NUEVA YORK—La embajada israelí en el centro de Manhattan es el último lugar donde Hillary Barr esperaba experimentar el antisemitismo.
«Estaba sosteniendo una bandera estadounidense e israelí y me atacaron», declaró Barr a The Epoch Times, afirmando que los manifestantes apoyaban a terroristas. «No son manifestantes. Son militantes islámicos radicales que están aquí para destruir este país».
La Sra. Barr, de 64 años, se encuentra entre los neoyorquinos que asistieron a una reunión del Comité de Seguridad Pública en el Ayuntamiento el 1 de mayo para solicitar que el Ayuntamiento de Nueva York haga cumplir las normas para las protestas.
Otra residente preocupada, Jeanne Sprenger, también expresó su frustración con los funcionarios municipales.
«Su trabajo es la seguridad pública y no estamos seguros», dijo Sprenger a The Epoch Times. «La comunidad judía no está a salvo, pero ningún neoyorquino lo está. Se trata de manifestantes descontrolados que son violentos y destruyen propiedades».
Sprenger, que fundó la organización #TakeBackNYC, comenzó a centrarse en las protestas no permitidas después de verse atrapada en una el otoño pasado.
«No podía llegar a casa», dijo. «No pude llegar a Grand Central porque las calles estaban cortadas. ¿Dónde están mis derechos a poder cruzar la calle?».
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) aprueba o desaprueba las solicitudes para llevar a cabo una procesión, desfile, manifestación o evento deportivo dentro de los límites de los cinco distritos.
La Sra. Sprenger dijo que durante la reunión del comité de seguridad pública le cortaron el teléfono mientras se quejaba de incidentes de protestas no permitidas.
«Dijeron que el tema era la condena injusta», dijo. «Esto es una condena injusta porque no se está condenando a nadie por anarquía, por quitar derechos a la gente, por cerrar puentes y por afectar al comercio interestatal».
Concentración por la ley y el orden
#TakeBackNYC se unió a otro grupo llamado #EndJewHatred, un grupo de base judío de derechos civiles, en una conferencia de prensa frente al Ayuntamiento el miércoles. Michelle Ahdoot es directora de estrategia y programación de #EndJewHatred.
«Los derechos civiles no se defienden cuando este caos está ocurriendo en las calles de nuestra ciudad y en nuestros campus universitarios aterrorizando a todo el mundo», dijo Ahdoot a los periodistas. «No está bien y necesitamos un cambio a nivel municipal. Necesitamos que se nos garantice de verdad que la policía de Nueva York no tendrá las manos atadas a la espalda cuando tenga que actuar».
La política y los procedimientos de la policía de Nueva York se rigen por un acuerdo firmado en septiembre para resolver varias demandas contra la ciudad. Los manifestantes que participaron en las manifestaciones de 2020 de Black Lives Matter demandaron a la ciudad, alegando que la policía que respondió a las protestas y disturbios violó sus derechos de la Primera Enmienda.
La ciudad ahora sigue una política de «Luz Roja/Luz Verde» al vigilar las protestas.
«El Departamento de Policía de Nueva York se ató las manos al firmar este acuerdo, ya que todos los agentes deben ajustarse a la política de ‘luz roja/luz verde’ del Departamento de Policía de Nueva York, tal y como se recoge en este acuerdo», declaró Ahdoot a The Epoch Times.
Si un agente de policía cree que alguien en una de estas reuniones está cometiendo un delito de «semáforo en rojo», debe obtener permiso de un capitán o de un oficial de mayor rango y debe establecer una causa probable antes de proceder a la detención.
Los delitos de «semáforo rojo» incluyen «disturbios, incitación a los disturbios, obstrucción no violenta de la administración gubernamental, violación de órdenes de emergencia, alteración del orden público, allanamiento de morada, delito de daños 3 o 4, Ley de Vehículos y Tráfico del Estado de Nueva York… y reunión ilegal», según el acuerdo de conciliación.
Los líderes de #TakeBackNYC y #EndJewHatred quieren que el Ayuntamiento aplique penas más duras a las personas acusadas y condenadas por delitos de odio, menos restricciones a la policía de Nueva York para que los agentes puedan hacer cumplir la ley, nueva legislación en el Código Administrativo de la ciudad de Nueva York centrada en el antisemitismo y los delitos de odio, y la aplicación de los permisos de manifestación y los dispositivos de sonido.
Falta de acción del Ayuntamiento
El presidente del Comité de Seguridad Pública, Yusef Salaam, que fue elegido concejal por el Distrito Nueve el año pasado, no respondió a las peticiones de comentarios sobre las demandas.
«En febrero pedimos al presidente Salaam una audiencia específica del Comité de Seguridad Pública sobre las protestas, a lo que accedió, pero no ha hecho nada al respecto», declaró Sprenger. «Desde entonces, las protestas en las universidades han estallado y no nos vamos a ir. Exigimos la reunión que el Presidente Salaam acordó específicamente sobre las protestas».
Chen Levy, de 50 años, residente en Nueva York y propietaria de una joyería junto a la Grand Central Station, dijo que empezó a sufrir acoso por parte de manifestantes propalestinos tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra el sur de Israel. Durante el ataque, el grupo terrorista también tomó más de 250 rehenes israelíes.
En noviembre, Hamás liberó a 105 de los rehenes. Esta semana, Israel ofreció una tregua de 40 días a cambio de la liberación de algunos de los rehenes restantes. Hamás aún no ha aceptado ni rechazado la oferta.
La Sra. Levy se dio cuenta de que en cuanto colgaba carteles de los rehenes israelíes, los arrancaban.
A partir de ahí, la situación se agravó con pintadas y actos vandálicos en su tienda.
«Luego dieron un paso más», dijo Levy a The Epoch Times. «Llegó un gran grupo de manifestantes palestinos. Mi marido y yo nos quedamos fuera de la tienda. Nos rodearon, arrancaron los carteles, nos insultaron e intentaron clavarme el mástil de la bandera que sostenían y me quedé aterrorizada».
Por suerte, tres policías cercanos intervinieron, pero los ingresos de la Sra. Levy se vieron afectados cuando cerró para limpiar la pintura en aerosol que había pintarrajeado el escaparate.
«Quiero que los funcionarios electos devuelvan el poder a la policía de Nueva York, porque ahora tienen las manos atadas», añadió Levy. «Soy una gran admiradora de la policía de Nueva York, pero no pueden hacer nada».
Los grupos tienen previsto testificar en una audiencia presupuestaria del comité de seguridad pública el 9 de mayo.
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