El grupo de defensa Judicial Watch presentó una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) alegando que la agencia está retrasando una solicitud de los registros vinculados al hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, basada en la Ley de la Libertad de Información (FOIA).
Judicial Watch pidió al tribunal que obligue al DHS a entregarle todos los registros no exentos relativos a los servicios de seguridad proporcionados por el gobierno a Hunter Biden o a sus acompañantes en cualquier viaje internacional entre 2010 y 2013, según la demanda contra el DHS basada en la ley FOIA, presentada el 17 de julio ante el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia.
El Servicio Secreto, que forma parte del DHS, «no respondió adecuadamente» a las tres solicitudes de la FOIA en marzo y abril de 2022 que exigían los registros de los servicios de seguridad —y el uso relacionado de los fondos de los contribuyentes— proporcionados a Hunter Biden y a sus acompañantes, dijo el grupo de defensa en una declaración del 20 de julio.
«El Servicio Secreto está violando la ley FOIA al retrasar y ocultar los registros de Hunter Biden», dijo el presidente de Judicial Watch, Tom Fitton, en una declaración. «¿Qué intenta ocultar el Servicio Secreto sobre Hunter Biden?».
El DHS no respondió de inmediato a una solicitud de The Epoch Times de comentarios sobre la demanda.
Preguntas
En el telón de fondo de la demanda están los registros del Servicio Secreto obtenidos por Judicial Watch en 2020, que muestran cientos de viajes internacionales realizados por Hunter Biden durante los primeros años de la presidencia de Obama, mientras recibía protección del Servicio Secreto.
«Si bien es habitual que las familias del presidente y del vicepresidente viajen con ellos, se han planteado preguntas sobre si Hunter Biden utilizó el viaje del gobierno para promover sus intereses comerciales», dijo Judicial Watch.
En los registros que el grupo de defensa obtuvo en 2020 faltaba información sobre si el viaje de Hunter Biden se realizó en el Air Force One, en el Air Force Two o en otros aviones del gobierno o si estaban presentes otros miembros de la familia.
La queja de Judicial Watch indica que el Servicio Secreto acusó recibo de la solicitud bajo la ley FOIA del grupo y que, el 19 de abril de 2022 respondió que había «localizado los registros potencialmente pertinentes, que estaba procesando los registros y los enviaría» a Judicial Watch «una vez completado el procesamiento».
Pero esos registros no han sido entregados a Judicial Watch, ni el DHS ha explicado por qué no ha transmitido aún los documentos, alega la denuncia.
Otra investigación sobre Hunter
Además de Judicial Watch, los legisladores republicanos también han buscado registros del Servicio Secreto vinculados a los viajes de Hunter Biden mientras su padre era vicepresidente.
El Servicio Secreto entregó unas 259 páginas de registros (pdf) a los senadores Ron Johnson (R-Wis.) y Chuck Grassley (R-Iowa) pero los dos senadores objetaron lo que, según ellos, eran tachados de textos «extensos» e «inapropiados» que impedían su capacidad de «comprender el alcance total de las interacciones entre Hunter Biden, sus asociados» y el Servicio Secreto.
Grassley y Johnson han estado investigando los negocios de Hunter Biden en el extranjero. Los senadores publicaron un informe en 2020 (pdf) que decía que el trabajo de Hunter Biden en la empresa energética ucraniana Burisma creaba un «potencial conflicto de intereses» para su padre, muy involucrado en la política estadounidense hacia Ucrania.
En 2019, en una entrevista con ABC News, Hunter Biden insistió en que no había hecho nada «inapropiado» en sus negocios, aunque reconoció un «mal juicio».
Hunter Biden dijo al medio que «no hizo nada malo en absoluto», pero reconoció que fue «un mal juicio estar en medio de algo que es (…) un pantano (…) en muchos sentidos”.
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