Dos hombres acusados de regresar ilegalmente a Estados Unidos para cometer delitos tras su deportación han sido imputados esta semana.
Javier Aguilera Rosas, de 42 años y residente en Los Ángeles, fue acusado esta semana por un gran jurado federal de regresar presuntamente a Estados Unidos y falsificar tarjetas de la Seguridad Social y números de licencia de conducir para otras personas.
Se le acusó de transferencia de documentos de identidad falsos, uso indebido de números de la Seguridad Social y de ser un extranjero previamente deportado que se encontraba en Estados Unidos, según informó la oficina del fiscal federal en Sacramento en un comunicado de prensa del 8 de agosto.
Según documentos judiciales, Rosas ayudó a transferir tarjetas de Seguridad Social y permisos de conducir falsos a varias personas. Ya había sido deportado en 2009 por un delito grave de falsificación.
Si se le declara culpable, podría enfrentarse a 15 años en una prisión estatal y a una multa de 250,000 dólares.
El FBI supervisó la investigación y la fiscal federal adjunta especial Nicole Moody está llevando el caso, según el comunicado de prensa.
A principios de esta semana, un inmigrante ilegal y su presunto cómplice fueron acusados de robar en ocho tiendas en un periodo de cinco meses.
Daniel Pavón, de 20 años, y Jesús Soto-Parada, de 26, fueron detenidos el 13 de junio después de huir de un 7-Eleven que supuestamente robaron en Gardena, un suburbio de Los Ángeles, según una denuncia ante una corte federal.
La oficina del fiscal federal en Santa Ana, California, dijo en un comunicado de prensa del 5 de agosto que Soto-Parada fue deportado a El Salvador durante la racha de robos, que se prolongó desde enero, pero regresó más tarde. Tanto Soto-Parada como Pavón, de nacionalidad hondureña, se enfrentan a cargos federales, según las autoridades.
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