Israel y Hezbolá se han acusado mutuamente de violar el acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el 27 de noviembre.
Ambas partes han emprendido acciones militares específicas que, según afirman, están justificadas dentro de los términos de la tregua de 60 días, lo que ha dado lugar a acusaciones mutuas de violación.
El 2 de diciembre, Hezbolá, un grupo terrorista libanés, disparó contra un emplazamiento controlado por Israel en territorio en disputa cerca de las fronteras de Israel, Líbano y Siria.
Ese mismo día, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que habían atacado a «terroristas de Hezbolá, docenas de lanzaderas e infraestructura terrorista en todo el Líbano», así como la lanzadera utilizada en el ataque de Hezbolá contra la zona que las FDI denominaron Monte Dov, conocida como Granjas Shebaa por los libaneses.
Las IDF dijeron que los proyectiles de Hezbolá cayeron en zonas abiertas y no hubo heridos.
Los ataques se producen después de otras acciones militares limitadas llevadas a cabo desde la entrada en vigor del alto el fuego.
La tregua, que entró en vigor a primera hora del 27 de noviembre, exige a Hezbolá, respaldada por Irán, que en un plazo de 60 días retire sus fuerzas militares del sur del río Litani, a unas 18 millas de la frontera israelí. Israel debe retirar sus tropas a su lado de la frontera en el mismo plazo.
El ejército libanés volverá a ocupar la zona y, junto con las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, constituirá la única fuerza militar allí. El acuerdo está siendo supervisado por una comisión de cinco países encabezada por Estados Unidos.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, restó importancia a los incidentes.
«En términos generales, el alto el fuego se mantiene. Hemos pasado de docenas de ataques a uno al día, quizá dos al día», dijo en referencia a los ataques israelíes. «Vamos a seguir intentándolo y ver qué podemos hacer para reducirlo a cero».
Según las autoridades libanesas, 11 personas murieron en los ataques israelíes del lunes contra el sur del Líbano. Una de ellas, un cabo de las fuerzas de seguridad del Estado libanés, murió presuntamente a manos de un avión no tripulado israelí mientras estaba de servicio en Nabatieh, a 12 km (7.5 millas) de la frontera. La seguridad del Estado libanés calificó la acción como una «violación flagrante» de la tregua.
Las FDI dijeron que los lanzamientos de Hezbolá en el monte Dov violaban el acuerdo de alto el fuego y que Israel «sigue obligado al cumplimiento de las condiciones del acuerdo de alto el fuego en Líbano».
«El Estado de Israel exige que las partes relevantes en el Líbano cumplan con sus responsabilidades e impidan la actividad hostil de Hezbolá desde dentro del territorio libanés», dijeron las FDI.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, acusó a Israel de violar el alto el fuego más de 50 veces con ataques aéreos, demolición de viviendas cerca de la frontera y sobrevuelos de aviones no tripulados.
Hezbolá afirmó haber disparado contra la posición militar israelí como «respuesta defensiva y de advertencia» tras lo que calificó como reiteradas violaciones al acuerdo de alto el fuego por parte de Israel.
El ejército israelí dijo que atacó en el sur de Líbano en respuesta a varios actos de Hezbolá «que suponían una amenaza para los civiles israelíes».
Las FDI dijeron que llevaron a cabo ataques contra terroristas en el sur del Líbano, así como contra varios vehículos militares que operaban cerca de un centro de fabricación de misiles de Hezbolá en el valle de Bekaa, bien al norte del sur del Líbano. También atacaron «infraestructuras terroristas» utilizadas para el contrabando de armas cerca de la frontera entre Siria y Líbano.
El sábado, según las FDI, le dispararon y eliminaron a terroristas que disparaban contra las tropas de las FDI desde una iglesia del sur del Líbano utilizada por Hezbolá. Las tropas de las FDI también localizaron armas ocultas por Hezbolá cerca de una mezquita del sur del Líbano e impactaron contra un vehículo en el Líbano donde «se observó a operativos armados cargando un vehículo con RPG, cajas de munición y otros equipos militares», afirmaron.
Las FDI, por su parte, han informado sobre pocas sirenas que avisen de ataques con cohetes de Hezbolá, en contraste con las docenas diarias antes del alto el fuego.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, dijo en X que le dijo a su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, que Israel no está violando los términos del alto el fuego y dijo que la continua presencia de Hezbolá al sur del río Litani «es una violación fundamental al acuerdo».
Hezbolá no participó directamente en las negociaciones con Estados Unidos y Francia, permitiendo que el gobierno libanés negociara en su nombre. Hezbolá y sus aliados controlan casi la mitad del Parlamento libanés. Líbano no reconoce al Estado de Israel.
En los mercados mundiales, los precios del petróleo se mantuvieron estables el lunes ante la preocupación de que el alto el fuego no se mantenga, así como por el aumento de la actividad fabril en China, segundo consumidor mundial de petróleo, en noviembre.
Hezbolá comenzó intensos ataques transfronterizos con cohetes contra Israel el 8 de octubre de 2023, en apoyo al ataque terrorista de Hamás contra Israel del día anterior que acabó con la vida de 1200 personas, tomó a 250 como rehenes e hirió a miles. Israel respondió con ataques aéreos y lanzamientos de misiles, matando a muchos miembros de la alta jerarquía de Hezbolá, entre ellos su antiguo líder, Hassan Nasrallah, y el jefe militar Fuad Shukr.
Las FDI cruzaron la frontera a finales de septiembre para atacar las fortificaciones pesadas de Hezbolá en las comunidades fronterizas libanesas, donde dice que se han utilizado viviendas residenciales para almacenar y lanzar armas y como bases.
Líbano declaró que la guerra ha causado la muerte de casi 4000 personas, mientras que Israel afirmó que más de la mitad eran miembros de Hezbolá.
Con información de The Associated Press y Reuters
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