Ahora que Elon Musk cerró el trato para comprar Twitter por USD 44,000 millones, hay nuevas especulaciones de que China podría tener influencia sobre el multimillonario CEO de Tesla Motors.
El reportero del New York Times, Mike Forsythe, provocó una oleada de especulaciones al publicar un tuit en el que afirmaba que China podría influir en Musk ahora que está a punto de convertirse en el propietario oficial de la plataforma de redes sociales.
China es el segundo mercado más grande de Tesla, mientras que los fabricantes de baterías chinos son los principales proveedores para los automóviles de Tesla. También señaló que después de que el régimen prohibiera Twitter en 2009, «el gobierno casi no tenía influencia sobre la plataforma».
«Eso podría estar a punto de cambiar», dijo.
Este comentario llamó la atención del antiguo CEO de Amazon, Jeff Bezos, quien preguntó si China había logrado «un poco de influencia en la plaza del pueblo».
“Mi propia respuesta a esta pregunta probablemente sea no. El resultado más probable en este sentido es la complejidad en China para Tesla, en lugar de la censura en Twitter”, escribió Bezos en un tuit. «Pero ya veremos. Musk es extremadamente bueno navegando por este tipo de complejidad».
Los críticos afirman que el régimen chino podría intentar presionar a Musk para que censure a quienes critican el trato que da China a los musulmanes uigures o para que promueva cuentas que llenen de elogios al líder chino Xi Jinping y al Partido Comunista Chino (PCCh).
«Si Elon Musk cree que porque es el hombre más rico del mundo le puede decir a China que lo deje en paz si Beijing empieza a presionarlo con Twitter, se va a enterar de la eficacia con la que el Estado chino puede engullir esa fábrica de Tesla en Shanghái, quedándose con toda la [propiedad intelectual] que pueda”, escribió la reportera de Vice News, Melissa Chan, en Twitter. «Pocos países son tan eficaces con la diplomacia de vínculos como lo es China”.
Pero no todo el mundo está de acuerdo en que Beijing tenga poder sobre Musk y su última adquisición de la red social.
«La adquisición de Twitter por parte de Elon Musk es una gran victoria para la libertad de expresión. Y no creo que la victoria ceda ninguna ventaja a China sobre la plataforma», dijo el representante Chris Stewart (R-Utah) en un comunicado. «La premisa de la compra del Sr. Musk es rescatar a Twitter de aquellos que permitieron que la empresa de redes sociales se convirtiera en un ejecutor ideológico, en lugar de una plataforma de comunicación libre y abierta».
“No veo prueba de que China tenga influencia sobre sus negocios o toma de decisiones. China es un represor de la libertad de expresión, y Musk es un defensor de ella».
Es improbable que Beijing empuje a Musk, según Eric Schiffer, presidente de la empresa de capital privado con sede en Los Ángeles, Patriarch Organization.
«La influencia china en Musk es tan probable como que el Monstruo del Lago Ness visite Times Square después de la pandemia», dijo Schiffer a The Epoch Times.
Las plataformas tecnológicas también hacen ajustes regularmente a sus servicios de comunicación cuando se trata de la segunda economía más grande del mundo, dijo.
«Yo diría que la mayoría de los principales servicios de comunicación tecnológica que han tratado con China han hecho algunas modificaciones», dijo Schiffer. «Pero eso no significa que sea una modificación que repercuta en el usuario o en la experiencia o en la seguridad nacional de Estados Unidos. Esto se limitaría a la geografía de la propia China».
Musk también ha criticado abiertamente al régimen chino, tachando de «fascista» la respuesta de China a la pandemia de coronavirus.
«Decir que [la gente] no puede salir de su casa, y que serán arrestados si lo hacen, esto es fascista», dijo Musk a los periodistas en una llamada de ganancias de Tesla en abril de 2020. «Esto no es democrático. Esto no es libertad. Devuélvanle a la gente su [improperio] libertad».
El año pasado, Musk fue ampliamente criticado después de que se enfrentara a una reacción violenta por las preocupación de que sus satélites Starlink de SpaceX podrían dañar la estación espacial del país.
En diciembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China presentó una demanda (pdf) ante las Naciones Unidas, señalando que el Tiangong tuvo dos «encuentros cercanos» con los satélites Starlink el 1 de julio y el 21 de octubre.
En los últimos años, Musk ha estado haciendo un gran esfuerzo en China, y el régimen ha accedido a esta iniciativa, ofreciéndole terrenos baratos, incentivos fiscales y préstamos con tasas de interés bajas al fabricante de vehículos eléctricos.
Aparentemente, Beijing había quedado consternado por las empresas de vehículos eléctricos del país y consideró a Tesla como una estupenda alternativa de vehículos de nueva energía para reactivar la deteriorada industria automovilística china.
Como resultado, Musk ahora tiene una fábrica en Shanghai que produce más vehículos que su homóloga en California. La crisis de la cadena de suministro mundial y los reiterados cierres y restricciones por pandemia han dificultado la productividad general de la planta. Tesla reanudó la fabricación de los Model 3 y Model Y la semana pasada, aunque la producción se ha visto perjudicada por los estrictos protocolos relacionados con el coronavirus, como la exigencia temporal de que los trabajadores residan en la planta y no regresen a casa.
El altamente crítico Musk no ha comentado estas últimas medidas de COVID reducción a cero.
Tesla también estableció una sala de exposición en la provincia china de Xinjiang. Esta es una zona donde se acusa al régimen de dirigir campos de internamiento y programas de supresión contra uigures y otros grupos minoritarios musulmanes.
Desde 2009, China ha bloqueado el acceso a Twitter. En su lugar, la China continental recurre a una versión china llamada Sina Weibo, que integra las características de Twitter, Facebook y Medium.
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