La mayoría de las facultades de medicina más prestigiosas de Estados Unidos están aplicando la políticas raciales en el proceso de admisión, según un estudio realizado por el grupo de defensa de la medicina Do No Harm.
La revisión (pdf), publicada en agosto, encontró que el 72 por ciento de las 50 mejores escuelas del país y el 80 por ciento de las 10 mejores escuelas hacen preguntas de indagación para determinar los puntos de vista de los solicitantes sobre la diversidad, la equidad y la inclusión, incluyendo sus posiciones en cosas como la justicia social y la equidad en salud.
«Las facultades de medicina de élite se interesan tanto por la formación de defensores de la diversidad, la equidad y la inclusión como por la formación de médicos», afirma el informe. «Como muestra este informe, la defensa de la DEI [ la diversidad, la equidad y la inclusión] comienza durante el proceso de admisión a la facultad de medicina, mucho antes de que el estudiante ponga un pie en el campus».
«Una revisión del proceso de admisión en 50 de las escuelas de medicina mejor clasificadas encontró que 36 preguntaron a los solicitantes su opinión o experiencia en los esfuerzos de DEI. Muchas de ellas preguntaban abiertamente a los solicitantes si estaban de acuerdo con ciertas afirmaciones sobre la política racial y las causas de los resultados sanitarios dispares», continúa.
«El objetivo, al parecer, es convertir el apoyo ideológico a las iniciativas de equidad sanitaria y justicia social en una credencial que aumente las posibilidades de aceptación de los solicitantes, para descartar a los disidentes y señalar a todos los solicitantes que se espera que apoyen esta nueva causa».
Entre las escuelas que aparecen en el informe está la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, que ocupa el sexto lugar en el país.
La escuela afirma que ha sido «reconocida a nivel nacional por su compromiso con la equidad, la diversidad y la inclusión».
Según el informe, Duke pregunta a los futuros estudiantes sobre su «autodescripción racial y/o étnica» y les pide que describan su «comprensión de la raza y su relación con las desigualdades en la salud y la atención sanitaria».
Pfizer es objeto de críticas
La Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, situada en el puesto 19 del país, también pregunta a los solicitantes si se consideran «marginados» en lo que respecta al acceso a la educación o la atención médica, según el informe.
Citando ejemplos de «LGBTQIA, discapacidades, tribus reconocidas a nivel federal», la escuela pregunta a los solicitantes «cómo esta desigualdad le ha afectado a usted o a su comunidad y cómo la disparidad educativa, la disparidad sanitaria y/o la marginación le ha afectado a usted y a su comunidad», según el informe.
La propia escuela afirma que «los valores fundamentales de la justicia, la equidad, la diversidad y la inclusión son inseparables de nuestros objetivos institucionales de excelencia en todos los aspectos de la atención sanitaria, la investigación, la educación y el compromiso con la comunidad».
Otras escuelas que figuran en el informe son la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco y la Facultad de Medicina del Suroeste de la Universidad de Texas.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con las facultades para que comenten.
El último informe se produce después de que el gigante farmacéutico Pfizer Inc. fuera objeto de críticas por su programa de becas Breakthrough, que, según los abogados, viola la ley porque prohíbe a los blancos y a los asiáticos solicitarlas.
El programa de Pfizer está disponible para aquellos que se identifican como «negros/afroamericanos, latinos/hispanos y de ascendencia nativa americana» y forma parte de un impulso de la empresa para «aumentar la diversidad fomentando un lugar de trabajo más inclusivo». Las solicitudes no mencionan que los solicitantes blancos o asiáticos puedan participar.
El abogado Adam Mortara calificó el programa de «flagrantemente ilegal», mientras que Gail Heriot, miembro de la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos, declaró a The Washington Free Beacon: «Las grandes corporaciones parecen haber olvidado que existe la ley» y que «parecen pensar que mientras son ‘woke’, son a prueba de balas».
Pfizer no respondió a una solicitud de comentarios.
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