La Universidad de Florida anunció recientemente la creación del Instituto de Semiconductores de Florida (FSI, por sus siglas en inglés), un campus y una red estatal para establecer infraestructuras críticas en el Estado del Sol y convertirlo en líder mundial en la fabricación de microchips durante una escasez internacional de chips.
Según el FSI, el proyecto pretende liderar, asesorar y coordinar con Florida todos los asuntos relacionados con los semiconductores, o microchips: su diseño, fabricación e implementación.
El instituto espera hacer de Florida un lugar atractivo para los inversores y crear más de 10,000 nuevos puestos de trabajo en el sector.
El FSI utilizará el departamento de ingeniería y el profesorado de la UF para formar una nueva mano de obra de profesionales líderes mundiales en la producción de microchips mientras el estado amplía su infraestructura actual.
Estas asociaciones público-privadas son el objetivo central del FSI, según el director del programa, el Dr. Volker J. Sorger.
Según S&P Global, la industria de los microchips antes dle COVID funcionaba con una «estrategia de inventario justo a tiempo», en la que las empresas satisfacían la demanda sin almacenar reservas.
Pero la pandemia de COVID cambió radicalmente el sector de los microchips.
Al principio, los fabricantes de automóviles redujeron la producción, previendo una caída de las ventas. Después, el aumento de la demanda de productos electrónicos de consumo, como consolas de videojuegos y computadoras para trabajar a distancia, empujó a las fundiciones de microchips a dedicar una producción crucial a los chips para automóviles, según S&P Global.
Cuando las empresas automovilísticas reanudaron su capacidad de producción normal, la tambaleante industria del microchip no pudo satisfacer la demanda.
El Congreso respondió con la ley bipartidista CHIPS y Ciencia de 2022, un paquete de gastos de 280,000 millones de dólares destinado a reforzar la infraestructura de microchips del país y convertirlo en un competidor global de China, según Forbes.
El proyecto de ley asigna 52,700 millones de dólares en subvenciones para la fabricación de microchips en Estados Unidos y otros 1500 millones para el «desarrollo tecnológico de empresas estadounidenses dependientes de las telecomunicaciones extranjeras».
«El objetivo de la Ley CHIPS es impulsar la innovación y la competitividad de Estados Unidos y revitalizar la fabricación nacional de semiconductores», declaró a The Epoch Times un portavoz de SkyWater, una de las principales fundiciones nacionales de chips.
«Estados Unidos ha pasado gran parte de los últimos 30 años deslocalizando la fabricación de semiconductores, y hemos llegado a un punto crítico en el que restablecer una sólida cadena de suministro nacional es una prioridad nacional».
SkyWater colabora directamente con FSI en el desarrollo de la mano de obra y las tecnologías de «envasado avanzado».
Los microchips representan el quinto sector exportador de Estados Unidos y mantienen un cuarto de millón de empleos directos y otro millón de empleos indirectos, según Intel, uno de los mayores fabricantes de microchips del mundo.
Pero Intel afirma que el país se ha quedado rezagado: en 1990, Estados Unidos producía el 37% de los microchips del mundo. En 2021, esa cifra se redujo al 12 por ciento.
Intel invertirá más de 43,500 millones de dólares para ampliar las operaciones de fabricación de chips del país, incluida la creación de una operación de fundición a gran escala de 20,000 millones de dólares en Arizona y una inversión de producción de 3500 millones de dólares en Nuevo México.
Sin embargo, según el Dr. Sorger, Florida ya es líder en el diseño de microchips y «paquetes», que son estructuras que protegen los chips de daños y también permiten que semiconductores como las CPU se monten directamente a mano en las placas base de las computadoras.
Florida cuenta con la quinta mayor plantilla de semiconductores del país, y FSI planea duplicarla en los próximos 10 años, dijo el Dr. Sorger.
El Estado del Sol sólo está por detrás de California, Oregón, Arizona y Texas
Lo único que le falta a Florida, dijo, son fundiciones de fabricación de chips de gran volumen.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el 19 de septiembre que Florida invertirá 50 millones de dólares en «desarrollo de mano de obra de vanguardia» para ayudar al crecimiento de la fabricación de microchips en el estado.
«Florida se está convirtiendo rápidamente en el centro mundial para la fabricación de semiconductores en las industrias espacial y de defensa», dijo el Sr. DeSantis en un comunicado de prensa.
«Al dedicar 50 millones de dólares para ampliar nuestras capacidades de fabricación, estamos fortaleciendo la cadena de suministro de Florida y asegurando que Florida mantiene una economía fuerte que apoya a las familias de Florida».
Florida es también el tercer estado del país en establecimientos de semiconductores, según el Secretario de Comercio de Florida, J. Alex Kelly.
Esta cifra contabiliza todo el sector de los microchips —especialmente la investigación y el diseño— y no sólo la producción y la fabricación.
Pero ampliar la producción de microchips no es tarea sencilla, según el Dr. Sorger.
Aunque Florida ya es líder en tecnología de microchips del Departamento de Defensa, en parte debido a la presencia militar y de la NASA en el estado, el crecimiento se basa en la mano de obra implicada, dijo.
Gran parte de la fabricación de microchips depende de un trabajo manual que puede y debe automatizarse, según el Dr. Sorger.
Una vez que las empresas creen tecnología para automatizar el resto de la cadena de montaje de semiconductores, será mucho más fácil para Florida y Estados Unidos dominar la producción de microchips.
China y Taiwán son los líderes internacionales en la exportación de semiconductores.
El Dr. Sorger dijo que las diferencias políticas entre Estados Unidos y China dan a Estados Unidos una ventaja única para situarse al frente de la cadena de suministro mundial.
«La libertad que ofrece este país fomenta intrínsecamente la creatividad, y punto», afirmó. «Si es de arriba abajo, te limitas a hacer lo que te dicen y te quedas estancado en tus costumbres».
Este espíritu de libre creatividad impulsa muchos de los avances tecnológicos que se observan en la industria de los semiconductores, dijo el Dr. Sorger.
Confía en que Estados Unidos pueda utilizar esta ventaja para superar en ingeniería a países como China, Taiwán y Japón.
Pero Estados Unidos no puede lograr este objetivo en dos o tres años, dijo.
«Ahora mismo estamos hablando de una visión a 10 años. Pero dentro de 10 años, si me preguntaran si veo a Estados Unidos convertido en líder de la fabricación, diría que absolutamente».
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