El convoy de camioneros canadienses que protestan contra los mandatos y restricciones por el COVID-19 ha inspirado a personas de otros países a seguir su ejemplo, incluido Israel.
Miles de manifestantes israelíes se unieron el lunes a un «Convoy de la Libertad» inspirado en Canadá, con vehículos que ondean banderas israelíes y canadienses mientras circulan por la principal autopista que une Tel Aviv y Jerusalén.
En las imágenes posteadas en las redes sociales, se oye a los vehículos hacer sonar los cláxones en las carreteras israelíes mientras se ve a los manifestantes tocando tambores y bloqueando las carreteras, imitando un método similar que los canadienses han utilizado para expresar sus quejas sobre los mandatos y restricciones del gobierno por el COVID-19.
«Más de 30,000 vehículos en 40 convoyes procedentes de 40 ciudades israelíes se han unido hoy en Jerusalén para exigir la eliminación de todas las restricciones por el COVID-19 y el regreso a la normalidad», ha declarado Oshy Ellman, una alta asesora de comunicación israelí. Las autoridades no han hecho público inmediatamente un informe oficial sobre el número exacto de participantes que se unieron a la caravana masiva.
HAPPENING NOW IN #ISRAEL. Over 30,000 vehicles in the Israeli #FreedomConvoy2022 that has gathered in #Jerusalem from across Israel to demand a return to normal life and the removal of all #COVID19 restrictions. pic.twitter.com/olmOsOicTO
— OshyEllman (@oshyellman1) February 14, 2022
Shany Shlomo, una administradora de 51 años, dijo a la agencia de noticias AFP que decidió unirse a la protesta en la capital israelí para alzar la voz contra el gobierno que impone las vacunas contra el COVID-19 a los ciudadanos.
«Nadie puede decirnos qué debemos poner en nuestro cuerpo», dijo.
Fuera del edificio del parlamento en Jerusalén, los manifestantes hicieron sonar cláxones y tocaron tambores mientras pedían que se levantaran las restricciones.
«Estamos todos reunidos aquí por la libertad. Porque desde hace dos años, todo este mundo se está volviendo loco por todos los mandatos y todas las cosas que no nos dejan vivir tan libres como nacemos», dijo Jonathan Deporto, un manifestante de 39 años.
En las últimas semanas, Israel ha retirado la exigencia de mostrar una prueba de vacunación en restaurantes, cines, gimnasios y hoteles, coincidiendo con la desaceleración de los contagios diarios por la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), pero las mascarillas siguen siendo obligatorias en espacios públicos cerrados, incluyendo escuelas, tiendas e instituciones médicas.
En Canadá, las protestas del Convoy de la Libertad han paralizado ciertas regiones de Ottawa desde finales de enero, y también han bloqueado puntos de paso cruciales en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Los camioneros exigen que se ponga fin a los mandatos de vacunación y a la app de pasaporte de vacunación que exige actualmente el gobierno canadiense.
La caravana de camiones puede haber establecido un récord mundial, ya que se calcula que se han unido unos 50,000 camiones. La caravana también fue capaz de recaudar más de 10 millones de dólares canadienses (8 millones de dólares estadounidenses) en el sitio web de recaudación de fondos GoFundMe antes de que el sitio detuviera la campaña por presunta violencia o actividad ilegal, sin aportar ninguna prueba.
En todo el mundo han surgido movimientos similares, como en Australia, Bélgica, Países Bajos, Suiza y Francia.
Una multitud de manifestantes procedentes de Francia, Bélgica, Alemania y los Países Bajos se reunieron el lunes en Bruselas para unirse a un «Convoy Europeo de la Libertad», siguiendo el modelo de los camioneros canadienses. Los manifestantes criticaron la respuesta del gobierno al virus del PCCh, calificando de «criminal» que los funcionarios impongan las vacunas contra el COVID-19 a los niños y sigan exigiendo el uso de mascarillas en las escuelas.
«En Holanda también van a vacunar a nuestros hijos a partir de los 5 años. Me parece criminal. La elección debe seguir siendo del pueblo», dijo Gerhard Velthorst, expropietario de un restaurante de los Países Bajos.
Un manifestante alemán y profesor de inglés que se unió a la manifestación en la capital belga dijo que no aceptará más vacunas.
«Déjennos en paz, somos pacíficos, les dejaremos en paz», dijo.
El 12 de febrero en Francia, la policía disparó gases lacrimógenos contra un «Convoy de la Libertad» que protestaba por las restricciones relacionadas con el COVID-19. Las protestas en Francia son contra las normas que exigen pases de vacunas para entrar en lugares públicos.
Con información de Reuters.
De NTD News
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