Japón ha detenido al capitán de un barco pesquero de corales de China tras desoír una orden de registro por haber entrado ilegalmente en aguas de la zona económica japonesa (ZEE) y huir del lugar, confirmó este lunes a EFE la Agencia de Pesca.
El incidente se produjo el pasado sábado día 10. Una patrullera japonesa avistó el navío del país vecino en aguas frente a las costas de la ciudad de Goto, en la prefectura de Nagasaki (sudoeste) y le ordenó detenerse para ser inspeccionado bajo sospecha de estar involucrado en pesca ilegal, pero el barco escapó.
El navío chino fue finalmente alcanzado por una patrullera japonesa, pero durante la inspección sufrió una vía de agua y se hundió.
Los ocho tripulantes del pesquero fueron rescatados ilesos y continúan custodiados por un patrullero japonés, según el portavoz de la agencia.
El capitán del barco, un varón de 54 años, fue posteriormente detenido en el marco de la investigación. El hombre declaró que tras ser descubierto se asustó y optó por huir, según el testimonio recogido por la cadena pública japonesa NHK.
Las autoridades japonesas han informado al consulado de China del incidente y la detención.
Las incursiones ilegales de pesqueros chinos en aguas japonesas son relativamente frecuentes. Sólo en los últimos años las autoridades japoneses han emitido órdenes de exclusión a navíos chinos en más de un centenar de ocasiones por año.
Japón viene protestando por este tipo de actividades, así como por los movimientos en sus aguas y áreas cercanas de navíos militares de Beijing, especialmente en torno a las disputadas islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por el país vecino.
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