El secretario de Defensa Mark Esper cuestionó una afirmación clave hecha por los demócratas de la Cámara de Representantes durante su investigación de destitución, diciendo que la medida de retener 400 millones de dólares a Ucrania no afectó la seguridad nacional de Estados Unidos.
Los demócratas afirman que el presidente Donald Trump retuvo la ayuda a Ucrania a cambio de investigaciones políticamente ventajosas, que tanto Trump como el presidente ucraniano Volodymyr Zelenksy niegan. Durante el curso de las audiencias en la Cámara de Representantes, algunos legisladores y burócratas demócratas dijeron que la retención de la ayuda era perjudicial para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Pero Esper, en una entrevista con Fox News, negó categóricamente sus afirmaciones.
«Al final del día, el resultado final es que la mayor parte de la ayuda salió a tiempo y en ningún momento tuvo ningún impacto en la seguridad nacional de Estados Unidos», dijo Esper el domingo.
Había tres puntos que se consideraron cuando la ayuda fue retenida, dijo el jefe del Pentágono en la entrevista.
«Cuando entré en escena, las tres cosas que estábamos viendo eran las siguientes: una, era la ayuda necesaria y vital para los ucranianos en términos de defensa contra Rusia; la segunda, si los ucranianos abordaban el tema de la corrupción, y esa era una preocupación del Congreso; y la tercera, si otros países de la región, otros aliados y socios los ayudaban. Y dadas estas tres cosas, decidimos apoyar el suministro de ayuda ucraniana», comentó Esper.
Varios funcionarios del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional han testificado durante las audiencias de la investigación del juicio político del mes pasado que Trump se mostró escéptico de liberar la ayuda extranjera a otros países en general y a menudo ha empujado a otros países europeos a pagar más.
Los demócratas alegan que Trump utilizó la ayuda para presionar para que investigaran al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter Biden, que formaban parte de la junta directiva de la compañía energética ucraniana Burisma Holdings, a la que se acusa desde hace tiempo de ser un semillero de corrupción. El principal fiscal de Ucrania anunció recientemente que ampliaría una investigación sobre el fundador de Burisma, cuyo paradero se desconoce actualmente.
Biden también contribuyó a alimentar la especulación de sus tratos con Ucrania cuando se jactó ante otros en una reunión del Consejo de Relaciones Exteriores en 2018 de haber logrado que el exfiscal superior de Ucrania, Viktor Shokin, fuera despedido mientras investigaba a Burisma antes de que su reemplazo cerrara el caso. Los funcionarios de la administración Obama dijeron que Shokin era corrupto.
Semanas antes de presentar su renuncia, la oficina de Shokin había ordenado y ejecutado la confiscación de los bienes de Mykola Zlochevsky, el propietario de Burisma. Mientras Biden retenía las garantías de los préstamos, Ucrania se enfrentaba a un impago fiscal y estaba librando una guerra con Rusia. Al mismo tiempo, el hijo de Biden ocupó un puesto remunerado en la junta directiva de Burisma.
El miércoles, durante una breve conferencia de prensa, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California), anunció que los tratos de Trump con Ucrania «han violado gravemente la Constitución». Y añadió: «Está tratando de corromper, una vez más, las elecciones para su propio beneficio. El presidente ha abusado del poder, socavando nuestra seguridad nacional y poniendo en peligro la integridad de nuestras elecciones».
Su grupo ahora buscará redactar artículos de destitución contra Trump.
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