Inserto sobre Pinochet en El Mercurio causa revuelo en Chile

Por Mamela Fiallo Flor
13 de septiembre de 2019 8:52 PM Actualizado: 14 de septiembre de 2019 1:00 AM

El golpe militar que terminó con el gobierno de Salvador Allende agita emociones contrapuestas en la memoria de América Latina, en especial de Chile.

Por eso, un inserto en el periódico El Mercurio, que se respalda en datos históricos para afirmar que Chile se salvó de convertirse en lo que es hoy Venezuela, causa un revuelo a tal punto que hasta amenazaron al diario con acciones legales y nació una revuelta interna para promover la censura.

Lorena Pizarro, presidente de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos, amenazó con tomar acciones legales contra El Mercurio por publicar el texto.

Y afuera de las instalaciones de El Mercurio, empleados del diario sostuvieron carteles indicando «NO AL INSERTO». A través de redes sociales, el Colegio de Periodistas exclamó que la prensa no puede promover el negacionismo.

En respuesta, civiles chilenos sostuvieron que el término negacionismo también aplica al hecho de desconocer las instancias que llevaron al golpe militar, como la miseria en la que vivía Chile y la ruptura del orden institucional republicano que quebró Salvador Allende.

PanAm Post se comunicó con uno de los 75 firmantes del inserto, Antonio Arroyo Simonetti, representante del Movimiento Nueva Derecha, para conocer la importancia de dar visibilidad a sucesos históricos en la prensa.

Exclama que existe hoy en día un discurso hegemónico y de izquierda, el cual es negacionista al tapar parte de la historia, esa que no les conviene. La importancia radica en que visibilizando toda la historia se puede aprender de ella y no volver a lo mismo.


«El 11 de septiembre de 1973 Chile se salvó de ser como es hoy Venezuela», afirma el titular del polémico inserto. Allí se detalla que Salvador Allende utilizó la violencia y la ilegalidad para imponer una dictadura marxista leninista.

“La violencia revolucionaria es inevitable y legítima… Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico y a su ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del Estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista”, cita el texto como parte del Acuerdo Político del Partido Socialista aprobado en su Congreso de 1967 en Chillán.

Por su parte, el Secretario General del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), Miguel Enríquez, dijo en 1972 que «los revolucionarios y los trabajadores deben de inmediato extender las tomas de fábricas y fundos, multiplicar las tareas de defensa, impulsar el poder popular como gobierno local, autónomo de los poderes del estado… Todas las formas de lucha se harán legítimas».

En consecuencia, a raíz de que Allende decretó la expropiación sin indemnización de más de 3 millones de hectáreas (una cuarta parte del terreno cultivable), para avanzar con la redistribución de la riqueza, como dicta el socialismo, 1 200 chilenos murieron a causa de los enfrentamientos con los grupos armados que ocuparon fincas y asesinaron tanto a propietarios de viviendas como a empleados de fábricas que se oponían a la entrada por la fuerza de los comunistas.

Una vez expropiadas, las dividían entre los militantes de Unidad Popular o formaban cooperativas.

«Tienen que morir un millón de chilenos… con menos muertos no va a resultar»

Así lo explica el Comandante Pepe, del MIR, citado en el libro Allende, Thank You: “Tomarnos los campos y los pueblos del sur, violentamente si es necesario, mientras en Santiago el MIR se toma la ciudad y bajan a unirse con nosotros a medio camino”.

“¡Claro que violentamente! Tiene que morir un millón de chilenos para que el pueblo se compenetre de la revolución y ésta se convierta en realidad. Con menos muertos no va a resultar”.

Incluso el sobrino de Salvador Allende, Andrés Pascal Allende, celebrando el Aniversario 54 de la Fundación del MIR exclamó:

Fidel (Castro) había dicho que si había golpe nos daba las armas. Entonces agarramos las camionetas y nos fuimos a la embajada cubana a decirle al embajador —Fidel nos dijo esto— ¡entréguennos las armas!, ¡queremos llevarnos las armas!… Total, no nos entregan las armas… nos quedamos con las 300 armas porque las sacamos después, clandestinamente… pero ya estábamos en el golpe, el partido estaba totalmente desarticulado… de usar esas armas, como no fuera las que usó Miguel para resistir, o los enfrentamientos en Malloco y otros lugares, y algunas que usamos del 78 para adelante…

Altos líderes de opinión validaron la necesidad del pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973

En defensa del accionar militar, el inserto compiló testimonios de líderes políticos. Entre ellos, el 18 de septiembre de 1973, el expresidente Gabriel González Videla, en el Tedeum de la Gratitud Nacional declaró: “No tenemos palabras con que agradecerle a las Fuerzas Armadas de Chile de habernos salvado de las garras del comunismo, estábamos todos a punto de perecer dada la organización paramilitar que ellos tenían organizada”.

«La acción de las Fuerzas Armadas se anticipó (al autogolpe) para salvar al país de caer en una guerra civil o en una tiranía comunista», dijo en el mismo mes el Senador Patricio Aylwin, presidente del Partido Demócrata Cristiano, en entrevista con la TV Española.

“El Gobierno de Allende había agotado, en el mayor fracaso, la vía chilena hacia el socialismo, y se aprestaba a consumar un autogolpe para instaurar por la fuerza la dictadura Comunista. En estas circunstancias, pensamos que la acción de las Fuerzas Armadas simplemente se anticipó a ese riesgo para salvar al país de caer en una guerra civil o en una tiranía comunista”.

Asimismo, el 10 de Octubre de 1973, el presidente Eduardo Frei Montalva, en declaraciones al diario ABC de España dijo que “el marxismo, con conocimiento y aprobación de Allende, había introducido en Chile innumerables arsenales, que se guardaban en viviendas, oficinas, fábricas, almacenes…”.


“Los militares han salvado a Chile y a todos nosotros, cuyas vidas no son ciertamente tan importantes, como las de Chile, pero son vidas humanas”, agrega: “La guerra civil estaba perfectamente preparada por los marxistas. Y esto es lo que el mundo desconoce o no quiere conocer”.

Por último, “…frente a una situación realmente insoportable y ante la imposibilidad de encontrar una salida política a la encrucijada y una rápida salida jurídica al diferendo constitucional, las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile creyeron de su deber poner en ejercicio sus atribuciones de guardadores de la seguridad interna y externa de la Nación. El 11 de septiembre puso término a un Gobierno que verdaderamente se había convertido en ilegítimo por sus excesos y atropellos…”, dijo el presidente del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán.

La tragedia de Chile ayer es la tragedia de Venezuela hoy, concluye el inserto.

Finalmente, el hecho que haya un llamado para censurar a la prensa y atacar a los medios que otorgan libertad de expresión para publicar un compilado histórico va alineado con los ideales de los defensores del socialismo que buscaba Allende.

Como decía el referente marxista, Ernesto el Che Guevara, «hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con la libertad de prensa».

Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.

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