Tras los ataques con bípers y walkie-talkies que explotaron esta semana, Israel y Hezbolá intensificaron su guerra fronteriza durante la jornada del 19 de septiembre, sin llegar a una guerra terrestre total.
Los aviones y la artillería israelíes atacaron varios objetivos en el sur de Líbano durante la noche, mientras que Hezbolá disparó una nueva descarga contra el norte de Israel el jueves.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) informaron que alcanzaron objetivos de Hezbolá en seis ciudades libanesas, así como un almacén de armas de Hezbolá cerca de Khiam.
Fuentes de seguridad libanesas dijeron que hubo docenas de ataques en todo el sur del Líbano, siendo los bombardeos más intensos desde que comenzó la guerra del 7 de octubre de 2023.
Los medios de comunicación israelíes informaron que misiles antitanque de Hezbolá hirieron a varios civiles, pero no hubo confirmación oficial. Al parecer, uno de estos alcanzó un vehículo, hiriendo a varias personas que fueron atendidas en un hospital de Haifa.
Hezbolá disparó unos 20 proyectiles contra el norte de Israel, además de otros 10 contra su base del Monte Hermón, en los Altos del Golán, que cuenta con instalaciones de espionaje, vigilancia y defensa antiaérea.
El martes, cuando miembros de Hezbolá intentaban utilizar sus localizadores, estos explotaron, matando a nueve personas e hiriendo a más de 2800.
Muchos se encontraban en el bastión del grupo terrorista en los suburbios del sur de Beirut. También fueron atacadas personas en otros lugares de Líbano y en Siria. Entre las víctimas se encontraban el embajador iraní en Líbano y los hijos de algunos destacados dirigentes de Hezbolá.
El miércoles se produjo una segunda oleada de explosiones, relacionadas con radios portátiles, que causaron unos 25 muertos y varios centenares de heridos.
Israel no ha comentado ni se ha atribuido la autoría de los atentados con artefactos. Los expertos en seguridad afirman que es probable que el ataque fuera organizado por la agencia de espionaje israelí Mossad o por la Unidad 8200, la unidad secreta de alta tecnología de las IDF.
Algunos especulan que las baterías de los artefactos se sobrecargaron deliberadamente, provocando su explosión. Otros consideran que las explosiones fueron demasiado potentes y sugieren que lo más probable es que se fabricaran con entre 20 y 50 gramos de explosivo plástico. A muchas víctimas les volaron los dedos, quedaron ciegas al levantar los dispositivos para leerlos o sufrieron heridas cerca de la cintura y el vientre.
El jueves, unos reactores sobrevolaron Beirut a baja altura, provocando estampidos sónicos durante un discurso del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
También se intensificó la guerra verbal. Nasralá calificó los ataques con bípers y walkie-talkie de «acto terrorista» y declaración de guerra contra la soberanía libanesa y su pueblo.
Nasralá desafió a Israel a atacar.
«El insensato jefe del Mando Norte de Israel habla de una zona de seguridad dentro del territorio libanés. Estamos esperando a que entren en territorio libanés», dijo el líder de Hezbolá en un discurso televisado.
«Estamos esperando vuestros tanques, y veremos esto como una oportunidad histórica».
El líder de Hezbolá dijo que se había puesto en contacto con el gobierno israelí.
«El martes recibí mensajes de Israel para detener los ataques», declaró el líder. «De lo contrario, habría otro ataque el miércoles».
Nasralá declaró que la única manera de que cesen los ataques de Hezbolá y de que los residentes israelíes regresen a sus hogares es «detener la agresión a la Franja de Gaza y Cisjordania».
Hezbolá «ha convertido el sur de Líbano en una zona de combate», afirmaron las IDF. «Durante décadas, Hezbolá ha convertido en armas las casas de civiles, ha excavado túneles bajo ellas y ha utilizado a los civiles como escudos humanos».
Los dirigentes israelíes incluyeron formalmente la recuperación del norte del país entre sus objetivos de guerra. Eso permitiría a miles de residentes volver a casa. Ellos fueron evacuados debido a los ataques con cohetes de Hezbolá tras el inicio de la guerra del 7 de octubre de 2023. El grupo terrorista ha mantenido el bombardeo casi todos los días desde entonces.
Aunque están sometidos a presiones internacionales para que no intensifiquen los combates, los dirigentes israelíes dijeron que harán lo que sea necesario para asegurar el norte. Una de las mejores unidades del ejército israelí, la 98 División, compuesta por comandos de élite y paracaidistas, fue trasladada de Gaza al frente norte. El grupo fue el que encabezó los combates en Jan Yunis.
Aunque los combates diarios entre Israel y Hezbolá se han recrudecido en múltiples ocasiones, han tenido cuidado de evitar una guerra total.
Esto puede estar cambiando.
«No se hace algo así, golpear a miles de personas, y pensar que no va a haber guerra», dijo el general de brigada retirado israelí, Amir Avivi, que dirige el Foro de Defensa y Seguridad de Israel, un grupo de excomandantes militares de línea dura.
«¿Por qué no lo hicimos durante 11 meses? Porque aún no estábamos dispuestos a ir a la guerra. ¿Qué ocurre ahora? Israel está listo para la guerra».
«La misión está clara», dijo el general de división Ori Gordin, jefe del Mando Norte de Israel. «Estamos decididos a cambiar la realidad de la seguridad lo antes posible».
Una encuesta realizada a finales de agosto por el Israel Democracy Institute, un grupo de analistas de Jerusalén, reveló que el 67% de los encuestados judíos pensaba que Israel debía intensificar su respuesta a Hezbolá. El 46% creía que Israel debía lanzar una ofensiva en profundidad contra las infraestructuras libanesas, y el 21% prefería una respuesta intensificada a falta de ello.
«Hay mucha presión (…) para ir a la guerra y ganar», dijo Avivi. «A menos que Hezbolá diga mañana por la mañana: ‘De acuerdo, hemos recibido el mensaje. Nos retiramos del sur del Líbano’, la guerra es inminente».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas
noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
