BEIRUT —Israel mató el martes a un alto mando de Hezbolá como parte de una campaña de bombardeos de dos días que ha dejado más de 560 muertos y provocado que miles de personas del sur del Líbano busquen refugio ante el creciente conflicto.
Con los dos bandos al borde de la guerra total, el grupo terrorista Hezbolá lanzó el martes docenas de cohetes contra Israel, apuntando a una fábrica de explosivos, lo cual hizo que las familias huyeran a refugios antiaéreos.
Las familias que huyeron del sur del Líbano acudieron en masa a Beirut y a la ciudad costera de Sidón, durmiendo en escuelas convertidas en refugios, así como en coches, parques y a lo largo de la playa. Algunos intentaron salir del país, provocando un atasco en la frontera con Siria.
Issa Baydoun huyó del pueblo de Shihine cuando fue bombardeado y se dirigió a Beirut con su familia. Durmieron en vehículos al borde de la carretera porque los refugios estaban llenos.
«Tuvimos muchos problemas en la carretera para llegar hasta aquí», dijo Baydoun, que rechazó la afirmación de Israel de que solo atacó objetivos militares. «Evacuamos nuestras casas porque Israel apunta a civiles y los ataca».
Los voluntarios cocinaron comidas para las familias desplazadas en una gasolinera vacía de Beirut que se convirtió por primera vez en un centro de ayuda tras la devastadora explosión de un puerto en 2020.
Israel declaró a última hora del martes que aviones de combate habían llevado a cabo «amplios ataques» contra armas y lanzacohetes de Hezbolá en el sur del Líbano y en la región de la Bekaa, al norte.
Preguntado por la duración de las operaciones de Israel en Líbano, el portavoz militar, contralmirante Daniel Hagari, dijo en rueda de prensa que su objetivo es que sean «lo más cortas posible, por eso atacamos con gran fuerza. Al mismo tiempo, debemos estar preparados para que duren más».
Las tensiones entre Israel y el grupo militante libanés Hezbolá no han dejado de aumentar en los últimos 11 meses. Hezbolá ha estado disparando cohetes, misiles y aviones no tripulados contra el norte de Israel en solidaridad con los palestinos de Gaza y su aliado Hamás, otro grupo terrorista respaldado por Irán.
Israel ha respondido con ataques aéreos cada vez más intensos y el asesinato selectivo de comandantes de Hezbolá, al tiempo que amenaza con una operación más amplia.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia sobre el Líbano para el miércoles a petición de Francia.
Israel informó que un ataque en Beirut el martes había matado a Ibrahim Kobeisi, que según dijo era un alto mando de Hezbolá en la unidad de cohetes y misiles del grupo. Funcionarios militares dijeron que Kobeisi era responsable de los lanzamientos hacia Israel y planeó un ataque en 2000 en el que tres soldados israelíes fueron secuestrados y asesinados. Hezbolá confirmó posteriormente su muerte.
Fue el último de una serie de asesinatos y reveses para Hezbolá, el actor político y militar más fuerte de Líbano y ampliamente considerado como la principal fuerza paramilitar del mundo árabe.
El Ministerio de Salud libanés dijo que seis personas murieron y 15 resultaron heridas en el ataque en un suburbio del sur de Beirut, una zona donde Hezbolá tiene una fuerte presencia. La Agencia Nacional de Noticias del país dijo que el ataque destruyó tres pisos de un edificio de apartamentos de seis plantas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en Líbano dijo que uno de sus empleados y su hijo pequeño estaban entre los muertos el lunes en la región de Bekaa, mientras que un limpiador contratado murió en un ataque en el sur.
Hezbolá dijo que sus ataques con misiles del martes tuvieron como objetivo ocho lugares de Israel, incluida una fábrica de explosivos en Zichron Yaakov, a 37 millas de la frontera. Disparó 300 cohetes e hirió a seis soldados y civiles, en su mayoría de heridas leves, según Hagari, portavoz militar israelí.
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