A medida que se prolongan los resultados de las actuales elecciones presidenciales, se han descubierto suficientes anomalías que «ameritan una investigación seria», según Rich Higgins, exdirector de Planificación Estratégica del Consejo de Seguridad Nacional (NSC).
Entre las preocupaciones en torno a las elecciones están «las anomalías de Twitter, los votos que aparecen en medio de la noche, los recuentos infinitos, dijo Higgins en una entrevista reciente en el programa «Crossroads» de The Epoch Times.
“Hay mucha evidencia allí que requiere más investigación” y existen medidas constitucionales para hacerlo, dijo Higgins. Los legisladores estatales pueden actuar si se descubren violaciones o irregularidades en el proceso de votación, pero ellos necesitarán evidencia para hacer eso.
A Higgins le gustaría que la administración Trump brindara “un mensaje más conciso y coherente” sobre la situación electoral.
Específicamente, a Higgins le gustaría que la administración aborde «la campaña de desinformación que hemos visto desde hace un año y medio en la prensa en lo que respecta a las elecciones».
“De todas las cosas que más me ha sorprendido que vi en los últimos días, es que la prensa inclina incesantemente la balanza al (…) proveer una narrativa por un lado, y luego la distribución selectiva de información por otro lado. (…) No solo te están mintiendo, también te están ocultando información. Realmente es repugnante”, dijo Higgins.
Higgins advirtió contra el estado profundo
Higgins fue despedido del NSC en 2017 por emitir un memo (texto publicado por Foreign Policy) que advertía sobre una operación de guerra política lanzada por burócratas atrincherados en la comunidad de inteligencia de EE. UU.
«La administración Trump está sufriendo bajo las devastadoras campañas de información diseñadas para primero socavar, luego deslegitimar y finalmente destituir al presidente», escribió Higgins en su memorando destinado únicamente para uso interno. Su esperanza era que el memo «ayude al presidente y comprenda lo que le sucedió en un contexto más completo».
Higgins advirtió en su memorando que estas campañas no son «luchas internas partidistas normales de D.C. y relaciones adversas con los medios (…) sino más bien una guerra política a un nivel sin precedentes que está abiertamente involucrada en apuntar directamente a un presidente en funciones a través de la manipulación del ciclo de noticias».
Higgins explicó en la entrevista con The Epoch Times que por “guerra política”, él se refería al sentido maoísta del término.
La guerra política es un componente del concepto de insurgencia maoísta. “Las metodologías maoístas emplean acciones violentas y no violentas sincronizadas que se centran en la movilización de individuos y grupos para la acción. Este enfoque prevé el uso directo de artes y tácticas operacionales no violentas como elementos del poder de combate”, escribió Higgins en el memo.
La situación política interna de Estados Unidos está completamente informada por la situación estratégica china, dijo Higgins y agregó que la estrategia de China detrás de la iniciativa La Franja y La Ruta «es nada menos que la unificación de la masa continental euroasiática, bajo un Imperio económico controlado por China». China tiene muchos aliados dentro de Estados Unidos, de Wall Street y de corporaciones estadounidenses.
Esta guerra política llevó al crecimiento de la izquierda dentro de Estados Unidos que se infiltró incluso en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Justicia, instituciones que “en el pasado habrían sido ciudadelas de Occidente, ciudadelas de la civilización occidental”, y nadie esperaría tener simpatizantes comunistas en su interior, dijo Higgins.
Higgins llama a la burocracia no electa que se sirve a sí misma y no está en deuda con el pueblo estadounidense–el estado profundo. Sin embargo, no atribuye tal comportamiento a todos dentro de la burocracia. Hay miles y miles de patriotas en la burocracia que están igual de frustrados como el pueblo estadounidense con la oposición de izquierda y sus pensamientos y decisiones políticamente correctos, dijo Higgins.
Transición del poder a Donald Trump
Higgins pasó 20 años trabajando en la burocracia, pero la transición de poder luego de las elecciones de 2016 fue diferente, dijo. La narrativa sobre la colusión de la campaña de Trump con Rusia estaba aumentando y estaba siendo presionada, los republicanos que estaban activos en el movimiento «Nunca Trump» estaban buscando su camino hacia la administración, dijo Higgins.
Higgins tuvo claro que se estaba llevando a cabo una operación y que «la comunidad de inteligencia tenía un papel directo en ella». “La escala era muy grande (…) no eran dos o tres agentes deshonestos. (…) Estos fueron esfuerzos de toda la agencia, de toda la agencia interna que se llevaron a cabo”, dijo Higgins.
“Ni siquiera estoy convencido de que hoy, después de un año, año y medio de investigación por [el fiscal federal de Connecticut, John] Durham, todos comprendan completamente lo que sucedió porque fue muy grande”, añadió Higgins.
Durante su mandato de 20 años, Higgins se comenzó a preocupar durante la administración Bush: «Vi un intento de suspender la realidad y de empujar las narrativas al ciclo de toma de decisiones hasta el punto en que impactaban las operaciones sobre el terreno, francamente, consiguiendo que la gente sea asesinada”, dijo.
“Ese problema empeoró 10 veces más bajo la administración de Obama, donde incluso cuestionar un tema (…) o un punto de vista, era encontrarse al descubierto, perseguido, investigado, estrangulado”, agregó Higgins.
Higgins ha escrito el libro titulado “The Memo: Twenty Years Inside the Deep State Fighting for America First” publicado en septiembre.
Higgins escribió el libro con la intención de mostrar que él no es un conspiranoico, y cómo alguien dentro del sistema con experiencias únicas que “tuvo algunos puntos de vista realmente únicos durante los últimos 20 años, podría llegar a ser […] un patriota de MAGA [Make America Great Again] que tomó la ‘píldora roja'».
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