Irán está instalando miles de centrifugadoras avanzadas en instalaciones clave, lo que se anunció días después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresara su preocupación por la falta de transparencia y cooperación de Teherán en el área de salvaguardias nucleares.
El plan fue revelado por funcionarios iraníes el 27 de noviembre y detallado en un informe confidencial del OIEA fechado el 28 de noviembre. Esto ocurre tras una reprimenda de la Junta de Gobernadores del OIEA en un informe del 20 de noviembre, que criticó la falta de cooperación de Irán para abordar cuestiones de salvaguardias pendientes, incluidas explicaciones creíbles sobre los restos de uranio hallados en emplazamientos no declarados y la concesión de pleno acceso a los inspectores, tal y como exigen sus obligaciones internacionales.
Mohammad Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI), reveló los planes para instalar las nuevas centrifugadoras en declaraciones al medio de comunicación estatal iraní Press TV el miércoles.
«Hemos comenzado a alimentar con gas varios miles de centrifugadoras avanzadas y a ponerlas en funcionamiento como parte de los planes destinados al desarrollo del programa nuclear», declaró Eslami al margen de una reunión del gabinete. Reiteró que las actividades de Irán son «transparentes y pacíficas» y se llevan a cabo bajo la supervisión del OIEA y en consonancia con el Tratado de No Proliferación (TNP).
Como se detalla en el informe del OIEA del 28 de noviembre, los planes de Irán incluyen la instalación de más de 6000 centrifugadoras avanzadas IR-2M, IR-4 e IR-6 y la puesta en marcha de varias cascadas en las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de Fordow y Natanz. Estas centrifugadoras avanzadas pueden enriquecer uranio de forma mucho más eficiente que los antiguos modelos IR-1, lo que suscita preocupación sobre la capacidad de Irán para aumentar rápidamente los niveles de enriquecimiento si así lo decide.
El informe del OIEA indica que las nuevas centrifugadoras están diseñadas para enriquecer uranio sólo hasta el 5 por ciento de pureza, un nivel que se utiliza normalmente para la energía nuclear civil. Esta es una pureza considerablemente inferior a la del 60 por ciento que Irán ya está logrando en sus instalaciones de Fordow y Natanz y muy inferior al nivel de enriquecimiento de uranio apto para armas, de 90 por ciento de pureza. Aun así, la expansión de la capacidad de enriquecimiento de Irán puede considerarse un riesgo de proliferación nuclear, ya que las centrifugadoras avanzadas pueden ajustarse fácilmente para enriquecer uranio a una pureza mayor.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo en un comunicado que estaba «profundamente preocupado por el anuncio de Irán de que está eligiendo el camino de la intensificación continua en lugar de la cooperación con el OIEA».
«La continua producción y acumulación por parte de Irán de uranio enriquecido hasta el 60 por ciento no tiene ninguna justificación civil creíble», afirmó el departamento.
En declaraciones a Press TV, Eslami defendió los planes para instalar las nuevas centrifugadoras, diciendo que las actividades de enriquecimiento son una respuesta legal y transparente a la presión internacional.
«Irán siempre ha demostrado que favorece la interacción, pero nunca retrocederá ante la fuerza, la presión [y] la conducta ilegal e ilícita de la otra parte», dijo Eslami, agregando que los objetivos del país son claros y transparentes, y que «estamos avanzando en esa dirección».
Eslami también desestimó las acusaciones sobre actividades pasadas no declaradas, calificándolas de infundadas y fabricadas, y advirtió a las naciones occidentales que nuevas acusaciones serían contraproducentes.
El informe del OIEA del 20 de noviembre cuestiona las afirmaciones de Irán sobre una transparencia total y destaca varias cuestiones de salvaguardias pendientes que indican una falta de cumplimiento de las obligaciones internacionales.
Entre ellas, las más importantes fueron las preguntas relacionadas con dos lugares no declarados —Varamin y Turquzabad— donde se encontraron partículas de uranio de origen antropogénico. La Junta reiteró la importancia de que Irán proporcione explicaciones creíbles sobre el origen de esas partículas y aclare la ubicación de cualquier material o equipo nuclear asociado.
La junta también observó discrepancias en la contabilidad de Irán de los materiales nucleares en su Instalación de Conversión de Uranio (UCF). Si bien Irán proporcionó informes contables corregidos a principios de 2024, el OIEA identificó discrepancias que se remontan a experimentos de producción de uranio metálico entre 1995 y 2000. Estos materiales siguen sin contabilizarse, según el informe del 20 de noviembre.
«Si bien la evaluación técnica de la Agencia sobre la discrepancia permanece sin cambios, Irán y la Agencia continúan discutiendo formas de resolver el problema», afirmó la junta en el informe.
Otro asunto crítico que destacó la Junta fue la suspensión por parte de Irán de la aplicación del Código 3.1 modificado, una obligación legal que exige el suministro temprano de información sobre el diseño de nuevas instalaciones nucleares. A pesar de los recordatorios del OIEA de que el Código 3.1 no puede suspenderse unilateralmente, la Junta observó que Irán se ha negado a cumplirlo, lo que ha dejado aspectos clave de su programa nuclear envueltos en incertidumbre.
En una declaración que acompaña al informe, la Junta del OIEA instó a Irán a restablecer la plena aplicación del Código 3.1 y otros compromisos y a cooperar plenamente con el organismo para resolver todas las cuestiones de salvaguardias.
Reuters y The Associated Press contribuyeron a este artículo.
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