Un índice de la inflación seguido de cerca por la Reserva Federal alcanzó un máximo de 40 años.
El índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) del Departamento de Comercio aumentó un 6.6% en los 12 meses transcurridos desde marzo del año pasado, el mayor aumento anual desde enero de 1982, superando el aumento interanual de febrero del 6.3%.
El índice de precios PCE se disparó un 0.9% en marzo, el mayor aumento desde septiembre de 2005, tras subir un 0.5% en febrero.
El índice, sin tener en cuenta los alimentos y la energía, subió un 5.2%, un incremento ligeramente inferior al 5.3% de hace un mes.
Se espera que la inflación siga siendo incómodamente alta en un futuro imprevisible.
El mayor aumento de las tasas de inflación mensual desde 2005, que superó el 2% establecido por la Reserva Federal, empujó a la Reserva Federal a adoptar una postura agresiva, con una subida prevista de los tipos de interés en 50 puntos básicos la próxima semana.
Mientras tanto, la inflación en el sector de los servicios subió de forma generalizada, liderada por los viajes internacionales así como la gastronomía y el alojamiento en hoteles, ya que los consumidores se centran en el ocio.
También se produjo un aumento del gasto sanitario y de los servicios de transporte.
Aumenta el gasto de los consumidores
El gasto de los consumidores estadounidenses fue mejor de lo esperado en marzo, al aumentar un 1.1% en medio de una fuerte demanda de servicios, informó el Departamento de Comercio el 29 de abril.
Los economistas confían en que las señales de un gasto de consumo positivo de cara al segundo trimestre compensen los temores de una recesión, después que la economía se contrajo en el primer trimestre.
Los consumidores están gastando más en servicios como viajes y restaurantes. El aumento del costo de la gasolina y los alimentos se vio compensado por un menor gasto en bienes duraderos, que cayó por segundo mes consecutivo, con menos compras de vehículos y piezas y partes.
Los precios de la energía subieron espectacularmente un 33.9%, mientras que los de los alimentos aumentaron un 9.2%, según el Departamento de Comercio.
El desplazamiento del gasto de los bienes a los servicios se considera una señal de alivio de la presión sobre las cadenas de suministro.
Los ingresos personales aumentaron un 0.5%, unos 107,200 millones de dólares, con respecto al mes anterior, pero fue un aumento más lento que el 0.9% de la inflación general de marzo.
La renta personal disponible aumentó en 89,700 millones de dólares, un 0.5%.
«El aumento de la renta personal en marzo reflejó principalmente un incremento de la remuneración, de los ingresos de los propietarios, de los ingresos personales sobre activos y de las prestaciones sociales del gobierno», dijo Commerce.
La tasa de ahorro cayó al 6.2% en marzo, la más baja de los últimos nueve años, ya que algunos estadounidenses recurrieron a sus ahorros para compensar los precios inflados de los bienes.
Otros datos del 29 de abril mostraron que la remuneración de los trabajadores alcanzó el mayor aumento en al menos 21 años, del 1.4%, en el primer trimestre, ya que las empresas aumentan los salarios en un intento de mantener o atraer a los trabajadores en un mercado laboral escaso.
Suben los costos laborales
La tasa de desempleo se situó en marzo en el 3.6%, mientras los salarios crecían, pero en una señal inquietante para el gobierno de Biden, el PIB estadounidense se contrajo a un ritmo anual del 1.4% en el primer trimestre de 2022.
Una de las principales causas es el aumento del déficit comercial, debido a la elevada demanda interna de importaciones y a los problemas de inventario de las empresas.
El Departamento de Trabajo publicó el 29 de abril su Índice de Costo del Empleo (ICE), que tiene en cuenta los costos laborales. El índice subió un 1.4% en el primer trimestre, después de un aumento del 1% en el cuarto trimestre de 2021, que fue el mayor incremento desde 2001 que se registran datos.
Los costos laborales subieron un 4.5% en términos interanuales después de haber subido un 4% en el cuarto trimestre, otro récord.
El Índice de Costo del Empleo es ampliamente utilizado por los responsables políticos y los economistas para medir los datos del mercado laboral y es un importante predictor de la inflación subyacente.
El mercado laboral se encuentra cerca del máximo de empleo, con un récord de 11.3 millones de puestos de trabajo a finales de febrero.
La elevada inflación erosionó el aumento del 1.2% de los sueldos y salarios en el último trimestre, que se incrementó un 1% en el cuarto trimestre, con un aumento del 4.7% interanual.
Los sueldos ajustados a la inflación cayeron un 3.6% en términos interanuales, mientras que las prestaciones subieron un 1.8% tras aumentar un 0.9% en el cuarto trimestre de 2021.
Las decepcionantes cifras están empezando a ensombrecer las cosas en Washington para Biden y los demócratas que se presentan al Congreso en las elecciones de mitad de mandato, con una opinión pública negativa sobre el aumento de la inflación.
El presidente pregonó en repetidas ocasiones las políticas económicas de su administración señalando el crecimiento del mercado laboral y el sólido gasto del consumidor como prueba de que estas ayudan a los estadounidenses, pero la contracción del 1.4% de la economía no está ayudando.
Con información de Reuters
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