Tokio está pidiendo insistentemente a Beijing que libere a un ciudadano japonés detenido bajo sospecha de espionaje hace meses después de que este fuera puesto en arresto criminal, un procedimiento que podría llevar a su encarcelamiento formal, según dijo este jueves el portavoz del Gobierno japonés.
«Ha sido confirmado que un hombre japonés de unos 50 años, que fue detenido por Pekín por la violación de su ley interna, fue procesado penalmente en septiembre», explicó el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, en una rueda de prensa.
Según Matsuno, el Gobierno japonés está intentando contactar con el detenido y habría pedido a China su pronta liberación, antes de que continúe en el proceso penal, por el que podría permanecer hasta 37 días detenido antes de que las autoridades decidan arrestarlo formalmente.
El pasado marzo, la multinacional japonesa Astellas Pharma confirmó la detención de uno de sus empleados, aunque no aportó más detalles sobre el motivo, pero fuentes cercanas al caso dijeron que estaba acusado de espionaje.
China ha estado intensificando su escrutinio de ciudadanos extranjeros después de introducir en 2014 una nueva ley de contraespionaje con el fin de reforzar la seguridad del Estado y perseguir también la posesión de «equipos de espionaje».
Desde 2015, al menos 16 ciudadanos japoneses, excluyendo este caso, han sido detenidos por su presunta participación en actividades de espionaje y cinco de ellos permanecen encarcelados en suelo chino.
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