El poder de gasto militar de Beijing es casi tan alto como el de Washington, según un nuevo análisis que trata de aplanar las diferencias en costos de labor, poder de compra local, y la falta de trasparencia de China.
En contraste, las comparaciones que generalmente se citan en los últimos años típicamente ponen al gasto militar de China entre un 30 y 40 por ciento del de EE.UU.
Pero esas cifras son engañosas, según un informe del 25 de marzo de la Fundación Heritage, la cual estima que el gasto militar de China era un 87 por ciento del de EE.UU. en 2017.
«Sé que mucho ha cambiado en los dos o tres años desde 2017, pero estos son los mejores números que tenemos», dijo Frederico Bartels, autor del informe.
Los datos del gasto militar de China son conocidos por ser opacos y poco confiables.
2017 fue el último año en que hubo suficiente detalle como para identificar lo que fue a categorías clave del gasto, contó Bartels a The Epoch Times.
El cálculo de poder de gasto de Bartels usa un método diferente de los números usuales que se reportan, los cuales están basados en conversiones de tipo de cambio del mercado.
Su informe hace eco del trabajo de un puñado de otros analistas que dicen que esas comparaciones subestiman vastamente al poder militar de naciones menos desarrolladas porque las tasas de mercado no toman en cuenta sueldos y gastos locales —algo que también fue notado por el jefe del Estado Mayor Conjunto.
Las cifras oficiales de 2017 ponen al gasto de EE.UU. en 600,000 millones de dólares y el gasto chino en 150,000 millones.
Centros de estudios como IISS y SIPRI toman típicamente esos datos y los revisan un poco estimando datos chinos que falten. Por ejemplo, sus cifras para 2017 son de 208,000 millones y 227,000 millones de dólares respectivamente.
El Partido Comunista Chino ha acumulado misiles de largo rango, portaaviones, buques de guerra y aviones mientras busca construir un ejército rival al de EE.UU.
Casi cada set anual de datos muestra que el gasto militar chino ha estado creciendo en las últimas dos décadas en la región de ocho a diez veces.
Pero comparar directamente estos conjuntos de datos anuales entre naciones en términos del dólar es menos significativo, dice Bartels.
Para los analistas de defensa y los generales de EE.UU., el cuadro de la potencia militar de China viene del conocimiento fino del número preciso de barcos, rangos de misiles y número de tropas, y ellos ponen menos peso en comparaciones crudas de gasto de defensa.
«Los gastos de defensa son un medidor para que el público general y para que los políticos entiendan dónde están y cómo se están armando», dice Bartels. Pero esas cifras pueden ser muy engañosas sin una discusión detallada, afirma.
«Tienes mucho sentido falso de seguridad que viene cuando los políticos simplemente dicen: «Oh, Estados Unidos gasta lo mismo que las ocho naciones siguientes juntas, y la mayoría de ellas son nuestros aliados», dice.
Como casi todos los analistas, Bartels reconoce que cualquier comparación de gasto militar no equivale a una comparación directa de poder militar, el cual depende de toda clase de factores, incluyendo entrenamiento, estrategia, liderazgo y calidad de equipamiento.
«Cuando las balas comienzan a volar, es irrelevante si cada bala cuesta 1 dólar o 1000», dice. «Lo importante es que funcionen y den en el blanco. Por lo mismo, el precio de un caza de quinta generación es irrelevante en combate».
Manzanas por manzanas
Bartels dice que hay varios problemas con apilar simplemente los presupuestos de defensa de China y Estados Unidos.
El primero es que los dos sets de presupuestos no contienen los mismos elementos. Por ejemplo, las cifras chinas no incluyen investigación y desarrollo. Las cifras de EE.UU. sí.
Otro problema es que los datos del gasto chino están muy limitados y son difíciles de confiar.
Un tercer asunto es que las comparaciones a tipo de cambio de mercado no reflejan el poder de compra local y los costos de salario mucho más bajo de las tropas en China.
Para los estadounidenses, que quieren saber cómo se gastan sus impuestos, comparar el gasto dentro del presupuesto del gobierno de EE.UU. con dólares tiene sentido, dice Bartels.
«Todos pueden entender lo que es un dólar, ya sea que ese dólar esté siendo puesto en seguridad social, cuidado de la salud, o defensa, o lo que sea que quieras. Es una representación de las prioridades, que la gente entiende y comprende».
Pero esa comparación dólar a dólar se rompe cuando se compara gastos entre naciones.
Los sueldos representan una gran proporción de cualquier gasto militar y también afecta el costo de producción.
Una nueva forma de compensar es usar algo conocido como paridad poder de compra (PPP por «power purchasing parity«) que compara lo que las monedas pueden comprar localmente creando índices para diferentes canastas de bienes.
Las medidas PPP han sido evitadas hasta ahora por muchos centros de estudio porque no hay índice estándar para el gasto militar.
Otros analistas han procesado los números y han dicho que los cálculos crudos del PPP, aunque imperfectos, son una medida superior.
Una nueva comparación
Para estos cálculos, Bartels dice que usó el hecho de que las cifras chinas de 2017 pueden ser descompuesta en tres categorías: equipamiento; entrenamiento y logística; y personal.
Bartels usó una medida PPP tanto para entrenamiento y logística como para equipamiento.
Luego para personal, desarrolló un índice de ajuste usando salarios del gobierno.
Eso le dio un poder de compra chino total de 467,000 millones de dólars.
Pero Bartels señala que esto aún no le da una comparación de manzanas por manzanas con el gasto en EE.UU., porque los 600,000 millones del presupuesto de EE.UU. incluye cosas que no están en el presupuesto chino, siendo la más notable investigación y desarrollo.
Pero él no trató de estimar las cifras faltantes para investigación y desarrollo de China. En vez de eso, tomó los datos de EE.UU., para los cuales hay mucho más detalle, y quitó la parte de investigación y desarrollo. Eso bajó los números de EE.UU. hasta 534,000 millones de dólares.
Como otros analistas, Bartels admite que hay limitaciones en cualquier cálculo. Pero dice que lo que realmente importa es habituarse a cavar en los detalles de cómo se obtiene cada cifra —para entender los que está pasando realmente.
Desde fines de 2017, el ejército de EE.UU. ha sido modernizado, renovando su fuerza contra-insurgencia que tenía equipamiento de la Guerra Fría con una fuerza modernizada, capaz de contrarrestar gran poder de competición con Rusia y China.
Pero a pesar de ese cambio de información y discusión, en el presupuesto chino falta, dice Bartels.
Él nota que durante la Guerra Fría, había un libro entero dedicado a detallar y discutir el gasto de defensa soviético.
En comparación, el reporte anual (pdf) de la Comisión Revisora Económica y de Seguridad EE.UU-China, y el análisis sobre el presupuesto de defensa de Beijing, Poder Militar Chino (pdf) de la Agencia de Inteligencia de Defensa, tuvo un total de cinco páginas.
«Honestamente, ese el el debate que está faltando ahora mismo», dice.
Él dice que se le podría perdonar al público por no mantenerse al ritmo con el cambio militar para alcanzar un renovado gran poder competitivo en los últimos dos años.
«Pero hay muchas áreas del gobierno de EE.UU. que han gastado mucho tiempo viendo a China antes de que hubiera una estrategia de seguridad nacional que nombrara a China y Rusia como competidores pares».
Rusia e Irán también
Un puñado de otros analistas también han dicho que la gente que escribe las políticas y el público deberían ser cautelosos de las comparaciones de presupuesto en general.
El profesor Peter Robertson, decano y presidente de la Escuela de Negocios de la Universidad Western Australia, está convencido de que las cifras de gasto basadas en el tipo de cambio son engañosas y que las cifras PPP son una mejor opción.
Según su análisis, el sector de defensa de China es unas dos veces más grande que la medida de los tipos de cambio.
Richard Connolly, director del Centro para Estudios Rusos, Europeos, y de Eurasia de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, ha hecho estimaciones PPP para muchos países.
Sus cifras ponen al gasto militar ruso en 159,000 millones de dólares 2018 el año pasado, en vez de los 61,000 millones de dólares de la cifra con tipo de cambio.
Señala que las fluctuaciones en la tasa de cambio y el alto costo de salarios subestiman vastamente al gasto militar en naciones en desarrollo. Según los cálculos PPP de Connolly, el gasto de Irán sería de casi 50,000 millones de dólares el año pasado, en vez de los 13,000 millones de dólares de la cifra con tipo de cambio, que señala ha sido citada en el Reporte de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. el año pasado.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, se dirigió sobre el tema cuando se le preguntó en una audiencia de 2018 en el senado:
«Somos el ejército mejor pagado del mundo por lejos. El costo de los soldados rusos o los soldados chinos es una fracción pequeña», dijo.
«Pienso que encontrarás que las inversiones chinas y rusas, la modernización, nuevos sistemas de armas, etc, su [investigación y desarrollo] —el cual es todo propiedad del gobierno y por eso también mucho más barato— pienso que encontrarás una comparación mucho más cercana», concluyó Milley.
Sin fórmula en común
Pero algunos analistas dicen que aunque las comparaciones con tipo de cambio son imperfectas, tienen sus ventajas.
El problema con el PPP es que no hay fórmula que sea acordada en común para el gasto militar, dice Richard Bitzinger, Senior Fellow visitante del programa de transformaciones militares en la Escuela S. Rajaratnam para Estudios Internacionales. «Así que es natural que la mayoría de los análisis del gasto militar usen tipos de cambios estándar».
Indica que la discusión sobre el uso del PPP ha estado dando vueltas por un tiempo.
«La ventaja principal es que un PPP, si se hace bien, puede proveer una cifra más precisa y comparable del gasto de defensa, reflejando el verdadero poder de gasto», dijo Bitzinger a The Epoch Times. «Las desventajas son que puede sobreestimar el poder de gasto y no tomar en cuenta intangibles como el entrenamiento, el liderazgo, la moral, la calidad del equipamiento, etc».
Incluso si puedes encontrar cual es la cifra de gasto, la mayoría de los analistas militares dicen que es solo una indicación gruesa de poder militar, y aún más lejos del análisis de cómo les irían a dos adversarios en el territorio del otro o en cualquier otro contexto.
«Aunque la mayoría de los analistas y gobiernos entienden que las cifras del gasto militar publicadas de China son pura ficción, son usadas para dar al menos una clase de indicador ‘oficial’ del crecimiento del gasto militar de China», dijo previamente Rick Fisher, Senior Fellow del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia a The Epoch Times.
Agregado al problema de evaluar el gasto militar de China, está la línea cada vez más borrosa entre el gasto militar y el civil, dice Fisher.
«Bajo Fusión Cívico-Militar, ahora tienes un requisito más amplio para que la economía sirva al ejército. En esencia, cualquier cosa bajo el control del Partido Comunista Chino que se considere necesario para la construcción del poder militar puede ser desviada a ese fin. Así que es posible preguntarse: ¿es ahora esencialmente imposible para cualquiera, incluso China, decir una cifra real del gasto militar chino?».
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