Una operación de Interpol contra una red de tráfico de migrantes y trata de personas en América Latina, dejó un saldo de 216 personas detenidas y se identificaron a más de 10,000 migrantes ilegales procedentes de 61 países diferentes.
La intervención, que llevó el nombre Operación Turquesa III, fue realizada entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre por la Interpol, una organización intergubernamental de policía criminal que cuenta con 194 países miembros y tiene su sede en Lyon, Francia.
En la operación participaron organismos policiales de 34 países que trabajaron en conjunto para desmantelar las redes delictivas que operan en todo el continente Americano dedicadas a trasladar a hombres, mujeres y niños vulnerables a través de las fronteras con fines lucrativos, informó el organismo.
Los agentes involucrados en la intervención rescataron a 127 víctimas de trata de personas sometidas a trabajo forzado y explotación sexual.
«INTERPOL y sus socios siguen siendo infatigables en su misión colectiva de proteger a las personas vulnerables frente a los grupos delictivos. Cada operación refuerza nuestra red, y amplía nuestra capacidad de acción contra la delincuencia organizada», dijo el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, un policía alemán veterano que cumple su segundo cargo desde 2014.
«Trabajando juntos desmantelamos estructuras delictivas, cortamos las principales fuentes de beneficios y, lo que es más importante, rescatamos a víctimas inocentes», agregó.
Para llevar a cabo la ejecución de la Operación Turquesa III, las autoridades revisaron cerca de 65,000 controles de las bases de datos de Interpol a través de los puntos fronterizos aéreos, terrestres y marítimos.
La operación permitió que las autoridades de México decomisaran 19,370 pasaportes en blanco, uno de esos pasaportes fue detectado posteriormente en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, cuando fue sorprendido un ciudadano cubano procedente de Panamá que intentaba entrar en el país.
Tráfico de menores
El informe destacó que gracias a la Operación Turquesa III se logró desmantelar una organización criminal llamada «Casa Inglesa» que se dedicaba a la trata de niños para su explotación sexual en Bogotá, señalando que se destacó el número de niños trasladados por las fronteras a diferencia de las ediciones pasadas.
Sin embargo, no señaló una cantidad de los niños hallados por la operación.
El modus operandi de la organización criminal era captar a niños desde Venezuela, que eran ingresados en Ecuador a través de Colombia para su explotación sexual.
Con las operaciones se destacó la detención de 27 personas en El Salvador por delitos de abuso sexual de menores y trabajo infantil. la identificación de 11 posibles víctimas de trata de personas en Belice, entre ellas una madre hondureña y sus tres hijos.
Para lograr el objetivo la Interpol estableció dos puntos de control: uno en la Ciudad de México coordinando las operaciones, y otro en Barbados, siendo la unidad de apoyo regional de la CARICOM encargado de asuntos policiales y seguridad (IMPACS-CARICOM).
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