El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado que a finales de esta semana se eliminarán todas las restricciones relacionadas con el COVID-19 en Inglaterra.
Al anunciar su plan para «vivir con el COVID» en la Cámara de los Comunes el lunes, Johnson dijo que el requisito legal de que quienes den positivo por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) se autoaislen se eliminará a partir del 24 de febrero, y las pruebas universales gratuitas terminarán el 1 de abril.
Johnson advirtió que la «pandemia no ha terminado», y que el hecho de que la Reina diera positivo al virus el fin de semana es un «recordatorio de que este virus no ha desaparecido».
Pero dijo que es el momento de «pasar de las restricciones del gobierno a la responsabilidad personal», con «niveles de inmunidad suficientes para completar la transición» de las leyes a depender de las vacunas y los tratamientos.
El primer ministro dijo: «El COVID no desaparecerá de repente, por lo que aquellos que esperen al final total de esta guerra antes de levantar las regulaciones restantes estarían restringiendo las libertades del pueblo británico durante mucho tiempo».
«Este gobierno no cree que eso sea correcto ni necesario. Las restricciones suponen un alto coste para nuestra economía, nuestra sociedad, nuestro bienestar mental y las posibilidades de vida de nuestros hijos, y no necesitamos pagar ese coste por más tiempo».
Johnson dijo que es hora de que «recuperemos la confianza».
«No necesitamos leyes que obliguen a la gente a ser considerada con los demás. Podemos confiar en ese sentido de responsabilidad hacia los demás. Así que aprendamos a vivir con este virus y sigamos protegiéndonos a nosotros mismos y a los demás sin restringir nuestras libertades», añadió.
En su declaración, Johnson destacó el inmenso costo del programa de pruebas de COVID-19 del Reino Unido, revelando que el presupuesto de pruebas, rastreo y aislamiento en 2020-2021 superó todo el presupuesto del Ministerio del Interior.
«Ahora debemos reducirlo», dijo.
Junto con el requisito de autoaislamiento, el rastreo rutinario de contactos también terminará el 24 de febrero, al igual que los pagos de autoaislamiento y la obligación legal de las personas de informar a sus empleadores sobre su requisito de aislamiento.
Los cambios en el subsidio de enfermedad y en el subsidio de apoyo al empleo diseñados para ayudar a las personas durante la pandemia finalizarán el 24 de marzo.
A partir del 1 de abril dejará de recomendarse el uso de la certificación voluntaria del estado de COVID-19, aunque la app de COVID-19 del Servicio Nacional de Salud seguirá permitiendo a las personas indicar su estado de vacunación para los viajes internacionales.
Las personas mayores de 75 años, los inmunodeprimidos y los que viven en residencias de ancianos recibirán otra vacuna de refuerzo contra el COVID-19 esta primavera, según los planes.
Con información de PA Media.
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