El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió una respuesta de Israel a un ataque con cohetes que dejó 12 muertos en un campo de fútbol en los Altos del Golán. Agregó que su gobierno exigirá un “alto precio” al grupo terrorista libanés Hezbolá.
La oficina del primer ministro israelí citó el sábado por la noche a Netanyahu diciendo que “Israel no pasará por alto este ataque asesino”, y añadió que “Hezbolá pagará un alto precio”.
Hezbolá negó su responsabilidad en el ataque con cohetes del sábado, que se produjo en la localidad drusa de Majdal Shams, situada a unos 11 kilómetros de la frontera entre Israel y Líbano. El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, también declaró el domingo a los medios de comunicación que Hezbolá no ha atacado a ningún civil.
El grupo afirmó que “niega categóricamente las acusaciones” vertidas por los medios de comunicación israelíes sobre el ataque en Majdal Shams, en los Altos del Golán. “La Resistencia Islámica no tiene absolutamente nada que ver con el incidente y niega todas las acusaciones falsas a este respecto”, afirmó en el comunicado.
La declaración del primer ministro israelí prometiendo una respuesta se hizo después de que Netanyahu hablara con el jeque Mowafaq Tarif, líder del grupo etnorreligioso druso, y “expresara su profunda indignación por el asesinato de personas inocentes y niños a manos de Hezbolá”, según su oficina.
El Sr. Netanyahu regresaba de un viaje de varios días a Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, así como con el candidato republicano, el expresidente Donald Trump.
También quiso compartir sus “sentidas condolencias en nombre de todo el pueblo de Israel a las familias de los asesinados y a toda la comunidad drusa”, escribió su oficina.
Yendo un paso más allá, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, declaró al medio israelí YNetNews que el ataque con cohetes tendrá una respuesta, afirmando que Israel está ahora “acercándose al momento de la guerra a gran escala con Hezbolá”.
“Pagaremos un precio tanto en el frente como en el interior, pero al final de la guerra, Nasrallah y Hezbolá serán aplastados, y Líbano sufrirá severamente”, declaró el domingo. “Restableceremos la paz y la seguridad en las comunidades del norte. He dado instrucciones al Ministerio de Asuntos Exteriores para que prepare una amplia campaña en todo el mundo con el fin de obtener legitimidad para la acción en Líbano”.
El sábado por la noche y el domingo por la mañana, aviones israelíes atacaron objetivos en el sur de Líbano, pero se esperaba una respuesta más contundente tras una reunión del gabinete de seguridad a las 18:00 horas del sábado, según informaron fuentes oficiales.
Funcionarios israelíes y estadounidenses culpan a Hezbolá
Funcionarios estadounidenses e israelíes cuestionaron la negación del ataque con cohetes por parte de Hezbolá.
El ejército israelí dijo que el cohete era un misil de fabricación iraní disparado desde una zona al norte de la aldea de Chebaa, en el sur del Líbano, culpando directamente a Hezbolá, que según funcionarios estadounidenses está respaldado por Irán desde hace mucho tiempo.
“Sabemos exactamente desde dónde se lanzó hoy el cohete… se trata de un cohete de Hezbolá, y quien lanza un cohete de este tipo contra una zona urbanizada quiere matar a civiles, quiere matar a niños”, declaró el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, en un comunicado distribuido a través de las redes sociales.
La Casa Blanca también culpó a Hezbolá del ataque y añadió que Washington mantiene conversaciones con responsables libaneses e israelíes desde el incidente.
“Fue su cohete, y lanzado desde una zona que controlan”, dijo la Casa Blanca en un comunicado el sábado por la noche.
El ataque con cohetes avivó los temores de la opinión pública respecto a que el conflicto en Medio Oriente entre Israel y el grupo terrorista Hamás se haya extendido a un conflicto regional más amplio, en un momento en el que altos funcionarios estadounidenses han instado al gobierno israelí a alcanzar un acuerdo de alto el fuego con Hamás.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que Estados Unidos no desea una nueva escalada del conflicto, en el que se han producido intercambios diarios de disparos entre el ejército israelí y Hezbolá a lo largo de la frontera.
“Estamos en conversaciones con el gobierno de Israel y, una vez más, insisto en su derecho a defender a sus ciudadanos y en nuestra determinación de asegurarnos de que puedan hacerlo”, declaró Blinken en una conferencia de prensa en Japón.
Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña expresó su preocupación por una mayor escalada, mientras que Egipto dijo que el ataque podría convertirse “en una guerra regional integral”.
Con información de Reuters
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