Italia aprobó esta semana un impuesto digital similar al que Francia implementó a principios de este año.
El impuesto digital impondrá un gravamen del tres por ciento sobre algunos ingresos digitales para las compañías que obtengan más de 750 millones de euros (831 millones de dólares) en ingresos globales, incluyendo al menos 5,5 millones de euros (6 millones de dólares) en Italia, reportó el Wall Street Journal.
Docenas de países están trabajando en propuestas para cambiar los esquemas de impuestos corporativos para capturar el dinero de las compañías de tecnología que tienen usuarios en todo el mundo, como Facebook y Alphabet, la compañía matriz de Google.
Estados Unidos se ha comprometido a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un grupo de expertos de las economías ricas, pero el secretario de Hacienda Steven Mnuchin dijo en una carta reciente a la organización que había preocupaciones sobre una propuesta que estaba siendo impulsada por algunos países.
Estados Unidos «se opone firmemente a los impuestos de los servicios digitales porque tienen un impacto discriminatorio en las empresas con sede en Estados Unidos y son inconsistentes con la arquitectura de las actuales normas tributarias internacionales, que buscan gravar los ingresos netos en lugar de los ingresos brutos», escribió Mnuchin (pdf).
Para que un acuerdo multilateral sea efectivo, añadió Mnuchin, «tendrá que ser implementado a través de enmiendas a los tratados fiscales y/o a través de la legislación nacional, lo que a su vez requerirá un amplio apoyo».
Dijo que Estados Unidos estaba instando a todos los países «a suspender las iniciativas de impuestos digitales» mientras la organización trabajaba para llegar a un acuerdo.
«Son aguas turbulentas. Es difícil», dijo Pascal Saint-Amans, el alto funcionario de la OCDE que dirige las negociaciones, durante un panel en Washington la semana pasada, informó el Journal.
«La primera reacción que hemos tenido (es) que la opcionalidad puede no ser bienvenida, pero es la posición de Estados Unidos y nadie puede ignorar la posición de Estados Unidos», dijo.
El impuesto de Francia a principios de este año provocó la condena de la administración del presidente Donald Trump, que dijo a principios de diciembre que estaba considerando aranceles de hasta el 100 por ciento para el vino, el queso y los bolsos de Francia.
La administración de Trump dijo que los aranceles podrían ponerse en vigor contra Italia a la luz del nuevo impuesto.
El impuesto de servicios digitales de Francia «discrimina a las compañías estadounidenses, es inconsistente con los principios prevalecientes de la política fiscal internacional, y es inusualmente gravoso para las compañías estadounidenses afectadas», dijo el Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR), Robert Lighthizer, el 2 de diciembre.
El impuesto discriminó a las compañías tecnológicas estadounidenses como Google, Apple, Facebook y Amazon, dijo.
«El USTR está explorando la posibilidad de abrir investigaciones de la Sección 301 sobre los impuestos a los servicios digitales de Austria, Italia y Turquía», dijo en un comunicado. «El USTR se centra en contrarrestar el creciente proteccionismo de los estados miembros de la UE, que apunta injustamente a las empresas estadounidenses, ya sea a través de los impuestos a los servicios digitales o de otros esfuerzos que apuntan a las principales empresas de servicios digitales de Estados Unidos».
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