dirección del funcionario del sindicato.
Las autoridades interceptaron y abrieron cinco envíos entre julio de 2019 y enero de 2023 y descubrieron que contenían miles de pastillas de sustancias controladas, como los opioides sintéticos Tramadol y Tapentadol.
Segovia habría utilizado mensajes encriptados de WhatsApp para planificar la logística de recepción y envío de los cargamentos de pastillas, según la denuncia. También la acusaba de enviar cientos de mensajes a alguien en India entre enero de 2020 y marzo de 2023.
Los funcionarios han dicho que Segovia distribuyó las drogas desde su oficina en el sindicato de la policía.
Presuntamente envió un paquete a una mujer en Carolina del Norte a petición de un proveedor. Luego envió una foto del envío al proveedor utilizando la cuenta de UPS del sindicato policial.
Un agente federal escribió en una declaración jurada que Segovia utilizó su oficina oficial para enviar drogas, basándose en una etiqueta de envío de la Asociación de Oficiales de Policía de San José que se utilizó en un paquete.
En una ocasión, en junio de 2021, se envió una imagen desde el Whatsapp de Segovia que mostraba una confirmación de pago de PayPal en la pantalla de una computadora. Delante de la computadora reposan un abrecartas y una tarjeta de visita con el nombre del sindicato policial.
Otra foto del smartphone muestra una computadora con una pegatina en forma de corazón que los agentes identificaron como uno del domicilio particular de Segovia.
Afirmaciones en las entrevistas
Incluso después de que los investigadores federales la entrevistaran en febrero, Segovia siguió pidiendo drogas, según alegan las autoridades.
Más recientemente, el 13 de marzo, los agentes federales encontraron en Kentucky un paquete con valeril fentanilo procedente de China, etiquetado como «reloj».
Según la denuncia, durante la entrevista, Segovia afirmó no tener ni idea de por qué su nombre y dirección aparecían en el teléfono de un presunto narcotraficante.
También presuntamente afirmó «trabajar para el departamento de policía».
Tras regresar de unas vacaciones, Segovia dijo a los agentes federales el 14 de marzo que se le había ocurrido «como una bombilla» que una mujer a la que identificó como amiga de la familia y ama de llaves era la probable culpable.
«Todo conduce a ella», dijo Segovia, según la declaración jurada del agente.
Durante esa segunda entrevista, el agente dijo que Segovia afirmó que el ama de llaves tenía un trastorno por abuso de sustancias e hizo declaraciones incoherentes sobre si había utilizado su teléfono inteligente para pedir las drogas.
Segovia presuntamente dijo que no quería «echar [a esta mujer] a los lobos», pero que quería ser «honesta», escribió el agente.
Segovia fue acusada de intentar importar ilegalmente valeril fentanilo y podría enfrentarse a una pena de hasta 20 años de prisión si es declarada culpable. También podría tener que cumplir al menos tres años de libertad vigilada y pagar una multa de hasta 250,000 dólares.
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