La excandidata del Partido Verde en 2016, Jill Stein, anunció el jueves que buscará la nominación de su partido a la presidencia, lo que podría causar dolores de cabeza en 2024 al presidente Joe Biden y a los demócratas.
«El sistema político está roto», dijo Stein en un video el jueves, anunciando su candidatura presidencial. «El establishment bipartidista nos ha fallado, y necesitamos un partido que sirva a la gente».
Añadió que «nuestra democracia está con respiración asistida» en la plataforma de medios sociales X, diciendo que iniciará su campaña en serio el 21 de noviembre. «La confianza en nuestro sistema político está en mínimos históricos y el número de estadounidenses que sienten que ningún partido les representa está en máximos históricos. Necesitamos opciones reales en las urnas, porque sin libertad de elección en las elecciones no hay democracia. Es hora de revivir la promesa de la democracia», añadió la candidata, exmédica, en las redes sociales.
Stein vuelve a presentarse bajo la bandera del Partido Verde después de que Cornell West, antiguo candidato para 2024, cambiara su inscripción en el partido por la de independiente. West, conferenciante y activista, sigue aspirando a la Casa Blanca en 2024.
En 2016, algunos demócratas culparon a Stein, en parte, de la derrota de Hillary Clinton frente al entonces candidato Donald Trump. Según el Washington Post, Stein obtuvo alrededor de 1.4 millones de votos a nivel nacional durante esas elecciones, mientras que los demócratas la acusaron de restar votos a la entonces candidata Clinton en estados clave como Wisconsin, Pensilvania y Michigan.
En 2020, el candidato del Partido Verde, Howie Hawkins, un activista medioambiental, obtuvo aproximadamente la mitad de los votos de Stein en 2016, señaló el Post.
Las posibles críticas de los demócratas no afectarán a la candidatura de Stein, como sugiere su vídeo. Se dirigió a los demócratas por abandonar a la «gente trabajadora» y afirmó que no están haciendo lo suficiente por el clima.
«Los demócratas han traicionado sus promesas en favor de los trabajadores, los jóvenes y el clima una y otra vez, mientras que los republicanos ni siquiera hacen tales promesas», dijo el jueves. «Y ambos partidos son un peligro para nuestra democracia: expanden la censura, criminalizan las protestas, expulsan a sus competidores de las urnas, suprimen los debates, amañan sus primarias».
Stein también criticó a Israel y al primer ministro Benjamin Netanyahu por la respuesta de su país a los múltiples atentados terroristas de Hamás del mes pasado. Debería iniciarse una investigación sobre los «crímenes de guerra» israelíes y el «papel» de la administración Biden, dijo, añadiendo que «estos crímenes deben terminar ahora.»
Sin embargo, el impacto de su candidatura -o de candidaturas atípicas como la de West y el candidato independiente Robert F. Kennedy Jr.- no está claro. El Partido Verde está actualmente en la papeleta electoral en unos 17 estados.
Se produce después de que una encuesta del New York Times mostrara que el presidente Biden perdía frente al presidente Trump en cinco de seis estados disputados, a un año de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Esa encuesta se realizó antes de las elecciones del martes, en las que los republicanos obtuvieron peores resultados de lo previsto en varios estados, aunque el Partido Republicano logró victorias en varias áreas clave.
El presidente está actualmente por detrás del presidente Trump en Nevada, Georgia, Arizona, Michigan y Pensilvania, mientras que está por delante por un estrecho margen solo en Wisconsin, según la encuesta. El resultado en los seis estados ayudará a determinar quién gana las elecciones presidenciales.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reaccionó a las pésimas cifras diciendo que las encuestas deben tomarse «con un grano de sal». Hizo referencia a las encuestas que mostraban al republicano Mitt Romney por delante del entonces presidente demócrata Barack Obama antes de las elecciones de 2012, que Obama ganó con holgura.
«Deberíamos ser muy conscientes de ello, y una de las razones es que hace justo un año, en 2022, hubo una ola roja que nunca llegó a materializarse», añadió a los periodistas a principios de esta semana.
La encuesta del NY Times también mostró que hay una creciente preocupación por la edad del actual presidente. Si el presidente Biden, de 80 años, resulta elegido en 2024, tendría 86 años cuando deje el cargo en enero de 2029.
Alrededor del 71 por ciento de los votantes registrados coincidieron en cierta medida en que es «demasiado viejo para ser un presidente eficaz», mientras que alrededor del 39 por ciento hizo una afirmación similar sobre el presidente Trump, según la encuesta.
También se ha especulado con que Kennedy podría restar votos al presidente Trump o al presidente Biden. Los datos que se dieron a conocer a principios de noviembre sugieren que está obteniendo donaciones de antiguos donantes del presidente Trump en lugar de aquellos a favor de la campaña de Biden.
Una encuesta reciente de la Universidad Qunnipiac también mostró que en un hipotético enfrentamiento a tres bandas, Kennedy obtendría el 22 por ciento, el presidente Biden el 39 por ciento y el presidente Trump el 36 por ciento.
«Los demócratas tienen miedo de que le estropee las elecciones al presidente Biden… y los republicanos tienen miedo de que se las estropee al presidente Trump. La verdad es que ambos tienen razón: Mi intención es arruinárselas a ambos», dijo Kennedy en octubre sobre sus perspectivas para 2024.
Con información de Reuters.
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