El ministro del Interior indio, Amit Shah, defendió este lunes la soberanía de la India sobre la región de Arunachal Pradesh, controlada por Nueva Delhi y reclamada por Beijing, durante una visita oficial al estado fronterizo que recibió la «firme oposición» de China.
«Hoy nadie puede invadir ni una pulgada de nuestra tierra», sostuvo el poderoso ministro en un extenso discurso plagado de referencias a la breve guerra que ambas potencias asiáticas mantuvieron en 1962 por el control de la región.
El viaje de Shah al área en disputa, con motivo de la presentación de varias inversiones para fomentar su desarrollo, elevó las tensiones fronterizas entre los dos países apenas una semana después de que China renombrase unilateralmente once lugares de la región conocida por Beijing como «Zangnan», que significa «sur del Tíbet».
En este sentido, el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, declaró hoy en una rueda de prensa la «firme oposición» de China a la visita de Shah y sostuvo que este tipo de movimientos «no favorecen la paz y la tranquilidad de las áreas fronterizas».
La soberanía de Arunachal Pradesh es reclamada por la India y China desde prácticamente la creación del Estado indio en 1947.
Ambos países mantienen una histórica disputa por otras regiones del Himalaya, como el Aksai Chin administrado por Beijing y que la India reclama.
Las relaciones bilaterales se vieron gravemente deterioradas tras un choque fronterizo en el valle de Galwan en junio de 2020, en el Himalaya occidental, el peor en 45 años entre las potencias nucleares, en el que murieron al menos 20 soldados indios y 76 resultaron heridos, mientras que Beijing reconoció cuatro muertos y un herido de gravedad.
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