Cuatro personas fueron encarceladas el lunes 4 de noviembre porque vendían cocaína en Italia, pero el caso tomó vuelo cuando uno de ellos se quejó de un jabalí que destruyó cocaína por valor de 22.000 dólares que estaba enterrada en el bosque.
Tres albaneces y un italiano fueron capturados por la policía como parte de la operación antidrogas de la Unidad de Investigación de los Carabineros de Siena en las provincias de Siena y Arezzo, según reportó La Nazione. La investigación que llevó a la captura de los presuntos narcotraficantes, está ligada a otra investigación del asesinato de Andrea N’Doja, una albanesa de 21 años asesinada el 9 de mayo de 2018 por Giulio Sale, un pastor nacido en Cerdeña y sentenciado a 16 años de prisión.
Los investigadores estuvieron siguiéndoles el rastro durante 2018 y 2019 y se dieron cuenta que enterraron la droga en zona boscosa. Cuando los capturaron, uno de ellos se quejó de un jabalí que al parecer había desenterrado la droga y había causado daños por alrededor de USD 22.000, según indica Il Tirreno.
Los presuntos narcotraficantes se comunicaban por Messenger y Whatsapp, entre otras herramientas, y utilizaban palabras encubiertas para esconder el trafico de droga, tales como «aperitivo», «vino», «café», «merienda» y otros nombres similares. Entre uno de los capturados se encuentra el dueño de un club nocturno de la localidad.
Según los medios locales, vendían cada mes alrededor de 2 kilos de cocaína pura al 80%-85%, que valía de 80 a 100 euros por gramo. Entre sus clientes se encontraban personas con todo tipo de ingresos, desde las que podían pagar fácilmente, hasta los que se tenían que endeudar para financiar su vicio.
Se sabe que en la naturaleza algunos animales utilizan plantas medicinales o tóxicas para combatir sus dolencias, pero también es conocido que lo hacen para drogarse o emborracharse, de acuerdo a un estudio publicado en Elsevier. En el caso de los jabalíes, se sabe que por un lado, utilizan las raíces de la planta asiática rauwolfia serpentina como antídoto contra el veneno de serpiente y por otro lado, escarban en busca de las raíces de la tabernanthe iboga, que es una planta piscotrópica.
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