El presidente de Colombia, Iván Duque, habló este martes en el 76º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, y dijo que además de la pandemia por COVID-19, Colombia se enfrenta a la crisis de millones de venezolanos que viven en Colombia y que «huyen de la narcodictadura y de la infamia».
Iván Duque en su intervención dijo que además de la crisis mundial por la pandemia de COVID-19, enfermedad causada por el virus del PCCh, Colombia se ha tenido que enfrentar a la crisis venezolana bajo el régimen de Maduro, señalando que ha brindado estatus de refugiados a aproximadamente 1.8 millones de migrantes venezolanos que viven en Colombia y dijo: «asumimos este reto sin ser un país rico, y con un enorme costo fiscal».
Además señaló que los diálogos entre el gobierno encargado de Venezuela y el régimen socialista venezolano, llamándola «la narcodictadura», dan esperanzas, sin embargo, no permiten que la comunidad internacional sea ingenua. Esto luego de dos sesiones previas de negociaciones entre ambas partes y de cara a la tercer ronda de negociaciones que se llevará a cabo del 24 al 27 de septiembre.
«Si bien dan algunas esperanzas, no nos permiten ser ingenuos», dijo Duque. «Pues el único desenlace efectivo de ese evento es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional».
El presidente colombiano señaló que cualquier otra medida distinta que ayude al régimen a ganar tiempo para perpetuarse en el poder, sería un error.
«Cualquier salida que perpetúe el oprobio dictatorial que permita al régimen ganar tiempo agudizará el mayor desastre que conozca nuestro continente», dijo.
Además, Duque señaló que el único camino viable es «el fin de la dictadura» para el bienestar del pueblo venezolano, y agregó que este «debe ser sobretodo el propósito de la acción internacional».
El pasado 16 de septiembre, la Misión de la ONU en Venezuela publicó un informe señalando que las deficiencias del sistema de justicia del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela han contribuido a perpetuar las violaciones a los derechos humanos a través de torturas, violaciones y persecuciones desde el 2014 hasta agosto del 2021.
Las conclusiones del informe de la Misión de la ONU se basaron en 177 entrevistas con actores del sistema de justicia, a través de una encuesta a exjueces y juezas, fiscales y abogados venezolanos, y a través de la revisión de documentos judiciales y otros documentos.
La investigación de la misión indica que continúa analizando los casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, y tratos inhumanos que incluyen violencia sexual.
Además, señaló que el «Estado no ha adoptado medidas tangibles, concretas y progresivas para remediar las violaciones a los derechos humanos, combatir la impunidad y reparar a las víctimas mediante investigaciones y enjuiciamiento domésticos”.
Por otro lado, en informe señaló que en 113 casos de los 183 casos de detenciones revisados por la Misión, las personas que estuvieron detenidas o sus representantes legales denunciaron que se cometió tortura, violencia sexual y/u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Y en 67 de los 183 casos, las personas detenidas comparecieron con evidencias claras marcas de maltrato ante los tribunales.
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