El caso federal por armas de Hunter, el hijo del presidente Joe Biden, comenzó este 4 de junio, cuando los abogados presenten sus alegatos iniciales un día después de que se constituyera el jurado.
Hunter Biden se enfrenta a tres cargos de delito grave por la compra de un arma de fuego en 2018, en una época en la que era adicto al crack, según sus memorias. Las autoridades lo acusan de mentir a la tienda de armas con licencia federal al afirmar ilegalmente en su solicitud que no consumía drogas en ese momento y de poseer ilegalmente el arma durante 11 días.
El hijo del presidente se enfrenta a su día en los tribunales tras el fracaso de su acuerdo de culpabilidad, lo que garantiza un juicio cerca de las elecciones de noviembre. El Sr. Biden se ha declarado inocente y sostiene que el Departamento de Justicia lo acusa injustamente después de que los republicanos tacharan su fallido acuerdo de trato especial debido a la posición de su padre como presidente.
Los tribunales están tomando protagonismo en el periodo previo a las elecciones, ya que el expresidente Donald Trump fue declarado culpable recientemente de 34 delitos graves.
Durante la selección del jurado, el 3 de junio, se pidió a varios miembros del jurado que se marcharan debido a sus estrechas relaciones con la familia Biden, arraigada en Delaware desde hace décadas. El hermano fallecido de Hunter, Beau, fue anteriormente fiscal general del estado. El juez descartó a otros miembros del jurado debido a sus opiniones políticas positivas o negativas sobre los Biden, lo que impedía su imparcialidad.
La primera dama Jill Biden observó desde la sala del tribunal durante la selección del jurado al mismo tiempo que su padre, el presidente Biden, emitía un mensaje de apoyo desde el Despacho Oval. La selección del jurado concluyó el primer día después de que el tribunal encontrara a seis hombres y seis mujeres, junto con cuatro mujeres que están en espera como suplentes.
Gran parte del interrogatorio del jurado se centró en la adicción, la tenencia de armas y el consumo de drogas, ya que los abogados trataban de descartar a cualquier jurado con fuertes sentimientos hacia las drogas o a aquellos que pudieran desear regular las armas, lo que afectaría a su imparcialidad.
Se examinó a un total de 65 posibles jurados antes de que el tribunal se decidiera por los 12 definitivos. Los nombres no se han hecho públicos.
El Sr. Biden también se enfrentará a un juicio en septiembre en California por no haber pagado 1.4 millones de dólares en impuestos. Ese caso también se habría resuelto mediante un acuerdo de culpabilidad en julio de 2023, antes de que acabara desmoronándose.
La jueza Maryellen Noreika, nominada por Trump, examinó el acuerdo, alcanzado en negociaciones entre los abogados de Biden y el fiscal federal David Weiss. El acuerdo habría exigido una declaración de culpabilidad en los cargos fiscales de California a cambio de inmunidad en cualquier otro delito fiscal, de armas o de drogas que pudiera haber cometido entre 2014 y 2019.
Los fiscales también recomendaron la libertad condicional como componente del acuerdo si el acusado se mantenía alejado de los problemas durante dos años, lo que permitiría desestimar los cargos.
Los críticos republicanos lo calificaron de «trato con favoritismo» entre los abogados de Biden y el gobierno de EE. UU., lo que llevó a la jueza Noreika a calificar las condiciones del acuerdo de demasiado amplias, en particular la disposición que le habría concedido inmunidad general para una lista de posibles delitos.
En respuesta, el fiscal general Merrick Garland nombró al Sr. Weiss abogado especial en el caso, lo que dio al fiscal nombrado por Trump más control sobre cualquier acusación contra el Sr. Biden. Sin embargo, algunos críticos siguen frustrados con el Sr. Weiss por haber negociado el acuerdo de culpabilidad en primer lugar. Un mes después del nombramiento de Weiss se produjo la acusación.
Aunque el juicio no trata sobre los presuntos negocios del Sr. Biden en el extranjero, que han sido objeto de varias audiencias previas del Congreso dirigidas por el Partido Republicano, es probable que el caso profundice en períodos oscuros de su pasado. Por un lado, el caso se centra en un periodo de tiempo en el que, según cuenta él mismo, el Sr. Biden cayó en la adicción al crack tras la muerte en 2015 de su hermano Beau.
El Sr. Biden compró el arma en octubre de 2018 y la tuvo en su poder durante 11 días antes de que su novia de entonces, la viuda de su hermano Beau, Hallie Biden, se deshiciera de ella preocupada por su salud mental. Los fiscales tienen previsto llamar a la Sra. Hallie Biden como testigo durante el juicio, junto con la ex esposa del Sr. Biden.
El hijo del presidente se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión si es declarado culpable en el caso federal de las armas, aunque los delincuentes primerizos como Biden suelen recibir penas inferiores a las máximas. Tampoco está claro si el juez le impondrá penas de prisión.
Con información de Joseph Lord y The Associated Press.
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