El 18 de abril, la Sra. Huang Yingzhou, inmigrante de China, anunció su renuncia al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas en una manifestación en la ciudad de Nueva York para conmemorar el 22º aniversario del llamado pacífico del 25 de abril en Beijing.
El movimiento Tuidang (Renunciar al PCCh) comenzó en diciembre de 2004 tras la publicación de la serie editorial «Nueve comentarios sobre el Partido Comunista» de The Epoch Times. Desde entonces, se ha convertido en un movimiento mundial de chinos que renuncian a sus vínculos con el PCCh.
Hasta el 21 de abril, más de 376 millones de chinos renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, según el centro Tuidang.
«En aquel entonces, me vi obligada a unirme a él. Estoy muy contenta de poder dejarlo hoy aquí. Es como un lazo que corté y me liberé de este mal», dijo Huang.
Huang contó a The Epoch Times cómo se comprendió de la verdadera naturaleza malvada del PCCh, por la situación de su propia familia en el pasado.
El PCCh engaña a la población
En su relato dijo que su abuelo, un médico «descalzo» (sin formación médica formal), era una buena persona y atendía bien a todos los pacientes que iban a verlo a su pueblo. Por ser seguidor del primer presidente provisional de China, Sun Yat-sen, fue detenido y golpeado hasta la muerte por el PCCh. «Mi padre tenía entre ocho y nueve años cuando mi abuela fue llevada a un campo de trabajo forzado, tras la detención de mi abuelo. Él tuvo que esconderse en las montañas para escapar de la detención y la persecución», añadió.
El padre de Huang tuvo que sobrevivir buscando comida en las montañas. Pero sus dos tíos, que entonces tenían unos cuatro o cinco años, murieron de hambre porque no quedó nadie que los cuidara en casa.
«Siempre he odiado al PCCh», dijo Huang. «Esas dos generaciones sufrieron mucho, pero no hubo forma de reparar sus agravios, por lo que he estado muy triste».
Huang también describió con cuanta claridad veía su padre al PCCh. «Mi padre siempre nos decía que ‘el Partido Comunista es de matones’ y que todo lo que representa es falso. Se apoyan en gánsteres para hacerse con el poder y engañar a muchos chinos».
«Mi padre también me contó que las últimas palabras de mi abuelo fueron: ‘Si el Partido Comunista cae un día, debes decírmelo en mi tumba'», dijo Huang. «Mi padre siempre quiso ver su caída y dijo que si no podía vivir lo suficiente para verlo, debía decírselo en su tumba cuando eso ocurriera».
Esperanza de que más chinos renuncien el PCCh
Mientras crecía en China, al principio no tenía un conocimiento tan profundo del PCCh, y sólo después de empezar a trabajar empezó a ver realmente su naturaleza maligna.
«A medida que fui conociendo los escándalos generalizados, como los de la leche en polvo contaminada y las vacunas, vi cómo empresarios sin escrúpulos y funcionarios corruptos colaboraban para obtener sus beneficios con el pretexto de hacer un bien a China. También hay muchas personas que son lo suficientemente valientes como para revelar la verdad y hablar en favor de lo que es justo, sólo para ser reprimidas y perseguidas por las autoridades», dijo Huang.
«Poco a poco empecé a creer que las noticias del PCCh son superficialmente glamurosas, donde en realidad hay muchos secretos oscuros que se ocultan, y los débiles e inocentes no tienen lugar para hablar», dijo Huang. «Por favor, vean claramente al PCCh y su maldad, y hay muchas cosas que merecen ser investigadas».
Por último, Huang dijo que estaba muy orgullosa de haberse liberado de los grilletes del PCCh, pero le preocupa que muchas personas en China sigan sin conocer la verdad y sigan engañados por el PCCh. También espera que más chinos se unan a ella y abandonen las organizaciones del PCCh y se aparten del mal para tener un futuro mejor.
Lin Tianzhong y Liu Qiaoling, otros dos que renunciaron al PCCh en la manifestación, dijeron que no les gusta la dictadura el partido único y que quieren que China continental tenga un sistema democrático como el de Estados Unidos.
Con informaciçon de Li Linzhao
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