La causa de la muerte del oficial de la Policía del Capitolio de Estados Unidos Brian Sicknick aún no está clara, según informó este viernes la agencia.
«El informe del médico forense sobre la muerte del policía Brian Sicknick, ocurrida tras el ataque al Capitolio el 6 de enero, aún no está completo. Estamos a la espera de los resultados de toxicología y seguimos trabajando con otras agencias gubernamentales en relación con la investigación de la muerte», dijo la Policía del Capitolio de Estados Unidos en un comunicado.
«La familia del oficial Sicknick ha pedido privacidad durante este difícil momento y que se deje de difundir información errónea sobre la causa de su muerte. El Departamento y la familia de Sicknick agradecen las muestras de apoyo a nuestro agente caído», añade el comunicado.
Sicknick, de 42 años, murió el 7 de enero, un día después de que una turba irrumpiera en el Capitolio de Estados Unidos en Washington durante una sesión conjunta del Congreso.
La policía del Capitolio dijo en un principio que Sicknick fue «herido mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes» antes de volver a una oficina de la división y desmayarse. Fue trasladado de urgencia a un hospital, donde se dijo que había fallecido a causa de sus heridas.
Citando fuentes anónimas, los medios de comunicación reportaron a principios de este mes que Sicknick fue golpeado en la cabeza. Los demócratas de la Cámara de Representantes promovieron las afirmaciones durante el segundo juicio de impeachment contra el expresidente Donald Trump. Pero la madre de Sicknick, Gladys Sicknick, refutó recientemente las afirmaciones.
«No fue golpeado en la cabeza, no. Creemos que tuvo un derrame cerebral, pero no sabemos nada con seguridad», dijo el 22 de febrero, y añadió: «Nos gustaría saber qué pasó».
El homicidio está siendo investigado por la policía de Washington y la Oficina Federal de Investigación.
Otros dos agentes también murieron tras los sucesos del 6 de enero. Tanto Howard Libengood, agente del Capitolio, como Jeffrey Smith, agente del Departamento de Policía Metropolitana, se suicidaron.
Más de 100 oficiales sufrieron lesiones el 6 de enero, según las autoridades. Las lesiones se produjeron al ser golpeados por los alborotadores y al intentar acorralar a los manifestantes revoltosos, entre otros incidentes. Más de 250 personas han sido acusadas de delitos relacionados con la irrupción en el Capitolio.
Yogananda Pittman, jefe interino de la Policía del Capitolio, dijo a los legisladores en una audiencia celebrada esta semana que los agentes se enfrentaron a retos operativos en los que los funcionarios están trabajando, pero «para detener a una multitud de decenas de miles de personas se requiere algo más que una fuerza policial, se requiere una infraestructura física o un regimiento de soldados».
La familia de Sicknick pidió en enero que no se politizara su muerte.
“Muchos detalles sobre los acontecimientos del miércoles y las causas directas de las lesiones de Brian siguen siendo desconocidas y nuestra familia pide al público y a la prensa que respeten nuestros deseos de no convertir la muerte de Brian en un asunto político”, dijo Ken Sicknick, el hermano, en una declaración. “Por favor, honren la vida y el servicio de Brian y respeten nuestra privacidad mientras tratamos de hacer lo mismo”.
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