El juez de la Corte Suprema de Nueva York Juan Merchan puso fin el 25 de junio a partes de la orden de silencio del expresidente Donald Trump, señalando que el resto debería expirar una vez que se complete la sentencia.
El juez desglosó la orden de silencio original en tres categorías: declaraciones sobre testigos; declaraciones sobre los empleados de la corte y los abogados, y más tarde la amplió para incluir a familiares del fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg y del juez Merchan, pero no al propio juez y al fiscal de distrito; y declaraciones sobre los miembros del jurado.
«Las circunstancias han cambiado. La parte del juicio de estos procedimientos terminó cuando se emitió el veredicto, y el jurado se despidió», escribió el juez Merchan. Puso fin a la orden en lo que se refiere a testigos y jurados.
Tras emitir el veredicto el 30 de mayo, se comunicó a los miembros del jurado que ya no tenían orden de no hablar del caso y que eran libres de hablar de él como quisieran.
El juez Merchan añadió que era su «firme preferencia» prorrogar la orden tal como se aplicaba a los miembros del jurado, pero dictaminó que la decisión de la corte de apelación había confirmado la orden de silencio original, que se aplicaba al juicio, y por lo tanto la orden «debe darse por terminada».
Añadió en su auto que su orden de protección del 7 de marzo que prohibía a las partes revelar las identidades de los jurados individuales «permanecerá en vigor hasta nueva orden de esta corte».
El juez dejó intacta la segunda de las tres disposiciones con el razonamiento de que «el procedimiento no ha concluido».
«Este asunto ha sido fijado para la imposición de sentencia el 11 de julio de 2024. Hasta que se imponga la sentencia, todas las personas contempladas en el apartado (b) deben seguir desempeñando sus funciones legales libres de amenazas, intimidación, acoso y daños», dice la orden.
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