El jefe de policía de Chicago anunció su renuncia después de la fallida oferta de reelección de la alcaldesa Lori Lightfoot.
«Hoy, el superintendente David O. Brown me informó que renunciaría como superintendente del Departamento de Policía de Chicago a partir del 16 de marzo. Acepté su renuncia», dijo Lightfoot en un comunicado del 1 de marzo.
“Personalmente quiero agradecerle por su servicio a nuestra ciudad. El primer ayudante Eric Carter será nombrado superintendente interino hasta que el nuevo alcalde tome posesión”, agregó.
«Le pedimos a la Comisión Comunitaria de seguridad pública y responsabilidad que comience inmediatamente la búsqueda de un nuevo superintendente para que el nuevo alcalde pueda hacer una selección lo antes posible».
Lightfoot recientemente perdió su oferta de reelección ante el comisionado del condado de Cook, Brandon Johnson, y el ex-CEO de las Escuelas Públicas de Chicago Paul Vallas, ambos demócratas.
El liderazgo de Brown en el Departamento de Policía de Chicago durante una época de aumento de la delincuencia violenta fue un tema importante en la carrera por la alcaldía. Los ocho aspirantes a la alcaldía de Chicago habían dicho que despedirían a Brown si llegaban al poder.
Brown cumple 63 años en septiembre, que es la edad obligatoria de jubilación en el Departamento de Policía de Chicago. Comenzó a servir como superintendente en abril de 2020. Brown ha aceptado un trabajo como director de operaciones del bufete de abogados de lesiones personales de Texas, Loncar Lyon Jenkins.
Reemplazo de Brown
Según los datos del Departamento de Policía de Chicago, el número total de delitos en la región aumentó de 46,183 en 2020 a 66,855 en 2022, un aumento del 45 por ciento, durante el mandato de Brown.
Mientras que el asesinato, la agresión con agravantes y el robo con allanamiento de morada se redujeron durante este período, la agresión sexual criminal se disparó un 25 por ciento, el robo un 14 por ciento, el hurto un 89 por ciento y el robo de vehículos de motor un 116 por ciento.
Tanto Vallas como Johnson han indicado que planean nombrar al próximo superintendente de la policía de Chicago desde el departamento.
«El próximo superintendente del Departamento de Policía de Chicago debe estar tan comprometido con la salud y la seguridad de todos en Chicago como yo, y con el cumplimiento inmediato a todos los requisitos del decreto de consentimiento federal mientras aborda las causas fundamentales de los delitos», dijo Johnson en una declaración, según Fox.
“Como alcalde, mi preferencia será nombrar a alguien dentro de los rangos actuales del departamento, pero lo más importante es nombrar a la persona adecuada para el trabajo: Alguien que es colaborativo, competente y compasivo, y que realmente se preocupa por proteger y servir a la gente de nuestra ciudad”.
Sin embargo, algunos de los principales oficiales renunciaron durante el mandato de Brown, lo que podría dificultar encontrar una persona calificada desde el departamento.
Jefe de detectives Brendan Deenihan, jefe de contraterrorismo Ernest Cato, el primer superintendente adjunto Anthony Riccio, el subdirector de funciones especiales Steve Georgas y el jefe Adjunto del Área 5, Eric Winstrom, han renunciado.
El mandato de Brown
Brown fue nombrado para el cargo justo un mes antes del asesinato de George Floyd, una situación que desencadenó disturbios civiles en Chicago. Un informe de la Oficina del Inspector General de Chicago afirmaba que el departamento estaba desorganizado, sin preparación y sin un plan para hacer frente a estos disturbios.
Los dos años de mandato de Brown se caracterizaron por el estancamiento de las reformas policiales.
Bajo el mandato de Brown, cientos de policías y detectives de las unidades de drogas y bandas del departamento fueron trasladados a la división de patrullas. Muchos oficiales también fueron transferidos de los vecindarios a los que estaban acostumbrados, una medida que suscitó críticas.
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