La India está en alerta máxima por un barco chino que se dirige al puerto internacional de Hambantota, en Sri Lanka, pero este país ha afirmado que el buque solo se detendrá para reabastecerse de combustible.
Sri Lanka concedió autorización al buque chino semanas antes de que el recién nombrado presidente Ranil Wickremesinghe tomara posesión de su cargo, según el Sunday Times de Sri Lanka.
El país, afectado por la crisis, ha iniciado conversaciones diplomáticas tanto con India como con China para alcanzar «una solución amistosa» en relación con la llegada del buque y evitar así posibles enfrentamientos.
Arindam Bagchi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indio, comentó la propuesta de atraque del barco chino, que se espera que esté en el puerto del 11 al 17 de agosto.
«Permítanme decir que el gobierno vigila cuidadosamente cualquier acontecimiento que tenga relación con la seguridad y los intereses económicos de la India y toma todas las medidas necesarias para salvaguardarlos», dijo Bagchi a los periodistas.
China ha dicho que el barco Yuan Wang 5 es un «buque de investigación» que llevará a cabo «el control de satélites y el seguimiento de investigación de los satélites de China en la parte noroeste de la región del Océano Índico durante agosto y septiembre».
El gobierno de Sri Lanka arrendó todo el puerto de Hambantota a China por 99 años en 2017, tras no devolver 1400 millones de dólares en préstamos a Beijing, lo que provocó que decenas de miles de manifestantes se manifestaran en contra del acuerdo.
Conversaciones de reestructuración de la deuda con China
Esto se produjo después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) instara a Sri Lanka, con problemas de liquidez, a iniciar conversaciones de reestructuración de la deuda con su prestamista bilateral, China, mientras busca paquetes de préstamos del FMI para compensar la crisis económica del país.
Krishna Srinivasan, director del departamento de Asia y el Pacífico del FMI, dijo que Sri Lanka debe «comprometerse con sus acreedores, tanto privados como bilaterales oficiales, en una reestructuración de la deuda para garantizar el restablecimiento de su sostenibilidad».
«China es un gran acreedor, y Sri Lanka tiene que comprometerse proactivamente con él en una reestructuración de la deuda», dijo Krishna en una entrevista con Reuters.
Sri Lanka dejó de pagar su deuda en mayo. El país tiene 51,000 millones de dólares de deuda externa pendiente, de los cuales 6500 millones se deben a China.
El país debe 3800 millones de dólares a India y al menos 3500 millones a Japón, según el FMI.
Wickremesinghe declaró a Sri Lanka en bancarrota el 5 de julio y dijo que el gobierno tendría que presentar su plan de reestructuración y sostenibilidad de la deuda al FMI antes de agosto.
Con información de Reuters.
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