El índice de aprobación inicial del presidente Joe Biden se situó el viernes por debajo de los índices de sus dos predecesores cuando acababan de iniciar su presidencia, según una nueva encuesta de Rasmussen.
La encuesta del 22 de enero mostró que el 48% de los probables votantes estadounidenses aprueban el desempeño del trabajo de Biden, mientras que el 45% lo desaprueba. Rasmussen es la única encuestadora nacional que hace un seguimiento diario del índice de aprobación presidencial.
Profundizando más, el 36 por ciento aprueba fuertemente el trabajo de Biden y el 38 por ciento lo desaprueba, según Rasmussen. Los resultados del seguimiento diario de la empresa de encuestas se realizan mediante encuestas telefónicas a 500 probables votantes cada noche y se informan sobre un promedio consecutivo de tres días.
Cuando el presidente Donald Trump comenzó su mandato el 20 de enero de 2017, su índice de aprobación fue del 56 por ciento, según un archivo del historial de encuestas diarias anteriores de Rasmussen. Ese día, el 44 por ciento desaprobó el trabajo de Trump.
Cuando fue rastreado el índice de aprobación diario del expresidente Barack Obama el 20 de enero de 2009, Rasmussen informó de un índice de aprobación del 67 por ciento, según sus archivos. Ese día, el 32 por ciento desaprobaba el trabajo que estaba haciendo Obama.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo el jueves que en el primer día de Biden en el cargo, el nuevo gobierno dio varios pasos en la dirección equivocada.
«El presidente volvió a entrar en el fallido acuerdo climático de París, un terrible acuerdo que nos llevará a autoinfligir un gran dolor económico a las familias trabajadoras estadounidenses sin ninguna garantía de que China o Rusia cumplan sus compromisos. De hecho, Estados Unidos ya ha estado reduciendo las emisiones de carbono mientras que China y otras naciones del acuerdo han seguido aumentando las suyas. Volver a participar en el acuerdo solo nos llevará a matar los puestos de trabajo estadounidenses mientras nuestros competidores siguen avanzando», dijo McConnell en el pleno del Senado en Washington.
«El presidente también canceló unilateralmente el oleoducto Keystone XL», añadió. «La prioridad del día uno fue acabar con miles de puestos de trabajo estadounidenses, incluidos los de los sindicatos, defraudar a nuestro fuerte aliado, Canadá, y revertir algunos de nuestros avances hacia la seguridad energética. Este es un proyecto que el gobierno liberal canadiense y el primer ministro Trudeau apoyan. Una inversión en energía norteamericana. Incluso el Departamento de Estado de Obama llegó a la conclusión de que no dañaría el clima. Pero cómo cancelar un proyecto de oleoducto parece lo más ecológico, el nuevo gobierno acabó con estos trabajos».
Por su parte, el líder de la mayoría del Senado, el senador demócrata Chuck Schumer, calificó las medidas de Biden como logros y elogió su estrategia nacional para combatir la pandemia.
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