Un juez federal bloqueó temporalmente este lunes una ley de Idaho que prohíbe que los estudiantes atletas transgénero compitan en deportes de mujeres y niñas, a medida que sigue en pie una demanda que desafía dicha prohibición.
El juez de distrito de Estados Unidos, David Nye, designado por Trump, puso en pausa la Ley de Equidad en el Deporte Femenino de Idaho, mientras sigue decidiendo si la ley viola las cláusulas de igual protección de la ley y del debido proceso de la 14° Enmienda, y señaló que aquellos que están demandando a Idaho por la Ley de Equidad «es probable que tengan éxito en establecer que la ley es inconstitucional tal y como está escrita actualmente».
La versión actual de la ley, la cual fue firmada por el gobernador republicano Brad Little en marzo y que entró en vigor en julio, contiene una disposición que permite que cualquier persona impugne la identidad femenina de una atleta. Luego dependería de las atletas demostrar que son mujeres biológicas mediante un examen físico o una prueba genética.
De acuerdo con Nye, esta disposición en particular «sobrecarga a todas las atletas femeninas con el riesgo y la vergüenza de tener que ‘verificar’ su ‘sexo biológico’ para poder practicar deportes femeninos».
«Al tomar esta determinación, no solo están en cuestión los derechos constitucionales de las niñas y mujeres atletas transgénero, sino también (…) los derechos constitucionales de cada niña y mujer atleta de Idaho», escribió Nye (pdf). El juez también reconoció que la decisión «probablemente sea controversial».
La decisión de Nye significa que los estudiantes atletas transgéneros que deseen jugar en equipos deportivos que se alineen con la identidad de género que escogieron, podrán hacerlo a partir del próximo semestre de otoño.
La demanda se presentó en abril por tres querellantes anónimos y Lindsay Hecox, una estudiante transgénero de primer año de la Universidad Estatal de Boise que quiere ser parte de los equipos femeninos de atletismo y de campo traviesa de la universidad. Todos los demandantes en el caso están representados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), una organización que apoya a la comunidad LGTB.
«Siento una gran sensación de alivio», dijo Hecox en un comunicado de prensa de la ACLU. «Me encanta correr, y parte de lo que me gusta de este deporte es establecer relaciones con un equipo. Soy una chica, y el equipo adecuado para mí es el equipo de las chicas. Es tiempo que los tribunales lo reconozcan y me alegro que el fallo del tribunal lo haya hecho».
Mientras tanto, Nye también permitió que dos atletas de Connecticut intervinieran en defensa de la Ley de Equidad. Madison Kenyon y Mary Kate Marshall, quienes corren atletismo y campo traviesa en la Universidad Estatal de Idaho en Pocatello, presentaron una moción en mayo para ayudar a defender la ley de Idaho contra el desafío legal de la ACLU. En una demanda separada, ambas argumentaron que una política de Connecticut que permite a los atletas nacidos como hombres competir en deportes femeninos las ha privado de los campeonatos de atletismo y de oportunidades para obtener becas.
«Cuando pierdo contra otra mujer, asumo que ella debe entrenar más duro que yo y eso me impulsa a trabajar más duro», escribió Marshall. «Si pierdo contra un hombre, se siente completamente diferente. Es desmoralizante. Me pregunto si él tiene que entrenar tan duro como yo, incluso si se esforzó, o si fue una carrera fácil para él. Me hace pensar que no importa cuánto lo intente, mi arduo trabajo y esfuerzo no importarán».
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