William Burns, director de la CIA, afirmó que Beijing tiene dudas sobre si su potencial invasión a Taiwán tendría éxito. El conflicto en curso entre Rusia y Ucrania fortalece tales preocupaciones.
En una entrevista con CBS el domingo, se le preguntó a Burns si China se comprometería con una invasión total o buscaría estrangular lentamente la democracia de Taiwán.
“Creo que al menos nuestro juicio es que el presidente Xi y su liderazgo militar tienen dudas hoy sobre si podrían lograr esa invasión”, dijo. “Creo que, dado que observaron la experiencia de Putin en Ucrania, eso probablemente también reforzó algunas de esas dudas”.
El director de la CIA señaló que el riesgo de que China use la fuerza contra Taiwán seguirá aumentando durante esta década y se extenderá también a la próxima década.
“Obviamente, eso es algo que observamos con mucho, mucho cuidado”.
China no ha aceptado a Taiwán como una democracia independiente y ha indicado repetidamente su intención de anexar la isla, incluso mediante el uso de la fuerza, si es necesario.
Según un acuerdo entre Taiwán y Estados Unidos, Washington se compromete a ayudar a Taipei a mantener las defensas de la isla.
Qué pasaría si China invade Taiwán
La posibilidad de que China invada Taiwán fue planteada por la administración Biden en octubre, cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, declaró durante un acto que Beijing pretende actuar contra Taiwán en un «plazo mucho más rápido”.
En 1979, Estados Unidos puso fin a sus relaciones diplomáticas formales con Taiwán, aceptando la política de “Una China” de Beijing. Sin embargo, Washington ha mantenido fuertes lazos con Taipei. Las políticas de Estados Unidos han permitido que Taiwán prospere, dijo Blinken. Pero en los últimos años, ha habido un cambio de enfoque de Beijing hacia Taiwán.
“Si los medios pacíficos no funcionan, entonces [Beijing] emplearía medios coercitivos y posiblemente, si los medios coercitivos no funcionan, tal vez medios contundentes, para lograr sus objetivos. Y eso es lo que está alterando profundamente el statu quo y creando tremendas tensiones”, dijo Blinken.
El martes, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, declaró que tiene la intención de reforzar los intercambios militares con Estados Unidos ante las continuas provocaciones del Partido Comunista Chino (PCCh).
En mayo del año pasado, el presidente Joe Biden dijo que Washington defendería a Taiwán en caso de que China atacara la isla. Sin embargo, el reconocimiento de Estados Unidos de la política de “una sola China” permanece sin cambios.
Aunque Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán y ha jurado no defender unilateralmente la independencia de la isla, está legalmente obligado por la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 a proporcionar a Taiwán las armas necesarias para la autodefensa.
El gran daño que produciría la anexión de Taiwán
Durante su discurso en la Fundación Heritage el 16 de febrero, el senador Josh Hawley (R-Mo.), advirtió que las acciones de Estados Unidos en Ucrania están “afectando directamente” la capacidad de Estados Unidos para proyectar fuerza en otros lugares, especialmente disuadiendo a China en el Pacífico.
“Cuando vertemos nuestro poder militar en Ucrania, esa decisión tiene un costo. Como resultado, no podemos cumplir con los requisitos militares ucranianos, taiwaneses y los nuestros propios al mismo tiempo, en el futuro previsible. En otras palabras, no podemos hacer todo”, dijo. “China ahora está posicionada para atacar con una fuerza abrumadora y apoderarse de Taiwán”.
La conquista de Taiwán por parte de China significaría que los estadounidenses se enfrentarían a una “realidad nueva y aterradora”. Hawley predice una posible escasez de productos, desde medicamentos hasta productos electrónicos de consumo. China puede explotar el sistema de comercio a su favor, dijo.
Un reciente juego de guerra de mesa realizado por la Fundación para la Paz Sasakawa, de Japón, mostró que Taiwán y sus aliados podrían eventualmente ganar el conflicto, pero a un gran costo para todas las partes, informó Nikkei Asia.
Si bien el juego de guerra concluyó que más de 40,000 soldados chinos podrían morir o quedar heridos, las bajas estadounidenses se estimaron en hasta 10,700, con Taiwán experimentando 13,000 soldados heridos o muertos.
Aldgra Fredly contribuyó a este artículo.
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