Análisis de noticias
El número de cuentas verificadas de Twitter vinculadas a funcionarios del régimen chino se disparó en los últimos 18 meses, según investigadores que rastrean datos chinos.
La ironía, señalan, es que a pesar de la prohibición en China de Twitter, Facebook, YouTube y Google, el Partido Comunista Chino (PCCh) utiliza estas plataformas para tratar de influir y manipular a las audiencias extranjeras.
Los datos que salen de China corren el riesgo de contener inexactitudes intencionales, información incompleta, omisiones descaradas y una exageración flagrante de los resultados en cualquier área relacionada con el crecimiento y el desarrollo de China.
Ya sea en la gestión de los recursos hídricos, en los mensajes de los medios sociales o en la financiación de proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el régimen chino actúa deliberadamente con un coordinado secretismo y una intencionada falta de transparencia para avanzar en su agenda global a expensas de otros, dijeron los expertos en un evento organizado por Heritage Foundation el 18 de agosto.
«Desenterrarlo, sistematizarlo y analizarlo»
«Nadie llamaría a China transparente», dijo Walter Lohman, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. De hecho, «todavía estamos tratando de averiguar si van a tener su reunión anual de liderazgo en Beidaihe. Tal vez ya la han tenido y nadie lo sabe».
Por fortuna hay «buenos investigadores fuera de China» que se enfrentan al reto de encontrar y analizar hechos fiables de la montaña de fuentes oficiales que producen datos chinos, dijo Lohman. La iniciativa de transparencia en China de la fundación apoya a una empresa de investigación mundial que a estos datos está «tratando de desenterrarlos, sistematizarlos y analizarlos». Al reunir todas las investigaciones relacionadas con China en un solo lugar, y llamar la atención sobre ellas, el objetivo es exponer el comportamiento del PCCh.
Tal vez ningún tema resalte tanto la necesidad de encontrar datos precisos y completos como el control del río Mekong, es «uno de los ríos más amenazados del mundo», según Future Directions International (FDI), un instituto de investigación australiano independiente.
Esa amenaza se debe en gran medida al «rápido aumento» del número de grandes presas hidroeléctricas en funcionamiento, principalmente en China, que siguen el curso del río, informa la FDI.
Las represas le dan a China el poder de controlar las aguas del Mekong y a los 250 millones de personas de seis países del sudeste asiático que viven en su cuenca baja. El 80 por ciento de ellos dependen de este río «para su alimentación o sustento», añade.
Regan Kwan, un investigador asociado del Programa del Sudeste Asiático en el Centro Stimson, dijo que él y sus colegas usaron sofisticadas imágenes y otras tecnologías para probar que «durante un tiempo de severa sequía en la cuenca baja del Mekong en 2019 (…) las represas de China bloquearon o restringieron más agua que nunca mientras los países río abajo sufrían». Esto fue a pesar del hecho de que desde abril de 2019 hasta noviembre de 2019, la porción del Mekong superior de China recibió niveles de precipitación inusualmente altos, niveles que fueron suficientes no solo para haber prevenido cualquier nivel de sequía, sino para mantener a los países del sudeste asiático río abajo en niveles de agua por encima de su promedio normal, añadió.
China trata el tema como un secreto de estado, negándose a compartir información incluso con los países río abajo que son directamente afectados por las políticas y acciones de agua de Beijing, según Kwan.
Revelar los secretos de estado puede ser castigado con la muerte en China.
Promoviendo a Rusia e Irán
Al rastrear y analizar más de 600 cuentas de Twitter conectadas a embajadas, funcionarios, consulados, medios de comunicación estatales y a los propios embajadores chinos, Zack Cooper, de la Alianza para Asegurar la Democracia de la fundación German Marshall Fund, dijo que está descubriendo que los mensajes chinos se superponen y amplifican los mensajes procedentes de Rusia e Irán.
«Las principales historias de la semana pasada fueron todas sobre Rusia», dijo Cooper.
«En muchos casos, los mensajes de China, Rusia e Irán se sobreponen. No es realmente sorprendente. China ha estado impulsando el mensaje de que Rusia es la primera en entregar la vacuna. ¿Por qué? Para mostrar que los gobiernos autocráticos pueden, en teoría, ser efectivos para enfrentar una pandemia y especialmente para dirigirla a un público de Estados Unidos.
«Lo que vemos son cuentas gubernamentales que retuitean teorías de conspiración que en realidad provienen de Irán», añade Cooper.
Una de esas «locas teorías de conspiración» es que el COVID-19 comenzó en Fort Detrick en Estados Unidos, dijo.
Los ministerios del gobierno chino están ahora en modo de «desinformación activa», en Twitter, Facebook y otros lugares.
«Es un comportamiento totalmente diferente al que hemos visto antes del COVID. Es la mentalidad de guerrero lobo», dijo.
Financiación del proyecto La Franja y la Ruta
«A menudo los organismos gubernamentales que han asumido esta deuda no tienen realmente idea de los detalles de la transacción, me refiero a las condiciones del préstamo, la tasa de interés, etc.», dijo Siddhartha Ghose, director adjunto del programa Huellas de Desarrollo Transparente de AidData, refiriéndose a los proyectos que entran en el ámbito del vasto conjunto de proyectos que China ha patrocinado en todo el mundo bajo el amparo de su Iniciativa de La Franja y La Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), que se presenta como un programa para promover la «conectividad» regional y mundial.
El BRI es criticado por llevar a los países a trampas de deuda y por las condiciones de financiación, a menudo completamente opacas, en las que se desarrollan los proyectos.
«Nos hemos dado cuenta de la sofisticación de los acuerdos financieros en los que China se está metiendo, las asociaciones público-privadas, los acuerdos de préstamo maestro», dijo Ghose.
«No tenemos realmente una comprensión de cómo todos estos grandes dólares que salen de China están realmente impactando en el terreno».
Es importante proporcionar datos transparentes a los responsables de las políticas, añade Ghose, en lugar de su ausencia en la parte china de la ecuación, y «responder a una pregunta central: ¿Quién está financiando qué, dónde, a qué efecto(…) en las propuestas financieras de China para ganar influencia con otros países?»
«Me sorprendió descubrir al hablar con funcionarios de países como Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka que a menudo los funcionarios del ministerio de Energía no tienen ni idea sobre los términos reales que el ministerio está firmando» para los proyectos de energía hidroeléctrica financiados por China, dijo a continuación Ghose.
Tampoco «tienen ni idea del proceso de licitación competitiva(…) He visto esto en todas partes».
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