El actor James Woods anunció el 10 de enero que su casa en Pacific Palisades sobrevivió milagrosamente a los devastadores incendios forestales de Los Ángeles que destruyeron gran parte de su vecindario y dejaron partes de la ciudad como el escenario de una película de guerra.
Decenas de residentes regresaron a sus vecindarios aún en llamas, incluso cuando la amenaza de nuevos incendios se cierne sobre ellos y la segunda ciudad más grande del país sigue en alerta.
Woods, quien evacuó a principios de semana junto con decenas de miles de residentes, compartió actualizaciones sobre la destrucción en su vecindario después de regresar para examinar los daños. En una publicación, Woods dijo que temía que su casa se hubiera perdido en el incendio, pero gracias a lo que describió como un «milagro», descubrió que su casa todavía estaba en pie.
«Ocurrió un milagro», escribió Woods en una publicación en la plataforma de redes sociales X. «Logramos llegar a nuestra propiedad y nuestra casa, que nos dijeron, se había ido para siempre, todavía está en pie. En este paisaje infernal, «estar en pie» es relativo, pero el humo y otros daños no son como la destrucción total que nos rodea».
Otras celebridades, incluidas Paris Hilton y Billy Crystal, confirmaron que sus hogares se perdieron o resultaron dañados. Woods expresó su gratitud por la avalancha de mensajes de apoyo y también se solidarizó con aquellos que no fueron tan afortunados.
«Tantos mensajes hermosos de todos ustedes», escribió en una publicación. «Estoy tan feliz y agradecido, pero honestamente toda el área parece el lado oscuro de la luna. Es tan desgarrador y perturbador que es casi difícil celebrar la alegre noticia de que nuestra casa sobrevivió».
El sábado, después de cinco días de incendios forestales urbanos, solo quedaron escombros en lo que antes eran almacenes, edificios y otras estructuras en grandes franjas del área metropolitana de Los Ángeles. Desde que los incendios estallaron en una zona densamente poblada de 40 kilómetros al norte del centro de Los Ángeles, destruyeron más de 12,300 estructuras, incluidas casas, edificios de apartamentos, negocios, dependencias y vehículos. En las calles se veían automóviles gravemente quemados y sin ventanas.
Se cree que al menos 11 personas murieron en los incendios, a la espera de la confirmación final, según el médico forense del condado de Los Ángeles. Las autoridades anticipan que el número de muertos aumentará a medida que los perros rastreadores de cadáveres revisen los vecindarios arrasados y los equipos evalúen la devastación. La causa de los incendios más grandes aún es desconocida.
Emergieron acusaciones de fallas de liderazgo y culpas políticas, junto con investigaciones en curso. El viernes, el gobernador Gavin Newsom ordenó a los funcionarios estatales que investigaran por qué un depósito de 117 millones de galones estaba fuera de servicio y algunos hidrantes se secaron, describiendo la situación como «profundamente preocupante».
Mientras tanto, la jefe de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, criticó a los líderes de la ciudad por subfinanciar los esfuerzos de extinción de incendios de su departamento y destacó el suministro inadecuado de agua como un problema crítico.
Según la última actualización de AccuWeather del 11 de enero, se estima que las pérdidas económicas y los daños potenciales causados por los incendios oscilan entre 135,000 y 150,000 millones de dólares. La estimación preliminar de los daños tiene en cuenta las pérdidas aseguradas y no aseguradas, incluidos los daños a la propiedad, el impacto en los salarios, la destrucción de infraestructuras, las interrupciones en la cadena de suministro y otros efectos relacionados.
El comisionado estatal de seguros, Ricardo Lara, promulgó una moratoria de emergencia para prohibir a las compañías de seguros cancelar o no renovar las pólizas de quienes hayan perdido sus hogares y edificios debido a los incendios. La moratoria, promulgada por ley estatal, estará vigente durante un año.
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