Esta pandemia de COVID-19 es un territorio inexplorado. No tenemos ni idea de adónde va y cuándo podría terminar. Puede hacerle sentir miedo y sacudir su vida física, emocional y financieramente. Mucha gente se siente indefensa ante este virus que se mueve por nuestro país con una velocidad alarmante. Tomar medidas, por pequeñas que sean, puede darle una sensación de control en una situación que se siente completamente fuera de control.
En primer lugar, puede limitar su exposición a otras personas y al mundo exterior quedándose en casa y manteniendo las distancias cuando salga de su vivienda para ir al supermercado o a tomar una ráfaga de aire fresco. Segundo, puede tomar algunas medidas para aumentar su inmunidad. Aunque el virus COVID-19 afecta de forma diferente a personas de todas las edades y estados de salud, las estadísticas nos dicen que las personas con problemas de salud subyacentes y los adultos mayores corren un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves, hospitalización y muerte. Traducción: Una inmunidad deficiente es un factor en los resultados negativos.
Aunque tener un sistema inmunológico saludable puede no determinar si se contrae o no el coronavirus, puede jugar un papel en que tan enfermo usted se ponga si lo contrae. Para entender cómo reforzar la inmunidad, podemos ver las enseñanzas fundamentales de la medicina china. Aunque esto pueda parecer irónico, ya que China es el punto de partida de esta pandemia, su medicina tradicional tiene una rica y matizada historia en el tratamiento de enfermedades febriles (aquellas que involucran calentura).
En la medicina china, la función inmunológica se considera como algo parecido a una burbuja protectora que protege de los patógenos potencialmente dañinos que vienen del entorno exterior (virus, bacterias, polen, etc.) y que enferman. Esta burbuja protectora se llama Wei Qi, y cuando es fuerte, lo mantiene sano luchando contra la enfermedad. Desafortunadamente, cuando su Wei Qi es débil, muchos bichos desagradables pueden atravesar su burbuja, causando resfriados, gripe y otras enfermedades.
Durante esta pandemia de coronavirus, ¿hay alguna manera de fortalecer su inmunidad? La respuesta es sí. Debido a que la función inmunológica se considera un tipo de Qi, o energía, tener una energía fuerte en general protege. O para decirlo de otra manera, si se agota o se pierde, la energía que se utiliza para protegerlo también se acaba. Sabiendo esto, hay algunas cosas que puede hacer para salvaguardar su inmunidad.
Descanse lo suficiente. Esto se traduce en dormir lo suficiente y no quedarse sin energía. Su cuerpo se cura y rejuvenece por sí mismo mientras duerme. Si la calidad de su sueño se ve comprometida, su inmunidad se ve afectada.
Cuide sus pulmones. Espere… ¿qué? En la medicina china, los pulmones están estrechamente relacionados con el sistema inmunológico, porque con cada respiración entran en contacto con el mundo exterior. Esto significa que sus pulmones están expuestos primero y tienen la tarea de neutralizar los patógenos dañinos. Considerados como el órgano más externo, sus pulmones son el protector del exterior de su cuerpo; esa burbuja protectora llamada Wei Qi.
Piénsenlo; ¿el primer órgano afectado por el virus COVID-19? Sus pulmones. Tener pulmones sanos, entonces, es una manera de aumentar su inmunidad. Respire profundamente y relajadamente; haga ejercicio; evite respirar aire realmente frío; y durante esta pandemia actual, el uso de una mascarilla es una forma de mantener sus pulmones lo más saludables posible.
Coma buena comida. Su energía se basa en los alimentos y nutrientes que consume. Lo ideal es consumir diariamente muchas frutas y verduras de colores (que están repletas de vitaminas), granos enteros y pequeñas cantidades de proteínas. Evite muchos alimentos azucarados que puedan promover la inflamación y alimentos muy grasos o ricos en grasas que puedan dificultar su digestión. Y manténgase alejado de los alimentos empaquetados o procesados, que suelen ser desperdicios nutricionales.
Reduzca su estrés. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo mientras se preocupa por este virus, sus seres queridos y las consecuencias financieras. Sin embargo, el estrés, especialmente el estrés no controlado a largo plazo, también tiene un impacto negativo en muchos de los sistemas de su cuerpo, incluyendo la inmunidad. Durante la respuesta de lucha o escape asociada con las situaciones de estrés, su cuerpo baja el volumen de los sistemas que no necesita en el momento de lidiar con el estrés. La inmunidad pasa a un segundo plano hasta que el estrés desaparece. Desafortunadamente para muchos de nosotros, el estrés es una parte regular de nuestras vidas, así que la inmunidad se deja de lado indefinidamente. Lidiar con el estrés modificando las situaciones estresantes a largo plazo o ralentizando el ritmo de trabajo ayudará en última instancia a fortalecer su inmunidad.
Salga al aire libre. Mejor aún, dé un paseo por el bosque o el parque, si es posible. Varios estudios de investigación han descubierto que caminar en un entorno boscoso puede disminuir el estrés, reducir el cortisol (una hormona del estrés), disminuir la presión arterial y, de hecho, aumentar la inmunidad.
La conclusión es que durante esta época del virus COVID-19, cuando sienta que no tiene control, hay un par de cosas que puede hacer. Esto incluye mantenerse alejado de los demás para disminuir el riesgo de transmisión y cuidarse muy bien como una forma de reforzar su sistema inmunológico.
Lynn Jaffee es acupuntora licenciada y autora de «Pasos simples: El camino chino hacia una mejor salud». Este artículo fue publicado originalmente en AcupunctureTwinCities.com
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