Las inundaciones en Birmania (también conocida como Myanmar) han causado la muerte de al menos 226 personas en poco más de una semana, según informaron el martes los medios de comunicación estatales, después de que las fuertes lluvias provocadas por el tifón Yagi azotaran las provincias centrales de este país del Sudeste Asiático devastado por la guerra.
Alrededor de un tercio de los 55 millones de birmanos necesitan ya ayuda humanitaria, tras el incesante conflicto desencadenado por el golpe de Estado de 2021, cuando los poderosos militares derrocaron al gobierno civil de la premio Nobel Aung San Suu Kyi.
Las zonas más afectadas por las inundaciones incluyen la segunda ciudad más grande, Mandalay, la capital, Naypyitaw, y partes del estado de Shan, una extensa provincia que ha sido escenario de intensos combates en los últimos meses.
Unas 77 personas siguen desaparecidas, según los medios de comunicación estatales.
«Se abrieron un total de 388 campamentos de socorro en nueve regiones y estados, y las personas donaron agua potable, alimentos y ropa», informó el Global New Light of Myanmar, el periódico del gobierno militar.
Solo en la región de Mandalay, unos 40,000 acres de tierra agrícola quedaron sumergidos y unas 26,700 casas resultaron dañadas por las fuertes lluvias e inundaciones, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también señaló que era difícil llegar a muchas de las regiones afectadas por las inundaciones, ya que varias carreteras estaban dañadas y las redes de telecomunicaciones y electricidad interrumpidas.
«Las zonas afectadas incluyen campamentos para personas desplazadas, incluidos niños, que ya tenían dificultades con servicios limitados debido al conflicto en curso», dijo UNICEF en un comunicado.
Impacto regional
El tifón Yagi, la tormenta más fuerte que ha azotado Asia este año, ha dejado un rastro de devastación en partes del sudeste asiático, matando al menos a 292 personas en Vietnam, donde tocó tierra.
En Tailandia, la tormenta provocó fuertes lluvias e inundaciones que anegaron ciudades del norte, incluso en la frontera con Birmania.
Según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres, desde el mes pasado han muerto en Tailandia al menos 45 personas por inundaciones y fenómenos relacionados con ellas, como corrimientos de tierra.
Al menos tres personas murieron y más de 440 familias fueron evacuadas en Laos, donde las inundaciones en ocho provincias también han anegado unas 7825 hectáreas de arrozales, según UNICEF.
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