Por primera vez en medio de la pandemia, el programa de compensación del gobierno estadounidense pagará una de las 4751 solicitudes que alegan lesiones o muerte derivadas de la administración de una contramedida bajo cobertura utilizada para diagnosticar, tratar o prevenir el COVID-19.
Las contramedidas pueden incluir vacunas, fármacos y dispositivos médicos autorizados para emergencias o aprobados por el gobierno federal que la Administración de Alimentos y Medicamentos permite utilizar durante una emergencia de salud pública.
«Se ha determinado que un reclamo relacionado con el COVID-19 es elegible para la compensación y está pendiente de una revisión de los gastos elegibles», informó el Programa de Compensación de Lesiones por Contramedidas (CICP).
No se dispone de información adicional sobre la solicitud elegible. Sin embargo, David Bowman, especialista en asuntos públicos de la Administracion de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, por sus siglas en inglés), dijo a The Epoch Times por correo electrónico que el CICP estaba «trabajando para procesar las solicitudes lo más rápidamente posible».
El programa de indemnizaciones está gestionado por la HRSA, una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Establecido en 2010 a través de la Ley de Preparación Pública y de Emergencia de 2005, el CICP no solo proporciona beneficios a las personas que han sufrido lesiones graves o la muerte como resultado de haber recibido una contramedida, sino que también protege a las personas y empresas que participan en la producción o administración de las contramedidas de las demandas, a menos que se pueda demostrar que hubo una mala praxis intencional.
En virtud del CICP, las personas pueden ser indemnizadas por los gastos médicos no reembolsados en su totalidad o pagados por el seguro o por programas gubernamentales como Medicaid, los salarios perdidos por no poder trabajar durante más de cinco días y una prestación por fallecimiento para alguien que haya muerto.
El CICP, históricamente, tiene una baja tasa de compensación de solicitudes de compensación y algunos abogados especializados en vacunas no son optimistas en cuanto a que muchas de las reclamaciones relaciondados con el COVID-19 sean aprobadas para su pago.
Se han presentado un total de 5242 solicitudes ante el CICP desde 2010 hasta el 1 de noviembre de 2021, de las cuales 4751 solicitudes están relacionadas con lesiones o muerte por las contramedidas relacionadas con el COVID-19, concretamente 2297 solicitudes son por vacunas contra el COVID-19 y 2454 por otras contramedidas.
Para que se tengan en cuenta las prestaciones, las personas deben presentar una reclamación en el plazo de un año desde la fecha en que recibieron una contramedida, o su reclamación será rechazada.
Pero en el caso de que el CICP elabore una tabla de lesiones por contramedidas relaciondas con el COVID-19 y el secretario del HHS la publique en el Registro Federal, las personas tienen un año a partir de la fecha de entrada en vigor de la tabla de lesiones para presentar una solicitud aunque su solicitud anterior haya sido rechazada.
«Cuando una tabla de lesiones de contramedidas se desarrolla o se modifica, los solicitantes que anteriormente no pudieron establecer una lesión de la Tabla tienen un año a partir de la fecha de vigencia de la Tabla o la enmienda para presentar una solicitud de beneficios, incluso si una solicitud anterior fue negada», dijo Bowman. «El plazo de presentación ampliado solo se aplica si la modificación de la Tabla permite a un solicitante que no podía establecer una lesión de la Tabla antes de la modificación establecer dicha lesión».
El CICP aún no ha elaborado una tabla de lesiones de este tipo, alegando que no hay datos suficientes para establecer que una lesión o muerte fue resultado directo de una determinada contramedida.
Bowman dijo que una tabla de lesiones para las contramedidas por el COVID-19 «se desarrollará cuando haya datos suficientes para cumplir con el estándar de ‘evidencia médica y científica convincente, confiable y válida’, que indique que la contramedida cubierta causa directamente una lesión particular».
«A la espera de que se establezca la Tabla de Lesiones por Contramedidas COVID-19, las solicitudes pueden presentarse como lesiones no incluidas en la Tabla y la elegibilidad para la compensación será determinada caso por caso por el Programa», añadió.
La tabla de lesiones por contramedidas
La tabla de lesiones por contramedidas enumera las contramedidas cubiertas, las lesiones particulares causadas por la administración de esa contramedida y la aparición de la lesión dentro de un periodo de tiempo específico.
Si una persona que presenta una solicitud de compensación puede demostrar que su «lesión figura en la tabla y se produjo dentro del intervalo de tiempo pertinente (y cumple cualquier otro requisito establecido en la tabla), el CICP asumirá que la lesión fue resultado directo de la contramedida cubierta», según un informe (pdf) del Servicio de Investigación del Congreso.
Sin una tabla de lesiones, la responsabilidad de la prueba recae en la persona que presenta la solicitud para demostrar que una determinada contramedida causó una lesión o la muerte, ya que «la asociación temporal entre la administración o el uso de la contramedida cubierta y el inicio de la lesión (es decir, la lesión se produce un tiempo determinado después de la administración o el uso) no es suficiente, por sí sola, para demostrar que una lesión es el resultado directo de una contramedida cubierta».
John Howie, abogado litigante especializado en vacunas y lesiones personales, dijo a The Epoch Times en una entrevista anterior que el programa de compensación es solo un programa para «sentirse bien».
«Yo lo llamo un programa de ‘sentirse bien’. Nos gusta decir que lo tenemos porque hace que la gente se sienta mejor. Pero cuando se profundiza en él, es una broma», dijo Howie.
«No hay transparencia como en un verdadero proceso judicial. No hay provisión para los honorarios de los abogados, lo que dificulta que cualquier persona perjudicada pueda siquiera contratar a un abogado. Cualquier apelación es gestionada por [tres] personas seleccionadas a dedo por el HHS para revisar la solicitud».
Desde su creación, el CICP solo ha indemnizado 29 solicitudes por daños causados por la gripe H1N1 o la vacuna contra la viruela, pagando un total de más de 6 millones de dólares.
El programa de compensación de Japón y la ausencia de una orden de vacunación
Mientras que en Estados Unidos solo está pendiente de indemnizar una reclamación por contramedidas relacionadas con el COVID-19, Japón ya ha pagado 29 de sus 41 solicitudes por daños causados por la vacuna COVID-19 en agosto de 2021, según el periódico japonés The Mainichi.
Japón tiene un programa de compensación sin culpa, que se llama sistema de alivio de daños a la salud, que proporciona beneficios a las personas cuya salud se vio perjudicada por recibir una vacuna avalada por el gobierno, como parte de la Ley de Inmunización.
Las tres vacunas contra el COVID-19 —Pfizer, Takeda/Moderna y AstraZeneca— administradas en Japón están cubiertas en el programa de compensación.
El gobierno japonés ha decidido no imponer las vacunas y ha recordado a las empresas y a las personas que «no obliguen a nadie en su lugar de trabajo o a los que le rodean a vacunarse, y no discriminen a los que no se han vacunado». En la página web de la vacuna COVID-19 del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social se ofrecía también un enlace a una consulta sobre derechos humanos.
En cambio, el gobierno ha adoptado un enfoque diferente al de otros países: recomendar a sus ciudadanos que se vacunen solo después de haber recibido toda la información sobre los riesgos y beneficios de la vacuna.
«La vacunación solo se realizará con el consentimiento de la persona que se va a vacunar después de que se le haya proporcionado la información», escribió el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón.
«Por favor, vacúnese por decisión propia, entendiendo tanto la eficacia en la prevención de enfermedades infecciosas como el riesgo de efectos secundarios. No se administrará ninguna vacuna sin el consentimiento».
Aunque Japón tardó en desplegar su programa de vacunación, ha superado a Estados Unidos, el Reino Unido e Israel en el número de personas totalmente vacunadas o que han recibido dos dosis de la vacuna, con un 77.9% de su población totalmente vacunada hasta el 15 de diciembre, en comparación con el 68.7% del Reino Unido, el 62.5% de Israel y el 60.7% de Estados Unidos.
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