Dos republicanos de alto rango del Congreso advirtieron que los problemas generalizados del voto por correo, junto con los esfuerzos de los demócratas por «cambiar las leyes y procedimientos electorales estatales en el último minuto» para obtener ventajas partidistas, podrían estar preparando el terreno para «una crisis constitucional sin precedentes» en las próximas elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El informe, titulado «Cómo los demócratas están intentando sembrar incertidumbre, inexactitud y retraso en las elecciones de 2020», fue publicado el 23 de septiembre y preparado a petición del representante Jim Jordan (R-Ohio), el miembro republicano de mayor rango en el Comité Judicial, y el representante James Comer (R-Ky.), el republicano de mayor rango en el Comité de Supervisión.
El informe advierte que los cambios de última hora en las leyes y procedimientos electorales de los estados, muchos de los cuales se hicieron a través de las cortes, han perturbado los procedimientos establecidos desde hace mucho tiempo para la votación presencial.
Marc Elias, del poderoso bufete de abogados demócratas Perkins Coie, quien tiene un largo historial en desafiar con éxito los programas de integridad electoral en las cortes, está litigando casos de leyes electorales en al menos una docena de estados. El exfiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, también es parte de la iniciativa para cambiar las leyes a través de las cortes.
«Algunos estados dirigidos por demócratas han cambiado a último momento los procedimientos de administración de las elecciones y han pasado a la votación por correo, lo cual significa que hasta 44 millones de votos totales serán enviados en masa a los votantes inscritos sin garantía de que las boletas lleguen a la persona correcta», dice el informe. «Este cambio amplio y tardío a la votación por correo creará condiciones propicias para delitos electorales, errores, inexactitudes y demoras».
El voto por correo, que no debe confundirse con el voto en ausencia a escala limitada, «plantea serias dudas sobre la integridad de la elección», dice el informe. «Para empezar, los estados tienen listas de registro de votantes notoriamente inexactas; una estimación sugiere que las tasas de registro de votantes exceden el 100 por ciento de las poblaciones elegibles en 378 condados de Estados Unidos».
La Comisión sobre la Reforma de las Elecciones Federales determinó en 2005 que el voto por correo «sigue siendo la mayor fuente posible de fraude electoral», según el informe, y añadió que, en octubre de 2012, The New York Times informó que «los votos emitidos por correo tienen menos probabilidades de ser contados, más probabilidades de verse comprometidos y más probabilidades de ser impugnados que los emitidos en una cabina de votación». El mismo mes, The Washington Post informó que «todavía puede ser posible robar una elección estadounidense, si sabes la manera correcta de hacerlo».
El paquete de cambios en las reglas de votación, rápidamente implementado, no da a muchos estados margen de error, ya que administran su primera elección con un gran número de votos por correo, según el informe.
En las próximas elecciones, nueve estados —California, Colorado, Hawai, Nevada, Nueva Jersey, Oregon, Utah, Washington y Vermont, así como el Distrito de Columbia— llevarán a cabo elecciones totalmente por correo. Este será el primer intento de California en realizar una votación por correo, según el informe.
Pero incluso los estados con un historial de elecciones por correo han encontrado dificultades. En las elecciones de 2012 y 2018, «el estado de Oregon no pudo contabilizar 871,000 boletas enviadas, o una de cada ocho boletas que el estado envió por correo». A nivel nacional, la Comisión de Asistencia Electoral de Estados Unidos determinó que 28.3 millones de boletas enviadas por correo desaparecieron en las cuatro elecciones federales celebradas entre 2012 y 2018.
Es probable que muchas de las boletas enviadas por correo se envíen en base a «listas de registro de votantes inexactas y desactualizadas», según el informe. En 2012, Pew determinó que casi 24 millones de registros de votantes «ya no eran válidos o eran significativamente inexactos». Aunque las leyes exigen que las listas de votantes se limpien de vez en cuando, los funcionarios locales han tenido que lidiar con demócratas y activistas que se quejan de que hacerlo constituye una supresión de votantes y una privación deliberada del derecho al voto.
Según The Washington Post, al menos el 84 por ciento de los votantes estadounidenses podrán emitir su voto por correo en esta elección. En la actualidad, más de 198 millones de estadounidenses con derecho a voto podrán votar por correo. «Treinta y cuatro estados y el Distrito de Columbia ya permitieron a cualquiera votar en ausencia. Pero muchos de estos lugares están facilitando el proceso», informó el periódico.
Los activistas han estado trabajando durante mucho tiempo para cambiar las leyes electorales, dijo J. Christian Adams, presidente y consejero general de la Fundación Legal de Interés Público, a The Epoch Times.
«La izquierda ha estado construyendo esto durante años. Han invertido cientos de millones [de dólares] en el desarrollo de la infraestructura y el talento. El 2020 es su recompensa».
The Epoch Times se acercó al Comité Nacional Demócrata para una solicitud de comentarios, pero no recibió respuesta al momento de la publicación del artículo.
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