Las impugnaciones judiciales que argumentan que el expresidente Donald Trump está inhabilitado para ejercer el cargo y, por lo tanto, debe ser eliminado de las papeletas de las primarias presidenciales de 2024 a pesar de ser el favorito del Partido Republicano y probable candidato han estado pendientes en casi la mitad de los estados del país.
El martes por la noche, Colorado se convirtió en el primer y único estado en ordenar la retirada del presidente Trump de su papeleta de las primarias con una votación de 4-3 en el Tribunal Supremo de Colorado.
Sin embargo, es poco probable que la remoción entre en vigor del todo.
Los jueces tuvieron en cuenta el apretado plazo para finalizar las votaciones primarias y la inevitable apelación de su fallo, y pusieron la orden en pausa con condiciones.
Plazo hasta el 4 de enero
Una corte de distrito de Colorado había ordenado previamente a la secretaria de estado Jena Griswold que incluyera al presidente Trump en la boleta electoral con un fallo que determinó que «participó» en una «insurrección», pero que aún era elegible para la presidencia porque la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda no se aplicaba a los presidentes.
La Corte Suprema de Colorado revocó la decisión, dictaminó que la corte de distrito se había equivocado y ordenó al secretario de estado que retirara al presidente Trump de la papeleta electoral.
Sin embargo, esa orden no entrará en vigor hasta el 4 de enero de 2024, y solo si el presidente Trump no hace nada.
La fecha límite para que el secretario certifique las papeletas de las primarias de Colorado es el 5 de enero.
«Si se solicita la revisión en la Corte Suprema antes de que la suspensión expire el 4 de enero de 2024, entonces la suspensión permanecerá en vigor, y el secretario seguirá obligado a incluir el nombre del presidente Trump en la papeleta de las primarias presidenciales de 2024, hasta la recepción de cualquier orden o mandato de la Corte Suprema», reza la orden.
Apelación inminente
Los portavoces del presidente Trump anunciaron rápidamente su intención de apelar la decisión, que llegaría en forma de una petición de revisión inmediata ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Si lo hacen antes del 4 de enero, la orden de la Corte Suprema de Colorado no entrará en vigor y el secretario de Estado mantendrá al presidente Trump en la papeleta electoral.
Esto significa que, a menos que la Corte Suprema de EE.UU. ordene la retirada del presidente Trump de la papeleta electoral antes del 5 de enero, éste permanecería en la papeleta electoral de Colorado.
Es probable que la cuestión que se plantee a la corte sea jurisdiccional, ya que los representantes legales del presidente Trump han argumentado en varios tribunales estatales que los tribunales estatales no tienen autoridad para juzgar la cuestión de la insurrección y la cualificación de un candidato para las papeletas de las primarias presidenciales.
La Decimocuarta Enmienda confirió igualdad de derechos y ciudadanía a todas las personas nacidas y naturalizadas en Estados Unidos, ampliando estos derechos a los antiguos esclavos después de la Guerra Civil. La Sección 3 a la que se refieren estas demandas se redactó para impedir que las decenas de oficiales que se marcharon para unirse a la Confederación regresaran a su puesto después de la guerra.
«Ninguna persona podrá ser Senador o Representante en el Congreso, o elector de Presidente y Vicepresidente, ni ocupar cargo alguno, civil o militar, en los Estados Unidos o en cualquier estado, si, habiendo prestado previamente juramento, como miembro del Congreso, o como funcionario de los Estados Unidos, o como miembro de la legislatura de cualquier estado, o como funcionario ejecutivo o judicial de cualquier estado, de apoyar la Constitución de los Estados Unidos, se hubiere comprometido en insurrección o rebelión contra la misma, o prestado ayuda o consuelo a sus enemigos Pero el Congreso podrá, por el voto de las dos terceras partes de cada Cámara, remover tal inhabilidad. «
Los tribunales estatales han señalado que el texto no define «insurrección» o «rebelión», ni proporciona un método o procedimiento para confirmar la inhabilitación de un candidato. Los jueces también han diferido en su interpretación del estatuto como uno relativo a la «cualificación» o «descalificación», señalando diferentes normas.
Esto significa que aunque muchos tribunales se han negado a pronunciarse sobre la cuestión de la «insurrección» o la elegibilidad del presidente Trump para el cargo, han citado razones de amplio alcance, incluido el hecho de que las elecciones primarias son funciones del partido, lo que haría posible un desafío de la Sección 3 durante las elecciones generales.
Si la Corte Suprema acepta
Si el alto tribunal acepta el caso, podría poner fin a los desafíos de la Sección 3.
La teoría legal de que el presidente Trump está inhabilitado para ejercer el cargo en virtud de la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda fue difundida por activistas en 2021, inmediatamente después de la brecha del Capitolio el 6 de enero.
Sin embargo, la cuestión no se llevó a las cortes hasta bien entrada la campaña del presidente Trump este año.
Los secretarios de estado de todo el país se han apartado en gran medida de la cuestión, haciendo declaraciones públicas de que su oficina no tiene la autoridad para tomar tales decisiones, con varios de los secretarios añadiendo que las cortes, sin embargo, sí tienen la autoridad para ordenarles que eliminen al presidente Trump de la boleta electoral.
Aunque se han presentado impugnaciones en casi la mitad de los estados del país, solo algunas de estas peticiones están respaldadas por grupos activistas nacionales como Citizens for Ethics and Responsibility in Washington (CREW), que encabezó el caso de Colorado, y Free Speech for People, que encabezó la teoría de la Sección 3 y ha presentado casos similares en Minnesota, Michigan y Oregón.
Esto se debe a que los estados tienen leyes electorales diferentes, y no todos los estados permiten a cualquier votante impugnar la elegibilidad de un candidato ante la justicia. La ley electoral de Colorado ha sido, con diferencia, la que mejor se ha adaptado a una impugnación en virtud de la Sección 3, ya que permite a cualquier persona presentar una impugnación.
El resto de las impugnaciones procedían de un candidato republicano con muchas posibilidades, que alegaba que no debía competir con un candidato inelegible. Varias de sus peticiones han sido desestimadas por falta de legitimación. John Anthony Castro, de Texas, ya recurrió una de sus muchas peticiones ante la Corte Suprema de Estados Unidos, pero la corte rechazó el caso en octubre.
Sin embargo, incluso en los estados que tienen códigos electorales que permiten que estas peticiones sean presentadas y escuchadas, la mayoría de las cortes estatales se han abstenido de tocar el tema de la «insurrección» en absoluto, alegando que no tienen autoridad sobre la interpretación y aplicación de la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda.
Las cortes siguen reconociendo que se trata de un territorio inexplorado, con escasos precedentes que les sirvan de guía para determinar si son los estados, las cortes, el Congreso o algún otro órgano el que debería pronunciarse sobre esta cuestión.
Pero las decisiones que toman los distintos estados no son vinculantes entre sí, y las varias desestimaciones de casos de este tipo en otros estados no impidieron que Colorado tratara la cuestión de si el 6 de enero constituía una insurrección durante un juicio de una semana de duración y emitiera una sentencia.
¿Caucus para Colorado?
Las primarias republicanas en Colorado se celebran el 5 de marzo de 2024.
El miércoles, el Partido Republicano de Colorado indicó que estudiaría la posibilidad de cambiar el sistema de votación por el de caucus.
Después de que el candidato presidencial del Partido Republicano, Vivek Ramaswamy, se comprometiera a retirarse de la votación de las primarias de Colorado a menos que se revirtiera la decisión que impedía al presidente Trump, el Partido Republicano de Colorado respondió a su publicación en X:
«No tendrá que hacerlo porque nos retiraremos de las primarias como partido y nos convertiremos a un sistema de caucus puro si se permite que esto se mantenga».
Con un caucus, el partido podría eludir el proceso de certificación de papeletas en la oficina del secretario de estado y, en su lugar, celebrar reuniones locales a nivel de ciudad, pueblo o condado para decidir el candidato preferido del partido.
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