El abogado especial John Durham ha emitido citaciones de juicio para la campaña de Hillary Clinton de 2016, el Comité Nacional Demócrata (DNC), Fusion GPS y Perkins Coie mientras continúa procesando sus hallazgos como abogado especial, tras los cuales acusó de mentirle al FBI al abogado de ciberseguridad Michael Sussmann, quien en 2016 representó la campaña de Clinton.
Mientras tanto, la campaña de Hillary Clinton de 2016, el DNC, la firma de inteligencia estratégica de investigación Fusion GPS, con sede en Washington, y el bufete de abogados de Sussmann, Perkins Coie, están tratando de defenderse de los esfuerzos de Durham para obligarlos a entregar documentos previamente retenidos.
La campaña y los abogados de Sussmann argumentaron que el privilegio abogado-cliente debería permitirles mantener los registros ocultos.
Durham, a quien se le asignó entre marzo y mayo de 2019 la tarea de revisar los orígenes de la investigación del FBI de 2016-2017 sobre la ahora refutada narrativa de colusión entre Trump y Rusia, dice que su investigación lo ha llevado a creer que los grupos aliados de Clinton jugaron un papel de coordinación para impulsar las falsas afirmaciones hechas en la narrativa de colusión.
En mayo de 2017, el fiscal especial y exjefe del FBI, Robert Mueller, finalmente concluyó que no se había producido ninguna colusión entre Trump y Rusia para influir en las elecciones de 2016.
A principios de este mes, Durham dijo que Fusion GPS «no estaba proporcionando o apoyando de manera fundamental la experiencia relacionada con el asesoramiento jurídico; en cambio, parece que la función principal, si no la única, de la firma de investigación fue generar materiales de investigación de la oposición que la firma luego compartió ampliamente».
El 23 de abril, Durham dijo de los grupos que «reunirse para acordar el objetivo expreso de una empresa conjunta es precisamente lo que ocurrió aquí, en más de una ocasión».
El abogado especial dijo que «Tech Executive-1» Rodney Joffe, «Originator-1» April Lorenzen, de la firma de servicios de información Zetalytics, y otros investigadores comenzaron a discutir «la búsqueda y recopilación de datos de Internet despectivos sobre las actividades online de Donald Trump y sus asociados» en junio de 2016.
Lorenzen “reunió y compartió supuestos datos iniciales” con Joffe, “quien, a su vez, compartió los datos” con Sussmann, agregó Durham.
“La empresa conjunta continuó y se cristalizó a principios de agosto de 2016”, cuando Sussmann, Joffe y “agentes de la campaña de Clinton” se reunieron, dijo Durham, mientras citaba una reunión del 12 de agosto de 2016 en la que Sussmann, Joffe, Elias (el exsocio de Perkins Coie, Marc Elias) y el cofundador de Fusion se reunieron en la oficina de Elias para discutir “las mismas acusaciones del Russian Bank-1 que el acusado luego presentaría ante el FBI”.
“Las partes acordaron realizar un trabajo con la esperanza de que beneficie a la campaña de Clinton, es decir, recopilar y difundir datos supuestamente despectivos sobre las actividades de Internet de Trump y sus asociados”, escribió Durham.
“La evidencia mostrará que, como resultado de estas conversaciones y durante este mismo período de tiempo, Tech Executive-1 hizo exactamente eso: Encargó a los empleados de varias empresas de Internet y a una universidad que trabajaba bajo un contrato de seguridad nacional pendiente que minaran y recolectaran grandes cantidades de metadatos de Internet para respaldar una ‘inferencia’ y una ‘narrativa’ que vinculara al candidato con Rusia”.
Durham agregó que Joffe continuó la «empresa conjunta» a través de una llamada del 17 de agosto de 2016 con Sussmann y Elias, una reunión del 19 de agosto de 2016 con Sussmann y Elias, y una llamada del 8 de septiembre de 2016 y reunión con Sussmann.
Todos estos, dijo Durham, citando calendarios que ha visto, fueron facturadas a la campaña de Clinton por el acusado.
Durham declaró, además, que Joffe también le solicitó al director ejecutivo de una empresa de Internet que extrajera y analizara grandes cantidades de tráfico de Internet en busca de información despectiva sobre las comunicaciones online y las conexiones a Internet de Trump y sus asociados.
Joffe también envió al director ejecutivo de la compañía de Internet una lista que contenía información privada, como direcciones de correo electrónico, direcciones IP y direcciones físicas de varios asociados de Trump, muchos de los cuales estaban siendo investigados por Fusion, dijo Durham.
Joffe había dejado en claro su deseo de asegurarse de que Perkins y la campaña de Clinton estuvieran «felices» con la información que había descubierto, agregó Durham.
Sussman fue acusado en septiembre de 2021 de mentirle al FBI cuando afirmó que tenía información sobre un supuesto canal de comunicación secreto entre Trump y un banco ruso; afirmaciones que finalmente resultaron ser falsas.
Sussman supuestamente le dijo al entonces abogado general del FBI, James Baker, en octubre de 2016, mientras hacía las afirmaciones de supuestas comunicaciones, que no estaba representando a ningún cliente, mientras que, de hecho, estaba facturándole a la campaña de Clinton.
Después de las citaciones, los abogados de Sussman buscaron evitar que se admitieran materiales en el caso con el argumento de que están protegidos por el privilegio abogado-cliente. Catalogaron a las citaciones de Durham como “asombrosas y legalmente inapropiadas”.
«El abogado especial sigue extralimitándose: Pretende admitir pruebas que la ley prohíbe rotundamente, pretende probar alegaciones indebidamente perjudiciales sobre las que no ha hecho acusaciones, y pretende probar conductas que son totalmente irrelevantes para el único y discreto delito sobre el que ha hecho una acusación», dijeron los abogados.
Durham lo niega.
Sostiene que “el objetivo de la empresa conjunta no podría haber sido más claro: Era recopilar y difundir información no pública despectiva sobre las actividades en Internet de un candidato político y sus asociados”, escribió el sábado.
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