El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson (R-La.), liderará un «enfoque triple» para reformar un sistema de justicia que, según los republicanos, ha sido utilizado como arma contra el expresidente Donald Trump y otros republicanos.
Al anunciar el plan en una conferencia de prensa el 4 de junio, el Sr. Johnson dijo que los representantes republicanos de la Cámara ejercerán el poder del monedero, presentarán otra legislación y las autoridades de supervisión de la cámara protegerán la integridad del sistema judicial estadounidense.
«Todas esas cosas se harán con vigor, porque tenemos que hacerlo, porque es mucho lo que está en juego y porque la gente está perdiendo la fe en nuestras instituciones», dijo el Sr. Johnson.
«Eso, a fin de cuentas, es algo que debería preocuparnos a todos y cada uno de nosotros, y creo que así es».
El anuncio del presidente de la Cámara se produjo pocos días después de que un jurado de Manhattan condenara al presidente Trump por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para ocultar otro delito, lo que le convierte en el primer presidente delincuente del país.
En los días transcurridos desde ese veredicto sin precedentes, el Sr. Johnson señaló que había hablado con muchas personas que compartían la creencia común de que el país había alcanzado «un nuevo mínimo».
«La gente entiende lo que está en juego ahora», agregó el representante. «Esto no es solo una contienda entre dos individuos para presidente. Ahora se trata de si vamos a defender la integridad de nuestro propio sistema».
«Nosotros vamos a hacer todo lo que podamos, todo lo que esté dentro del ámbito de nuestra responsabilidad en el Congreso, para abordarlo adecuadamente».
El presidente Trump respondió a su condena criticando el juicio de Nueva York como una «estafa» que estaba «manipulada» desde el principio.
Si su histórica recaudación de fondos es un indicador, parece que muchos otros están de acuerdo.
El Sr. Trump recaudó casi 53 millones de dólares para su candidatura presidencial en las primeras 24 horas después de que el jurado anunciara su veredicto.
Esos fondos elevaron la cantidad total recaudada en mayo por la campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano a la asombrosa cifra de 141 millones de dólares, según un comunicado de prensa de la campaña.
El equipo de defensa del presidente Trump prometió apelar su condena «hasta la Corte Suprema de Estados Unidos» si es necesario.
Mientras tanto, también está defendiéndose de los cargos en un caso electoral de Georgia y dos casos federales que rodean su manejo de documentos clasificados y sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020.
El expresidente se declaró inocente de todos los cargos, sosteniendo que los fiscales están apuntando a él a instancias del presidente Joe Biden para descarrilar su campaña presidencial.
El Sr. Johnson sostuvo esa creencia en su conferencia de prensa.
«Ellos están en modo de pánico en el lado demócrata» por el continuo ascenso del presidente Trump en las encuestas, dijo el presidente de la Cámara.
«Él está ganando en los estados indecisos. Está ganando entre la gente. Está ganando entre nuevos grupos demográficos que nunca antes habían votado a los republicanos».
«Ellos ven que esto está ocurriendo y están tan desesperados por detenerle, por lo que están dispuestos a utilizar el sistema judicial para hacerlo».
El presidente Biden ha negado cualquier implicación en la persecución de su principal rival.
«Esto es imprudente, es peligroso, es irresponsable que alguien diga que esto fue manipulado, solo porque no les gusta el veredicto», dijo el 31 de mayo en respuesta a las afirmaciones del presidente Trump.
«Nuestro sistema judicial debe ser respetado. Nunca deberíamos permitir que nadie lo derribe. Es tan simple como eso. Así es Estados Unidos. Esto es lo que somos».
Los republicanos también han sugerido que el Departamento de Justicia de la administración Biden podría haberse coordinado con los fiscales del presidente Trump en Georgia y Nueva York.
El fiscal general Merrick Garland desestimó esas afirmaciones como una «teoría de la conspiración» y «un ataque al propio proceso judicial» en una audiencia del 4 de junio del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
El Sr. Garland es objeto de un procedimiento de desacato en la Cámara por negarse a cumplir las citaciones del Congreso.
Al comentar estos procedimientos, se dirigió en tono desafiante a los miembros que los iniciaron.
«No me dejaré intimidar y el Departamento de Justicia no se dejará intimidar. Nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo sin influencias políticas y no retrocederemos en la defensa de nuestra democracia», afirmó el fiscal general Garland.
Con la contribución de Emel Akan.
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