Los adversarios extranjeros intensifican sus esfuerzos para influir en los votantes estadounidenses y probablemente intentarán socavar la confianza en el proceso democrático hasta el día de la investidura, según una nueva evaluación de la comunidad de inteligencia, publicada a dos semanas de las elecciones presidenciales.
Según una actualización de seguridad de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) y un memorando desclasificado del Consejo Nacional de Inteligencia, ambos difundidos el 22 de octubre, las campañas de influencia extranjera, que incluyen el uso de inteligencia artificial (IA) para generar contenidos divisivos, se intensificarán al acercarse el día de las elecciones y continuarán después del cierre de las urnas hasta la toma de posesión en enero.
«Los actores extranjeros, particularmente Rusia, Irán y China, mantienen su intención de avivar narrativas divisivas para separar a los estadounidenses y minar su confianza en el sistema democrático de Estados Unidos, de acuerdo con lo que consideran beneficia sus intereses, mientras sus tácticas siguen evolucionando», indica la actualización de seguridad.
Las publicaciones en redes sociales, algunas probablemente mejoradas o completamente generadas por IA, se identificaron como el tipo más común de operación de influencia electoral por parte de adversarios extranjeros.
Como ejemplo, la ODNI señaló que actores de influencia rusos fabricaron y amplificaron contenido falso que afirmaba que el gobernador de Minnesota, Tim Walz, candidato demócrata a la vicepresidencia, participó en actividades ilegales durante su carrera anterior. Aunque el informe no especifica detalles, podría relacionarse con afirmaciones que circulan en redes sociales sobre que Walz agredió sexualmente a un estudiante cuando era profesor de secundaria.
«Última hora: El exalumno de Tim Walz, Matthew Metro, lanza una acusación impactante: afirma que Walz lo agredió sexualmente en 1997, cuando era su profesor en Mankato West High School. Metro cursaba el último año. Si esto es cierto, representa un terremoto político», dice una publicación del 16 de octubre en X, que compartía un video (ahora eliminado) de un hombre haciendo acusaciones de agresión sexual.
El verdadero Matthew Metro declaró a The Washington Post que el hombre del video no era él y que nunca tuvo tal interacción con Walz. Además, el hermano del hombre, Micheal Metro, confirmó a AFP que el video que circulaba «definitivamente no era él».
Darren Linvill, codirector del centro forense de medios de la Universidad de Clemson, explicó a WIRED que el video parecía ser un deepfake con las características de Storm-1516, un grupo que Microsoft describió como una «granja de trolls alineada con el Kremlin» que ha publicado varios deepfakes, incluido uno sobre la supuesta participación de la vicepresidenta Kamala Harris en un accidente con fuga.
El equipo de evaluación de amenazas de Microsoft publicó un informe el 23 de octubre que coincide con la actualización de la ODNI, pero proporciona más detalles sobre las campañas de desinformación de China, Irán y Rusia, incluyendo un video deepfake mejorado por IA vinculado a Storm-1516 que acusa a Harris de caza furtiva ilegal en África.
A pesar de la intensificación de los esfuerzos de influencia, la actualización de seguridad de la ODNI enfatiza que no existen pruebas de que actores extranjeros hayan intentado interferir en el conteo de votos o en los procesos de administración electoral.
«Incluso si lo intentaran, los actores extranjeros casi con certeza no podrían manipular los procesos electorales a una escala que impactara materialmente el resultado de las elecciones presidenciales sin ser detectados», afirma la actualización de seguridad.
Este mensaje coincide con declaraciones anteriores de Jen Easterly, directora de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA), quien indicó a principios de octubre que los sistemas electorales estadounidenses son tan seguros que los adversarios extranjeros no podrán manipular el resultado de las elecciones presidenciales de 2024 de manera «material».
Además, la comunidad de inteligencia evaluó que los actores extranjeros realizarán, como mínimo, operaciones de información desde el día de las elecciones hasta el día de la toma de posesión, según la actualización de seguridad de la ODNI y el memorando desclasificado del Consejo Nacional de Inteligencia.
«También podrían considerar incitar disturbios y ejecutar operaciones cibernéticas localizadas para alterar la infraestructura electoral», indica el memorando. «Sin embargo, consideramos que las operaciones que podrían afectar la votación o los conteos oficiales son menos probables porque resultan más difíciles y conllevan mayor riesgo de represalias estadounidenses».
Los adversarios extranjeros, que según el memorando están «mejor preparados» que en ciclos electorales anteriores para realizar operaciones de influencia después de la jornada electoral, «casi con certeza» ejecutarán este tipo de operaciones tras el cierre de las urnas.
Su objetivo principal es sembrar dudas sobre la integridad de las elecciones de noviembre y crear confusión y fricción general en torno a los procesos democráticos en Estados Unidos. Otros objetivos incluyen obtener datos de registro de votantes e información no pública sobre funcionarios electorales locales, que podrían explotar en futuras operaciones cibernéticas o de influencia.
«El interés persistente de los adversarios de Estados Unidos en socavar la democracia estadounidense sugiere que será difícil disuadirlos de participar durante el período postelectoral», indica el memorando.
Las advertencias contenidas en la actualización de seguridad del ODNI y en el memorando del Consejo Nacional de Inteligencia coinciden con las realizadas por el FBI y la CISA el 18 de octubre, que alertaron sobre las operaciones de influencia asistidas por IA dirigidas contra las elecciones estadounidenses.
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