La comunidad de judíos ortodoxos está pidiendo a la Corte Suprema de Estados Unidos que congele las duras restricciones del Empire State sobre la asistencia a los lugares de culto durante la pandemia en curso, alegando que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se involucró en discriminación religiosa.
La acción legal se presentó a la vez que Nueva York y varios estados estaban reportando de un dramático aumento en los casos relacionados al virus del PCCh, causante de la enfermedad COVID-19, y el 16 de noviembre, mismo día que se informó de una eficacia del 94.5 por ciento en las pruebas iniciales de la vacuna Moderna. Pfizer y BioNTech también habían anunciado el 9 de noviembre que su vacuna tenía una eficacia de más del 90 por ciento. El aumento de casos llevó a varios estados a considerar la imposición de nuevos cierres en un esfuerzo por detener la propagación.
El caso legal, una apelación de la Corte de Apelaciones de EE.UU. para el 2º Circuito, se titula Agudath Israel of America vs. Cuomo. Agudath Israel of America se describe a sí misma como «la organización protectora de la comunidad judía ortodoxa en nuestro continente». La solicitud de emergencia para un requerimiento judicial fue presentada con la ayuda legal del Fondo Becket para la Libertad Religiosa, un bufete de abogados sin fines de lucro y de interés público.
El 6 de octubre, un día después de decir que «las instituciones religiosas han sido un problema» porque celebran «súper eventos de difusión», Cuomo, un demócrata, emitió la Orden Ejecutiva 202.68, que lanzó la «Iniciativa de Acción de Grupo», esencialmente cerrando iglesias y sinagogas en varias «zonas rojas» hace poco creadas en toda la ciudad de Nueva York y en otras partes del estado. También cerró escuelas religiosas tanto en las «zonas rojas» como en las recién designadas «zonas naranjas».
Las «zonas rojas», más restrictivas, señalan las casas de culto y limitan las reuniones religiosas al 25 por ciento de su capacidad, pero limitando el número a 10 personas. Las «zonas naranjas» limitan las casas de culto al 33 por ciento de su capacidad pero con no más de 25 personas, y las «zonas amarillas» limitan las casas de culto al 50 por ciento.
Al mismo tiempo, los negocios designados como esenciales están exentos en todas las zonas, incluidas las tiendas minoristas, fábricas, refugios, viajes en avión y otras numerosas actividades que suelen implicar a multitudes de personas en espacios reducidos.
La solicitud de emergencia para un requerimiento judicial está dirigida al juez de la Corte Suprema, Stephen Breyer, quien actúa como juez de circuito para el 2º Circuito. Los solicitantes piden al tribunal que tome medidas antes del 20 de noviembre a las 3 p.m., un poco más de una hora antes de que en ese día comience en la ciudad de Nueva York el Sabbath judío. Breyer podría actuar por su cuenta o remitir el asunto al pleno del tribunal para su consideración.
Las restricciones de Cuomo constituyen «un blanco discriminatorio de la comunidad judía ortodoxa» y el propio gobernador «dejó claro a través de declaraciones inequívocas que la orden [del 6 de octubre] estaba dirigida a las prácticas y tradiciones de una minoría religiosa», dice la solicitud.
«Durante seis semanas y seguimos contando, los solicitantes han estado trabajando bajo restricciones discriminatorias en su ejercicio religioso. Sus vecindarios e instituciones religiosas han sido —en palabras del propio gobernador— el ‘objetivo'».
Cuomo impone un castigo colectivo a los judíos ortodoxos porque algunos judíos ortodoxos supuestamente violaron las reglas de encierro, según el expediente.
«El gobernador afirmó públicamente que otros judíos ortodoxos habían violado sus reglas anteriormente y por lo tanto el gobernador impuso severas restricciones al culto en varios barrios judíos ortodoxos».
Los demandantes en el procedimiento legal «no fueron acusados de que hayan violado ninguna regla de salud pública o de seguridad. Por el contrario, han cumplido cuidadosamente y con éxito los requisitos de la mascarilla, el distanciamiento social y las limitaciones de capacidad. Sin embargo, las restricciones de culpabilidad del gobernador por asociación religiosa hacen imposible que los solicitantes y sus miembros ejerzan su fe religiosa».
Esas restricciones «eliminaron la capacidad de muchos judíos de rendir culto en importantes días festivos religiosos. Nada de esto es necesario para proteger la salud pública».
El vocero de Cuomo no pudo ser localizado de inmediato para solicitarle comentarios, pero un vocero dijo previamente a The Epoch Times que el gobernador no está apuntando a grupos religiosos y está tratando de proteger la salud pública.
Otras demandas dirigidas a anular la orden ejecutiva de Cuomo fueron presentadas ante los tribunales federales.
El Fondo Becket está representando a dos sacerdotes católicos, dos estudiantes de escuelas católicas y cuatro judíos ortodoxos en una demanda presentada ante la Corte de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Nueva York.
Por otra parte, la Diócesis Católica Romana de Brooklyn está demandando al estado de Nueva York, en la Corte de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Nueva York, también a causa de la orden de Cuomo.
La diócesis afirma que el edicto de salud pública “reducirá arbitrariamente la capacidad” en las iglesias y viola las protecciones religiosas incorporadas en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
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