El presidente Joe Biden declaró a los periodistas el viernes que su administración «probablemente» recomendará que todos reciban una nueva vacuna contra COVID-19.
“Esta mañana firmé una propuesta de que tenemos que presentar al Congreso una solicitud de financiación adicional para una nueva vacuna —esto es necesario, esto funciona”, dijo el Sr. Biden mientras respondía preguntas a los periodistas afuera de una instalación de pilates en South Lake Tahoe, California.
«Además, tentativamente, aún no lo he decidido definitivamente, tentativamente se recomienda (es probable que se recomiende) que todos la reciban, sin importar si la recibieron antes», añadió el presidente.
Los comentarios del presidente coincidieron con los de un funcionario de la Casa Blanca que informó a los periodistas el 20 de agosto que la administración alentaría a todos los estadounidenses a recibir una vacuna de refuerzo contra COVID-19 este otoño.
Desde principios de julio, las hospitalizaciones por COVID-19 han ido en aumento a nivel nacional, con tres nuevas variantes de la enfermedad propagándose por todo el país.
El repunte provocó que algunas empresas y escuelas restablezcan la obligación de usar mascarillas, incluido el Morris Brown College en Atlanta y el Atlanta University Center Consortium.
En abril, la administración anunció que iba a gastar más de USD 5000 millones para acelerar el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos contra COVID-19 a través del Proyecto NextGen.
«Si bien nuestras vacunas siguen siendo muy eficaces para prevenir enfermedades graves y la muerte, son menos capaces de reducir las infecciones y la transmisión con el tiempo», dijo un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos al anunciar el proyecto el 10 de abril.
«Las nuevas variantes y la pérdida de inmunidad con el tiempo podrían seguir desafiando nuestros sistemas de salud en los próximos años».
Moderna ha dicho que los datos preliminares muestran que su vacuna es eficaz contra las nuevas subvariantes de COVID-19 en seres humanos, “Eris” y “Fornax”.
La empresa, junto con Novavax, Pfizer y su socio alemán BioNTech SE, también ha creado una nueva versión de su vacuna destinada a combatir la subvariante XBB.1.5.
Según la CNBC, funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron a los periodistas el jueves que se espera que las vacunas estén disponibles para el público a mediados de septiembre, aunque todavía está pendiente su aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Está previsto que un comité asesor independiente de los CDC se reúna el 12 de septiembre para votar sobre las pautas recomendadas para la elegibilidad de las nuevas vacunas contra COVID-19.
Durante la conferencia de prensa, los funcionarios de los CDC y la FDA informaron que ambas agencias tenían la intención de instar a los estadounidenses a recibir una vacuna actualizada contra COVID-19, así como la vacuna contra la gripe y la vacuna contra el RSV (virus sincitial respiratorio) recientemente aprobada y producida por GlaxoSmithKline.
“La vacunación seguirá siendo clave este año porque la inmunidad disminuye y porque el virus COVID-19 continúa cambiando”, dijo un funcionario de los CDC.
Expertos advierten de no ceder al miedo
Con la reaparición de las mascarillas y el aumento de las hospitalizaciones, algunos expertos en atención médica instan a la calma en medio de un mayor revuelo en los medios sobre las nuevas variantes de COVID.
“Cuando la gente me pregunta: ‘¿Esto realmente va a empezar a suceder de nuevo?’, mi comentario es: ‘No sé si esto es real o no, pero sí sé que el miedo enferma a la gente’”, dijo a The Epoch Times Priscilla Romans, enfermera que actualmente se dedica a la defensa de los pacientes, en una entrevista reciente.
La Sra. Romans dirige Graith Care, una empresa de defensa de pacientes con sede en Texas que brinda a los pacientes apoyo y orientación para transitar mejor en el sistema de atención médica.
“Mi preocupación con estos titulares es que la gente todavía tiene miedo”, declaró la enfermera. “Desde el principio, a la gente se le dijo que se aislara cuando no debía haberlo hecho”.
Mientras tanto, el Dr. Richard Bartlett, médico radicado en Texas, declaró que creía que la presión para obtener nuevas vacunas tenía menos que ver con la salud pública que con el control público.
“Esto es claramente una historia que se repite en lo que respecta a un intento de controlar a las masas”, declaró recientemente a The Epoch Times el Dr. Bartlett, quien participó en los esfuerzos para lograr que la FDA publicara los datos de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer.
Las vacunas, las mascarillas, los confinamientos y el distanciamiento social nunca estuvieron respaldados por la ciencia, afirmó el médico, y por lo tanto, no deberían imponerse a la gente ahora.
«Yo creo que esto es otra toma de poder, y me preocupa que veamos más de lo mismo a menos que la gente exija derechos básicos como pacientes para sus hijos, padres y cónyuges».
Con la colaboración de Matt McGregor e información de The Associated Press y Reuters
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